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2018-04-28 00:00:00

Crítica: «Vuelven», la infancia como estado infernal

Por Pedro Paunero

“En los últimos 10 años la violencia en México ha provocado 160,000 muertos y más de 53,000 desaparecidos. Zonas enteras de algunas ciudades se están quedando desiertas. No hay cifras para los niños que los muertos y los desaparecidos han dejado atrás.”

Pocas obras, tanto literarias como cinematográficas, optan por explorar el horror personal dentro de un marco de horror aún más amplio. Tarea difícil, una verdadera proeza si se logra. Recuerdo, por ejemplo, el cuento “Entre los muertos” (Down Among The Dead Men, publicado en “Oui” en 1982) de Gardner Dozois y Jack Dann, que ubicaba una terrorífica historia de vampiros en un Campo de concentración alemán, o la excelente película “Bajo las sombras” (aka. Under the Shadows; Zir-e Sayeh, Babak Anvari, 2016), adquirida por Netflix, que recupera el mito árabe del “djinn”, o “genio maligno”, situándolo como presencia horrífica en una casa encantada, mientras es asolada por los continuos bombardeos de la guerra Irán-Irak, cuyo único punto flaco lo constituía una sábana voladora, un tanto ridícula, que volaba de habitación en habitación.

La película mexicana “Vuelven” (aka. Siempre vuelven; Tigers Are Not Afraid, 2017), de Issa López, tiene la particularidad de emplazar una historia de terror en la, ya de por sí, sangrienta y bestial “Guerra del Narco” mexicana.

Estrella (Paola Lara), una niña de 10 años, queda huérfana y se une a un grupo de niños, todos víctimas de la violencia, valga como ilustración “el Morro” (Nery Arredondo), el menor de los niños que forman el grupo, y que ha visto algo tan cruel que se ha quedado prácticamente mudo, que viven en una azotea y han formado una especie de banda infantil para protegerse los unos y los otros de los matones adultos. Estrella lleva consigo un gis, con el cual ataja el mal, personificado en la banda de sicarios que pretenden recuperar un teléfono celular, que contiene, se entiende, evidencias incriminatorias, y que le ha robado “el Shine” (Juan Ramón López) a “El chino” (Tenoch Huerta). Pero Estrella, como consecuencia de haber visto cumplido uno de los tres deseos que ha pedido, el regreso de su madre muerta, se topará, por obra y gracia de sus poderes mediúmnicos despertados, con las almas de los asesinados por los narco-satánicos, como los denominan los niños, así como de la sangre que corre y condena, o señala, a la próxima víctima mortal. Elementos como son los tres deseos, los espectros, los príncipes y los valientes tigres, como cazadores y acechadores de la oscuridad, alentarán a Paola a sobrellevar la pena y el miedo bajo la implacable persecución de los asesinos.

Una brecha amplísima separa la obra de arte “Juegos prohibidos” (Jeux Interdits, 1952) de René Clément, la historia de dos pequeños que juegan a sepultar animales muertos, como reflejo de la muerte que los rodea (la Segunda Guerra Mundial), bajo el aspecto de inquietantes ceremoniales para los adultos, y esta película de Issa López. La película de Clément se inclinaba hacia la risa para lograr conmover y provocar la reflexión, la de Issa López no admite concesiones.

"Vuelven" conmueve y aterroriza a un tiempo, aunque no evade los momentos del melodrama, ligeros tropezones en la trama, como los de un tigre de peluche que camina; una visión infantilista, que se quiere ver infantil, de la que también adolece el justamente laureado Guillermo del Toro.

Tanto “Vuelven” como “La región salvaje” (2016), de Amat Escalante o “Ladronas de almas” (2015), de Juan Antonio de la Riva, por mencionar sólo dos títulos mexicanos absolutamente recomendables, son sintomáticos del desgarramiento que, como nación, padece el país. Sus herramientas son sus vigorosas y efectivas metáforas. Mención aparte, porque pertenece al terreno realista, pero también inestable, del documental, se merece la brutal “La libertad del diablo” (2017) de Everardo González con los testimonios anónimos de los directamente implicados en la barbarie, bajo máscaras que tanto alinean como unifican a los testigos. Hubo un tiempo en que la doble moral imperante condenó la obra maestra de Luis Buñuel, “Los olvidados” (1950), como falsa o, en el mejor de los casos, como insensible. ¿Quién osará criticar hoy estos retratos, ganados para la ficción, que hacen esta generación de realizadores mexicanos de los nacionales tiempos que corren?

A destacar, en “Vuelven”, las actuaciones del pequeño Juan Ramón López, como “el Shine”, que se acerca a algo poderoso, y que inunda sus escenas. Un niño cuya infancia ha sido arrebatada para la dureza pero que, por amistad y empatía por compartir las mismas situaciones existenciales y terribles, se inclina naturalmente hacia actos de camaradería, y hasta de cariño, para sus compañeros, cuyas actuaciones, todas, son destacadas.

La película se ha presentado en diversos foros, entre estos los internacionales “Screamfest Horror Film Festival” y “Fantastic Fest” y cobró especial celebridad, intrínseca a sus méritos inherentes, por supuesto, cuando el autor Stephen King, que mencionó haber caído bajo su hechizo a los dos minutos de verla, la recomendó en su cuenta de Twitter, añadiendo que la encuadraba en el género del “Realismo mágico” latinoamericano, en el cual se enfrentaban gánsteres contra niños y está nominada en varias categorías en la próxima entrega de los premios Ariel, entre estas, Mejor dirección y Guion original para Issa López, Actor de cuadro para Tenoch Huerta, Efectos visuales para Raúl Prado, Juan Carlos Lepe y Edgar Piña, Maquillaje para Adam Zoller o Revelación femenina para Paola Lara y Revelación masculina para Juan Ramón López.

Todavía insatisfactoria, pero honesta, estremecedora y enternecedora, y sin necesidad de un holgado presupuesto, “Vuelven” debe verse como una de los mejores títulos mexicanos dedicados al terror que exploran las situaciones sociales y la psique infantil del México actual.

Vuelven

México, 2017 Dirección: Issa López Producción: Marco Polo Constandse Guión: Issa López Fotografía: Juan José Saravia Edición: Joaquim Martí Marques Música: Vince Pope Dirección de arte: Ana Solares Reparto: Paola Lara, Juan Ramón López, Tenoch Huerta, Ianis Guerrero, Rodrigo Cortes, Benny Emmanuel, Hanssel Casillas y Nery Arredondo