El Juego Perfecto narra una historia sobre la esperanza y la amistad. Está inspirada en sucesos reales, situados en 1957, cuando un equipo infantil de beisbol de México derrotó, contra todos los pronósticos, al poderoso representativo de Estados Unidos, en una competencia internacional. La película pone de relieve el contexto de una época marcada por el racismo predominante en la frontera entre ambos países. La película está centrada en el entrenador Ángel Macías y su grupo de nueve niños que lograron un juego perfecto, superando diversos obstáculos y limitaciones de distinta índole. Entre el anecdotario alrededor de esa hazaña deportiva -que alcanzó dimensiones épicas que aún hoy en día se recuerdan- se cuenta que el equipo de las Ligas Pequeñas de Monterrey acudió después de la victoria a la Casa Blanca para desayunar con el Presidente Eisenhower, así como también fueron presentados con Lyndon B. Johnson y Richard Nixon, y además pasaron un día en Ebbets Field con los Dodgers.
