Por Gustavo Ambrosio
La crítica al ‘sueño americano’ es una constante del cine independiente norteamericano que pone en evidencia la corrupción social, familiar y personal, que genera la ambición y las normas dictadas por el flujo del dinero. Si no tienes dinero no eres nadie.
Bob Nelson, mejor conocido por sus trabajos televisivos, nos trae la historia de Woody Grant, un anciano que desea ir a Nebraska a reclamar un aparente premio de un millón de dólares.
Ese punto de partida sirve para mostrarnos una historia de seres fracasados que se reencuentran con su pasado, y se enfrentan con el presente, en medio de un difícil y desolado campo de relaciones personales.
Primero, el personaje de Woody nos recuerda que a veces la amargura y la ‘demencia’ en los ancianos, puede ser sólo un reflejo de los sufrimientos y degradaciones que han sufrido en el pasado.
La narrativa de la cinta es un regreso al pasado, un flashback interrumpido donde cada uno de los personajes resuelve sus pendientes y tratan de sanar heridas, aún cuando estas parezcan imposibles de cerrarse.
Y en medio de ese flashbacks, nos muestra la podredumbre de la cultura estadunidense. Una persona sólo es tomada en cuenta cuando es millonaria, es importante si tiene dinero para prestar, un familiar sólo es querido si se le puede reclamar y chantajear cuentas bancarias.
El guión de Nelson encuentra una ejecución en dirección ideal de la mano de Alexander Payne (“Los Descendientes”) y el fotógrafo de cabecera de Payne, Phedon Papamichael. Las tonalidades grises, los encuadres simbólicamente colocados y el desarrollo de la puesta en escena son impecables. Las escenas del bar y la casa de la familia de Woody son de aplaudir a rabiar.
El trabajo del reparto, encabezado por Bruce Dern y Will Forte tiene una fuerza tal y una naturalidad que resultan empáticos y desagradables a la vez. Humanos en un escenario gris, como sería en la vida real si es que no pudieramos ver a colores. Pero quien se lleva la película es June Squibb, una actuación de reparto de lujo como la esposa de Woody. Una mujer sarcástica, honesta y directa que pone a temblar a todos.
Nebraska es una mirada honesta hacia esa enfermedad llamada materialismo y sus consecuencias en la autoaceptación y la cohesión social. El estilo y los diálogos de la cinta de Nelson-Payne es una antítesis del desgarbo del millonario presentado por Scorsese en “El lobo de Wall Street”. Es una representación de algo más cercano a nosotros, nuestras vidas atrapadas por el dinero.
“Nebraska” de Bob Nelson, Dir. Alexander Payne, EUA, 2013
LEE TAMBIÉN:
Se le dedicará un homenaje a Hayao Miyazaki y Carlos Carrera en el FICAGS
Forja Joaquin Phoenix una notable interpretación en “Her”
Crítica: “Balada de un hombre común”, escenas de dolor y fracaso con humor
Crítica: ”Lore”, una conmovedora historia de supervivencia