Cannes 2017: «Sea Sorrow»: ¡Viva el cine comprometido y humanista!
Por Jean-Pierre Garcia*
En exclusiva, desde Cannes.
Los cinéfilos conocen bien a Vanessa Redgrave por sus actuaciones tan notables en “Blow-Up” (1966), en “Isadora” (1968), “Marie Stuart, Reina de Escocia” (1971), “Julia” (1977), “Retorno a Howards End” (1992) y otras. Hija del gran actor Michael Redgrave, Vanessa es prima y madre de actores muy destacados del cine y del teatro británico. Es también ampliamente conocida como actriz marxista muy comprometida en la vida social y política inglesa. Por primera vez, a los ochenta años, se convierte en directora con el filme “Dolores del Mar “ (“Sea Sorrow”, 2017), pues decidió combatír la indiferencia europea alrededor de los refugiados y los migrantes que huyen de las guerras en el medio oriente (Siria y Irak en este caso) o en Afganistán.
Gran tarea la suya en un Reino Unido que viene de salirse de la Unión Europea para (como Donald Trump, el Presidente de Estados Unidos) echar afuera a los inmigrantes. Gran tarea y desafió cultural para una persona que de niña vio llegar a su país a los refugiados judíos que escapaban de la Alemania nazi.
La propuesta de Vanessa Regrave es una mezcla de recuerdos y archivos y de viajes a Líbano, Grecia, Italia y Francia, pues la ciudad de Calais es una de las grandes puertas de entrada desde el continente europeo hacia Inglaterra. Se trata de una mezcla de archivos que definen la trama narrativa de “Dolores del Mar”; por ejemplo, los registros de la Declaración Universal de Derechos Humanos presentada ante la joven Organización de Naciones Unidas por Eleanor Roosevelt; o las imágenes de los bombardeos nazis contra Londres y Coventry; inlcuso existen archivos de la propia niñez de Regrave.
Otra parte del filme lo integran viajes a los países de medio-oriente mencionados, que son contemporáneos y muestran la vida de los refugiados, su soledad y desesperación. Si hubiera que escoger sólo una imagen de este filme para definirlo, podría ser una larga escena en que se ve una barca que se hunde lentamente en el mar, sobrecargada de personas que tratan de subirse a un barco de los guardias costeros de la marina italiana. Se acerca y se aleja la barca al ritmo de las olas y se ven niños y bebés que se pueden morir en unos minutos. Esta vívida imagen de la tragedia de esas personas se queda profundamente grabada en la mente, independientemente de que el documental de Vanessa Redgrave lleva sobre sí las cualidades humanistas y los defectos cinematográficos de las películas muy comprometidas.
No sé si esta película va a hacer que se arrepientan los británicos que votaron por el Brexit movidos por su odio a los migrantes, como decía un crítico que salía de la sala después de la proyección. Lo seguro es que hay muchos países en el mundo que podrán valorar esta propuesta cinematográfica por su sensibilidad y sus méritos indiscutibles y tal vez ayude a que más gente diga ¡No! al escándaloso proyecto de construcción del infame muro entre Estados Unidos y México.
En una próxima entrega, tendremos oportunidad de hablar del apasionante trabajo que hizo Gonzalez Iñaritu en Cannes este año, una instalación de realidad virtual, para también decir ¡No! al muro de Trump.
“Sea Sorrow” forma parte de las proyecciones especiales dentro de esta edición 70 del Festival de Cannes.
Sea Sorrow (Dolores del Mar) de Vanessa Redgrave
Reino Unido, 2017, documental, 74minutos
En Proyecciones –Especiales.
* Jean-Pierre García es crítico e historiador de cine, fundó y dirigió el Festival Internacional de Cine de Amiens, Francia, de 1980 a 2011. Organizó varias retrospectivas y homenajes al cine mexicano y participó en el libro "Luces, cámara, acción: cinefotógrafos mexicanos!. En 1996, creó el Fondo de Apoyo a Desarrollo de Guiones del Festival de Amiens. Ha sido integrante y presidente de varios jurados internacionales en Europa, África, Asia y América Latina. Es experto en políticas de financiamiento y apoyos a cines del hemisferio sur.
