Dicta conferencia magistral Meche Carreño en Expresión en Corto
*La actriz habló de su experiencia con directores como Julio Bracho, Emilio “el Indio” Fernández y Alejandro Jodorowsky.
Desde San Miguel de Allende, Gto.; Leticia Carrillo
“Una estrella es la que se va y todos la recuerdan y ese es el caso de Meche Carreño” dijo el director Alejandro Ramírez (Todos hemos pecado) parafraseando al actor Arturo Berinstáin quien compartió créditos con la actriz en El mar (Juan Manuel Torres, 1976).
Ramírez agregó: “Cuando ella dejó los escenarios yo tenía diez años, ahorita tengo treinta y conozco sus películas, estoy seguro que mucha gente de mi generación sabe perfectamente bien quien es ella“.
Lo anterior durante la conferencia magistral que ofreció la diva en el marco del Festival Internacional de Cine Expresión en Corto que en su doceava edición le rinde homenaje a la que fuera uno de los símbolos sexuales del cine mexicano de los años sesenta y setenta.
Por su parte, Meche Carreño dijo que del cine mexicano reciente le gusta la propuesta fílmica de Julián Hernández: “me encantan sus imágenes, son fuertes; en el cine debes ser verdadero, tú mismo, y Julián Hernández es así, auténtico”.
De Julio Bracho, relató que él tenía varios años sin dirigir una película cuando ella acudió con él y le dijo que tenía que hacer Damiana y los hombres, -que ella protagonizó-:
“Él tenía guardado en sí el poder del conocimiento, de las raíces , del pasado y del presente, de donde sale la verdadera sabiduría. Su fuerza y talento nos hizo emprender a Lorenzo Zakany y a mí, la aventura de fundar la productora Uranio Films” apuntó la veracruzana.
Acerca de “el Indio” Fernández contó que durante la escena en donde él la carga desnuda en La sangre enemiga, el director y actor le dijo: “tú vas a trabajar conmigo”.
Esto sucedió en 1973 cuando el cineasta la llamó para hacer el papel de Flor La choca con la que ganó dos años después, el Ariel a Mejor Coactuación Femenina. Carreño rememoró que durante la filmación de la película, el director les “daba picones” a Pilar Pellicer y ella con el objetivo de mostrar en pantalla el odio existente entre sus personajes. También tiene muy presente el hecho de que “el Indio” no dejó que nadie la tocara durante las escenas de la violación del filme.
“Mis películas más lindas son aquellas en las que estoy en medio de la naturaleza, como en La choca. Para mí, la importancia de “el Indio” radica en que refleja en sus películas el espíritu de las raíces de México y la inocencia y sensualidad de su gente”, agregó Mercedes Carreño.
En cuanto a Alejandro Jodorowsky refirió que lo conoció cuando ella tenía once años y estudiaba en la escuela de actuación de Andrés Soler, poco después de que el polifacético artista había dejado la compañía del famoso mimo frances, Marcel Marceau, para conocer el ambiento artístico mexicano.
“Yo trabajé con él en unas obras que montó, El baño y La prostituta, con los que gané mi primer dinero. Haber trabajado con él fue una experiencia hermosa, hace poco estuve en París y lo fui a visitar pero él ya no es el Jodorowsky que yo conocí, ahora es como un sacerdote, lee el tarot, está en otro mundo, ya dejó el nivel en que lo conocí”.
Por otro lado, la actriz comentó que el mote de símbolo sexual se lo dieron los espectadores y dijo estar de acuerdo con la otrora sensual Yolanda Montés Togolelé en el sentido de que lo que ellas hacían frente a la pantalla era arte y la carga erótica la ponía el público.
“…porque la sensualidad se percibe de manera individual y nosotros sólo proyectábamos lo que ustedes estaban sintiendo” aseguró la también productora, modelo y argumentista.
En este sentido, aseveró que todos los personajes que hizo en cine los “sintió mucho” porque arguyó que a la cámara no se le puede engañar“ ya que ésta te toma el alma” y opinó que es fundamental que los actores con los que se trabaja se gusten mutuamente para proyectar esa emoción en la pantalla.
Carreño, quien vivió en el popular barrio de Tepito, en la capital mexicana, dijo sentirse orgulloso de sus procedencia e incluso dejó entrever que dicho lugar configuró su personalidad, mezcla de inocencia y una sensualidad salvaje.
“Considero que Tepito tiene un ambiente lleno de riqueza. Una vez un joven se acercó a mi y me tocó, y yo le di una cachetada, entonces él me la devolvió. Pensé que era preferible que me tocaran a que me pegaran pues finalmente si me tocaban no pasaba nada” afirmó Carreño aunque negó que esto significara ser sumisa, más bien, señaló “son maneras diferentes de pelear”.
Asimismo, la protagonista de Andante (1967) expresó que la edad “se lleva en la cabeza” y no le molesta que la inviten a hacer papeles de mujeres mayores, como en el cortometraje Mañana, de Alejandro Ramírez, en el que interpreta a una abuela:
“Yo no pido hacer personajes de jovencitas, porque esos ya los hice y nadie me los va a quitar. Yo me considero una mujer hermosa que le gusta interpretar a heroínas pero estas pueden ser de muchos tipos”.
La actriz destacó que el papel del cine es, para ella, cambiar al mundo a través de las imágenes: “En la oscuridad de la sala, es donde puedes hacerlo, puedes eliminar la ignorancia con la diversión”.
Y como estima que, gracias a los adelantos tecnológicos actualmente es más fácil hacer cine que en las décadas anteriores, se encuentra preparando Los lamentos de la Tierra, un cortometraje de animación de corte ecológico que buscará hacer llegar al público infantil en el mediano plazo.
