Fue uno de los directores más prestigiados de su generación lo que el abrió las puertas incluso para contratos en el extranjero. Al inicio de la década de los treinta trabajó como asistente de Juan Orol, Chano Urueta, Gabriel Soria, Raúl de Anda y Alejandro Galindo; también incursionó en la actuación, campo en el que ya había tenido experiencia en los Estados Unidos durante un viaje realizado en su juventud. En 1944 debutó con la cinta La barraca, en la que mostró sus dotes como realizador que le permitió obtener diez Arieles en la primera ceremonia de entrega de este premio, entre ellos el de mejor película, director y argumento.. Esta historia estuvo basada en la novela de Vicente Blasco Ibáñez. Entre sus películas destacan La otra (1946), La diosa arrodillada (1947), Rosauro Castro (1950), En la palma de tu mano (1950), El rebozo de Soledad (1952), El niño y la niebla (1953) y Macario (1959), si bien se mantiene hasta 1977, cuando realiza su última película, Cuando tejen las arañas (1977)