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Reporte de la semana

2009-11-20 00:00:00

“Mi cine es un intento por hallar un placer estético”: Lisandro Alonso

*El director estrena su último filme Liverpool, el viernes 20 en exclusiva en la Cineteca Nacional.

Por Leticia Carrillo

Lisandro Alonso, director argentino de las premiadas cintas La libertad, Los muertos, Fantasma y Liverpool definió a su cine como “un intento por hallar un placer estético a través del disfrute visual y los pensamientos que se pueden obtener a partir de él”.

El realizador expresó que también ve a su obra como una “propuesta más para darle diversidad al lenguaje cinematográfico” ya que, afirmó, “esta disciplina artística, a diferencia de la literatura y la pintura, aún es muy joven y por lo tanto le hace falta explorar en sus posibilidades expresivas”.

Alonso afirmó que a él no le interesa contar historias “como se conocen actualmente” pues consideró a las cintas en las que están contenidas éstas, no como películas, sino como “una forma de sacarle dinero a la gente”.

Por esta razón, dijo estar consciente de que sus filmes no son para “las multitudes, para un público de explosión mediática” sino que van encontrando a sus adeptos con el paso de los años.

El director destacó que más que hacer cine, le gusta la experiencia de conocer y observar a gente “culturalmente ajena a mí, que si no fuera por el pretexto de la realización de una película, no podría acercarme con tanta facilidad a ella”.

Alonso mencionó que se siente “muy cercano” al cine que hace la productora mexicana Mantarraya –la que a través de su filial distribuidora ND Mantarraya maneja sus películas en México-. El también productor, editor y guionista aseguró que lo “une una amistad increíble” a sus dueños, Carlos Reygadas y Jaime Romandía; pero descartó filmar alguna vez en nuestro país “porque tendría que venirme a vivir aquí para adivinar lo que la gente quiere decir con sus gestos y movimientos”, en los que se basa, en gran medida, su estilo.

Y a pesar de que sus películas han sido seleccionadas en festivales como los de Cannes y Rotterdam y han obtenido premiados en los certámenes de La Habana y Karlovy Vary, por mencionar sólo algunos, Lisandro Alonso informó que ahora no tiene planeado filmar algo nuevo pues se encuentra concentrado en un proyecto de cría de ganado en el que también están involucrados sus papás y hermanos: “Aunque nací en Buenos Aires, siempre me llamó más la atención el campo”, subrayó el cineasta de 34 años.

Sobre Liverpool, la cinta que lo trae de vuelta a México después de un año y de haber congregado casi 2 mil personas en la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional en 2008, el realizador comentó:

“Me gusta filmar soledades humanas, la falta de comunicación y de oportunidades o caminos para que los personajes tengan una vida mejor; ellos viven en lugares marginales, lejos de la gran ciudad”.

Alonso relató que después de ver en una revista la imagen de un aserradero ubicado en Ushuaia, en la provincia de Tierra de Fuego (a 3 mil 85 kilómetros de la capital, Buenos Aires), viajó durante tres días y medio para después observar a la gente y descubrir a los personajes de su cuarto largometraje que se filmó durante cuatro semanas en 2008.

Liverpool, sigue el viaje de Farrel, un experimentado marinero que después de veinte años de recorrer el mundo, decide regresar a su tierra para ver si su madre sigue viva.

“A mi me pareció significativo el llavero con el nombre de Liverpool que aparece en la cinta porque es el único puente que une al padre y a la hija. De alguna manera resume lo que él le deja, de donde proviene...Farrel ha viajado, ha conocido semáforos, avenidas, diferentes acentos, culturas y demás pero todo lo que aprendió no le hizo posible cambiar su forma de ser con la gente que lo necesitaba; pero para Analía toda la connotación que tiene este objeto, no significa nada…”, refirió el cineasta.

El realizador explicó que los guiones de sus películas constan de aproximadamente 20 hojas aunque casi no se los proporciona a sus intérpretes –casi todos no-actores- porque encuentra más interesante provocar reacciones espontáneas en ellos, a causa del desconocimiento que ellos tienen acerca de lo que sucederá en la escena o de la inclusión de un nuevo personaje en ella.

Finalmente, Lisandro Alonso detalló que la mayor parte de la acción de la cinta se lleva a cabo en interiores “porque en esos lugares, los exteriores no tiene mucha vida y la poca calidez se encuentra al lado del fuego” y subrayó que lo más difícil del rodaje fue permanecer alrededor de doce horas seguidas en el hielo, con una temperatura “que si bien nos iba, estaba a cero grados”.

Después de su visita a México, el director viajará a la Casa América, de Madrid, España, para presentar esta filme.