Por Miguel Ravelo Ortega
En el segundo día de la presente edición de Distrital, la sección Topografías nos trae lo que en la sinopsis del catálogo del Festival es llamado un ensayo experimental en video, y efectivamente, es difícil catalogar “Todos los recuerdos del mundo” (All the memory in the world) como una película en la concepción clásica del término. Mike Olenick realiza un impresionante ejercicio de investigación y memoria para localizar y editar secuencias e imágenes de cientos de películas existentes (en los créditos pueden contarse alrededor de 400 cintas utilizadas para armar este trabajo), y en 72 minutos, hundir al espectador en un viaje de imágenes y sonidos, guiados únicamente por una voz misteriosa que afirma ser la de una persona que sufre gravemente de insomnio y que a través de las imágenes, analizará el papel de la memoria, los sueños, el olvido, la fotografía, la presencia de la madre en la vida de un hombre, y muchos temas más que el director irá hilvanando y deshilvanando según su parecer.
Es difícil catalogar o hasta juzgar un trabajo como el realizado aquí por Olenick. El viaje abarca todas las décadas y géneros en la historia del cine, decenas de directores y temas, y sin problema podemos estar viendo una secuencia de “M, el Maldito” (Fritz Lang, 1931), para en la siguiente escena pasar a una secuencia de “El aro” (Gore Verbinski, 2002), “Quédate a mi lado” (Chris Columbus, 1998), “La gran aventura de los muppets” (Jim Henson, 1981), “Los cazafantasmas 2” (Ivan Reitman, 1989), “Annie Hall” (Woody Allen, 1977), “Vertigo” (Alfred Hitchcock, 1958), y cientos de películas más, todas ellas tratando de dar forma a los pensamientos que la voz va entregándonos.
Por momentos coherente y en otros carente de todo sentido, el experimento de Olenick no deja de ser interesante. La voz del narrador pareciera estar contándonos el relato de las pesadillas de un enfermo mental, lo que logra generar inquietud y por momentos hasta terror. Las imágenes van sucediéndose temáticamente y podemos ver decenas de tomas y escenas de personajes haciendo fotografías y revelándolas, para después pasar a muchos rostros angustiados, gente leyendo periódicos, tocando el piano, descubriendo cuerpos asesinados, gritando, riendo o viendo fijamente a cámara.
A un obra de esta naturaleza pueden encontrársele muchas interpretaciones o significados, o concluir que es un trabajo incoherente, lo que dependerá de cada espectador y de los ánimos con los que entre a la exhibición. Lo que sin duda puede afirmarse de “Todos los recuerdos del mundo”, es que consigue un trabajo monumental de investigación y edición que logra crear un sentimiento de incomodidad y a la vez darnos algo que pocas veces puede verse en una sala de cine. ¿O en qué otro lugar podemos ver a Clarice Starling revisando periódicos antiguos en una computadora en “El silencio de los Inocentes” (Jonathan Demme, 1991), para después cortar al periódico que está leyendo y en él descubrir la noticia de la muerte de los padres de Bruce Wayne en “Batman” (Tim Burton, 1989)?
Mike Olenick ofrece un trabajo diferente y arriesgado que vale la pena ser revisado en una sala de cine. Distrital estará exhibiéndolo el miércoles 04 de junio a las 19:00 hrs. en Cinépolis Diana, y el viernes 06 de junio en el mismo horario en el Centro de Cultura Digital.