Por Gustavo Ambrosio

Por ahí una frase famosa acuñada por el periodista Ryszard Kapuscinski dice que los “cínicos no sirven para este oficio”, refiriéndose a la labor periodística. Se podría decir, que muchas veces, esa misma “ética” aplicaría para los artistas. Cuando uno se atreve a meterse al pantanoso y brusco mundo del cinismo sabe que está jugando con fuego, y en el cine, Scorsese da muestra de que se puede salir airoso con ello, no sin dejar atrás el debate.

Scorsese peleó por los derechos de la novela autobiográfica de Jordan Belfort, un hombre ambicioso y sin escrúpulos que amasó una millonaria fortuna, al lado de unos socios de medio pelo, estafando y robando a ricos y pobres por igual, despilfarrando cada centavo en orgías, drogas, y un sinfín de lujos.

Terence Winter, sí, el encargado de escribir “Boardwalk Empire”, logra adaptar la historia de Belfort de la forma más fulminante posible. Los diálogos hilarantes, las obscenidades, el alcohol, las drogas y los dólares vuelan a 24 cuadros por segundo en una línea narrativa que se mantiene hilada por uno de los mejores usos de la voz en off que se ha visto en el cine, incluidos los duelos interpretativos cuasi telepáticos.

Winter nos lleva en “un viaje” (válgase la pertinencia de la expresión) de un personaje oscuro, desdeñable,  un ser despreciable, que pese a eso, como el “Toro Salvaje” de Robert De Niro,  logra brillar y guardarse en la retina por su capacidad de estar consciente de su apetito por el despilfarro y el exceso.

El tono de farsa y sátira se va desenvolviendo con situaciones ridículas y absurdas que ridiculizan a los personajes ahí presentados, luego recordamos, que en realidad existieron y que eso que se nos muestra en pantalla es más tangible de lo que se ve, incluso peor.

Scorsese y su equipo de cabecera no dejan un solo detalle sin afinar. Los travellings, los planos secuencias y las tomas arriesgadas son ingredientes remarcables de esta película, que sin embargo, se tropieza con un montaje, bien hecho, pero que le faltó labor ¿Cómo? Hay escenas repetitivas y que de eliminarse no afectarían en nada a la trama, porque hay momentos en que de esas tres horas, parece que estamos viendo un maratón de alguna serie o alarga situaciones que de tan estiradas parece una nueva entrega de “American Pie” pero en Wall Street.

Leonardo Di Caprio da su mejor actuación desde El Aviador, y compone a un ser lleno de manías, jamás una caricatura había sido tan humana en el rostro lleno de picardía de Di Caprio. Por otro lado sus compañeros de reparto cumplidores, aunque habría que destacar a un carismático e igual de corrosivo Matthew Mc Conaughey.

Por otro lado el soundtrack es un éxito que incluye canciones interpretadas por Romeo Void, Foo Figthers, Jimmy Castor, Umberto Tozzi, The Lemonheads, Bo Diddley, Cannonball Adderley, Billy Joel, entre otros, que se adecúa a cada escena en las que son insertadas y hace disfrutable el film.

Ahora vamos al lado difícil. El cinismo. Si bien, Hollywood nos ha mostrado su lado endulcolorado del mundo financiero con “En busca de la felicidad” , donde un Will Smith pobre descubre la felicidad cuando se vuelve corredor de bolsa, también nos ha mostrado su lado crítico y mordaz hacia “Wall Street” con la cinta homónima de Oliver Stone, con un anti héroe llamado Gordon Gekko (Michael Douglas).

Pero qué pasa cuando un director de renombre decide dirigir algo basado en un betseller que se podría traducir en una oda a la vanidad y el cinismo construido por el señor Jordan Belfort, quien por cierto ya prepara un reality show. La respuesta es un discurso tan neutro que puede llegar a obtuso y a su vez rayar en la apología.

Tal como lo hizo Sofía Coppola en “The Bling Ring” , esa crítica que supuestamente lanza a las socialités no encubre la evidente fascinación que siente la directora por esas figuras. Aquí pasa lo mismo con Scorsese.

Si bien hay una línea clara y marcada del bestiario de Wall Street, hay un punto de la película, con un cameo un tanto discutible incluido, que te hace pensar, ok ¿Cuál es el punto?

“El Lobo de Wall Street” es una película cinematográficamente impecable, con algunas necesidades de volver a la sala de edición, pero que quizá sea más recordada por ese punto que nos deja contemplar una realidad, pero a la vez que deja ver cierto asombro  por el cinismo del personaje que no deja de incomodar.

El Lobo de Wall Street
Escrita por Terence Winter, Dir. Martin Scorsese, EUA/2013 Reparto: Leonardo Di Caprio, Jonah Hill, Matthew Mc Conaughey, Margot Robbie, Kyle Chandler, Jean Dujardin y Rob Reiner.


LEE TAMBIÉN:

Crítica: “El lobo de Wall Street”, la ambición como estilo de vida. Por Hugo Lara

Crítica: “Blue Jasmin” o lo que no fue. Por Javier González Rubio

Crítica: “Jobs”, una limitada biografía del fundador de Apple. Por Manuel Cruz

Intentarán Spielberg y Bardem llevar a la pantalla grande la relación Moctezuma-Cortés

Nominan a Lubezki para el premio de la Sociedad Americana de Cinefótógrafos

 

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.