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2009-04-02 00:00:00

Encuentran importantes las Cosas insignificantes

Por Leticia Carrillo

La actriz Bárbara Mori dijo que haberse rapado para interpretar el personaje de Paola en la ópera prima de Andrea Martínez Crowther “no fue cosa insignificante”.

Mori, una de las mujeres más hermosas del medio artístico mexicano, señaló que cuando terminó de filmar la escena donde corta su cabello en señal de solidaridad con su hijo enfermo de cáncer, lloró “como loca” pero que poco a poco lo fue tomando con más profesionalismo.

Cosas insignificantes se estrena el próximo 17 de abril y en el elenco acompañan a Mori el experimentado actor Fernando Luján, Carmelo Gómez, Lucía Jiménez y Paulina Gaitán a quien próximamente también se podrá ver en Sin nombre de Cary Fukunaga.

La película narra la historia que está detrás de objetos, aparentemente inservibles, que Esmeralda (Paulina Gaitán) encuentra tirados en el suelo u olvidados en diferentes sitios y que atesora en una cajita de madera. Así, nos acercamos a las relaciones de tres personajes que son incapaces de conectarse emocionalmente con quienes más aman.

A través de un papelito en el que está anotado un nombre y número telefónico sabemos de la vida de Augusto Gabrieli, interpretado por Fernando Luján, un talentoso psicólogo infantil quien se percata que ya no es capaz de ayudar a nadie pues paradójicamente y tal vez por su culpa, su propia hija se alejó de él.

El caballito de mar nos remite a la situación por la que pasa el pediatra Iván (Carmelo Gómez) ya que por esconder un doloroso secreto, no satisface sexualmente a su pareja, Eli (Lucía Jiménez), quien se encuentra al límite de la tolerancia respecto al comportamiento que muestra el primero.

La flecha obsequiada por una pequeña a Paola, es el indicio mediante el cual esta ama de casa hermosa, joven, adinerada y con una vida supuestamente perfecta, se da cuenta que no ha sabido ser madre.

Por su parte, Esmeralda, la enojada adolescente que colecciona estas “cosas insignificantes”, quiere escapar de su mundo, sus responsabilidades y su familia compuesta por su enferma abuela y su solícita hermanita. La excusa perfecta se la da una invitación para irse a vivir y trabajar en Canadá; sin embargo, Augusto Gabrieli, le hará ver que a veces lo esencial pasa desapercibido y buscamos la felicidad en otros lugares, cuando la tenemos a nuestro rededor.

Cosas insignificantes se gestó como un guión dentro de los talleres del Festival de Sundance y posteriormente se adhirieron al proyecto la productora Bertha Navarro y el director Guillermo del Toro, quienes le dieron la proyección internacional que la película ostenta ya que consiguieron hacerla una coproducción entre México y España y que fuera distribuida por una de las majors estadounidenses, la Warner Brothers.