Especial: Adiós mundo cruel
Primera Parte
Por Ulises Pérez Mancilla
Durante marzo y abril, se filmó la ópera prima de Jack Zagha: Adiós mundo cruel. Una comedia negra acerca de un hombre que, tras ser despedido de su empleo, por azares del destino se hace amigo de un grupo de ladrones de poca monta. Tras varios intentos por entrar al mundo delictivo y sin posibilidades de encontrar un nuevo trabajo, una mañana despierta y decide secuestrar a un león. Dicho acto pondrá en entredicho los valores morales de Ángel, el protagonista, interpretado por Carlos Orozco, un respetado actor de teatro en su debut cinematográfico. A continuación, la crónica de cómo se realizaron 8 de las 170 secuencias del guión escrito por Enrique Chmelnik y el propio Zagha, cuya producción ejecutiva corrió a cargo de Elsa Reyes (La sangre Iluminada) y Sandra Paredes (Párpados Azules).
SECUENCIA 146. INÉS BARRE PELO DE LEÓN.
Es la primera semana que Tao tuvo llamado. La tarde previa a su arribo, no faltó quien llegó a solicitar personal armado en el set, “por precaución”. El doctor Roca, su entrenador, pidió confianza absoluta a su sistema de seguridad. Así se hizo. Rigurosamente el crew salía del foro cada que ingresaba el león. Su sola presencia imponía un silencio riguroso en el set. La escena de esta tarde era simple: Inés (Lourdes Villarreal) barría el pelo del animal mientras su marido (Justo Martínez) y el león, ven la tele a unos pasos de ella. Se filman algunas tomas convincentes pero la buena no llega. “Es que parece que no está barriendo”, se escucha entre cuchicheos. Jack se acerca y le pide a Lourdes más enjundia. Lourdes, que venía caracterizando a su personaje a un grado máximo, toma la escoba y a la voz de acción le imprime una ligera dosis de valor. Barre, se suelta, dice su texto. El director le pide que repita la acción en serie. “Ah, pinche animal cómo suelta pelo”, dice, y el animal responde. Frente al videoasist, las caras se pusieron pálidas. La actriz siguió barriendo con el corazón en la garganta hasta que se escuchó el corte. Rugió el león.
SECUENCIA 57. ÁNGEL SE ACERCA AL PUESTO DE PELÍCULAS PIRATAS.
El penúltimo día de llamado, la contingencia por el virus de la influenza llegaba a su punto más crítico. Adiós mundo cruel era uno de los pocos rodajes que no habían parado. La paranoia estaba en el aire. La doctora del sindicato repartía religiosamente cubre bocas cual Coca Colas. Los más escépticos ya lo usaban, los más creyentes se habían hartado de él. Fue un llamado tan caótico como la locación sede: la avenida Zaragoza. Era el último día de llamado de Carlos Orozco, de Senador (el perro Tommy en la película) y de la cámara de 35 mm, sin embargo, a punto de cumplir 8 semanas de rodaje, los errores mínimos crecían como avalancha. Qué falta un cable de la pila de cámara, que ya viene en camino, que no se puede encender un monitor que juega en la escena, que la delegación quiere parar porque tal cantidad de extras es igual a aglomeración, que el corte a comer se complica, que la OMS subió de nivel la alerta sanitaria, que el llamado empezó al mediodía y se necesita la luz de sol para concluir una secuencia larga y son las seis de la tarde, que el sonido no es bueno, que los ánimos se caldean, que el perro no está en match…
SECUENCIA 123. LUIS ARMANDO CHOCA EL CAMIÓN DE ÁNGEL.
A leguas se notan las ganas de Rafael Amaya por forjar su carrera en el cine. Es llamado nocturno y hará una escena con Carlos Orozco. Un encuentro que deviene en pleito cuando el arrogante y guapo de Luis Armando (un actor de telenovelas interpretado por, obvio, Rafael Amaya) choca el camión que Ángel y su amigo Beto (José Montini) vienen manejando por una amplia avenida al Oriente de la Ciudad. Como era de esperarse, la prensa visita el set atraída por el carisma de Amaya que se deja querer, amable y dispuesto en todo momento. La maquillista, Mary Paz Robles la “Negra” le planta un par de besos como parte de su caracterización. El cometario de las chicas del crew, que sobrellevan el frío de madrugada: “¿Con cuál te quedabas?”. Una responde y se explica: Depende. Si es para casarme Carlitos Orozco, si es para coger…
SECUENCIA 50. ÁNGEL VENDE PRODUCTOS DE BELLEZA A SU VECINAç
Alrededor de la historia, Ángel se topa con una serie de personajes variopintos y crueles, adaptados sociales trastocados por su propia estereotipia que jugaban a lo mucho una o dos secuencias. Cada personaje significó un desfile de actores y actrices (casting de Alejandro Reza) que implantaban retos al actor protagónico: a veces mínimos (como el día que uno de estos personajes impuso el record de sacar su escena en 35 tomas, de las cuales, la claqueta se dejó de cantar desde la 30 por temor a intimidarlo) o a veces verdaderos duelos de actuación. Uno de ellos fue entre Tere Monrroy y Carlos Orozco. Él, como todo el crew, venía de filmar una escena en el aeropuerto de Toluca, con el peso de casi 40 días de llamado. Ella llegó al set, se quitó su cubre bocas, pidió un café sin azúcar. Se dijo diabética pero se empaquetó medio pastel para hacer más hilarante su escena: un plano secuencia de casi 3 minutos guiado por un pimponeo de diálogos brillantes. Las protecciones se hicieron por si acaso.
