* Presenta IMCINE Anuario estadístico del cine mexicano.
* Discurso pronunciado durante su presentación.
Por José Díaz*
Llevo trabajando en la industria cinematográfica 50 años y debo reconocer que este Anuario Estadístico 2010 resultará una gran herramienta para todos aquellos que nos dedicamos al mundo del cine.
A lo largo de más de un siglo de vida, el cine mexicano ha sido capaz de desarrollarse y trascender en varios aspectos, gracias principalmente a su valor artístico y creativo, que han agregado generacionalmente decenas de productores, directores, actores, escritores, músicos y otros especialistas.
Desde su configuración como industria, a partir de los años treintas y cuarentas del siglo XX, fue fundamental la integración de los tres componentes esenciales, es decir: la producción, la distribución y la exhibición. Esto derivó necesariamente en la profesionalización de todos los ámbitos, incluyendo los financieros y administrativos. Se crearon entidades e instituciones que a lo largo de diferentes épocas han hecho aportaciones específicas, recordemos al Banco Cinematográfico, Cía. Operadora de Teatros o Películas Nacionales , así como una serie de instrumentos diseñados para hacer más eficiente el cine mexicano para enfrentar sus crisis y sus carencias. A veces estas entidades e instrumentos han funcionado con fortuna y otras no han sobrevivido o se han transformado.
Sin embargo, el aprendizaje de todas estas experiencias han permitido comprender la importancia de la medición, que constituye el tema de este Anuario. Hay que decir que aunque parezca un campo árido por su tipo de materia prima (los números y datos duros) las mediciones son importantes para tener claro cuál es la tendencia de nuestro cine e industria, cuál es su sintomatología, sus flancos débiles y sus fortalezas, los caminos que se pueden abrir en la producción, la distribución o exhibición, así como las preferencias del auditorio o las formas del consumo del entretenimiento, a través de los medios tradicionales y el de las nuevas tecnologías.
Lo que se descubre en este libro, más allá de las tuberías de la industria que es lo que jamás mira el espectador común, son las tendencias recientes del cine mexicano que deben ser revisadas con lupa por los especialistas de la industria, sean cineastas, productores distribuidores, exhibidores o investigadores. Este anuario invita a hacer un ejercicio de análisis exhaustivo, que no sólo nos deje averiguar cuáles son las cuotas de mercado por distribuidor, las películas más rentadas en dvd, sino el significado detrás de ello, es decir, la reflexión que desentrañe el acertijo de las cifras. Está claro que si no existiese un duopolio televisivo y la piratería no existiera, tendríamos una industria mucho más sana.
Este es el primer anuario que hace IMCINE, les llevó 6 meses elaborarlo. Este trabajo forma parte de la transparencia de la información. La difusión de datos, o sea la generación de datos es nuestro mejor aliado. Este anuario es una especie de observatorio del conocimiento compartido, cada área debe conocer los problemas de la otra y retroalimentarse.
El Estado tiene la obligación de fomentar las industrias creativas, las industrias creativas generan soberanía, crean propiedad intelectual.
No olvidemos que la cinematografía es una actividad cultural y educativa estratégica para el desarrollo del país y a la vez, es una industria que produce una importante derrama económica y una significativa fuente generadora de empleos directos o indirectos, que al mismo tiempo es un medio de comunicación que refleja la identidad e idiosincrasia de los pueblos.
Se considera importante vincular estrechamente la actividad cinematográfica con una política cultural e industrial que propicie por un lado el surgimiento de aquellas expresiones de la creación artística en un marco democrático y plural de libertad y respeto, y por otro lado, fortalezca una industria prioritaria y estratégica para el país, que fomente la actividad artística con viabilidad técnica y financiera.
Uno de los objetivos principales de la política cultural es fortalecer el ejercicio pleno de la soberanía nacional como valor supremo de nuestra nacionalidad y como responsabilidad primera del Estado mexicano y avanzar hacia un desarrollo social que propicie y extienda, bajo los principios de equidad y justicia, las oportunidades de superación.
Además, se busca que la producción cinematográfica sea competitiva a nivel nacional e internacional y coadyuve a elevar su rentabilidad cultural.
Como dice en la presentación el Anuario, .. el poder de entretenimiento y comunicación de las imágenes en movimiento es un puntal estratégico en el desarrollo de las sociedades.
Qué bueno que el IMCINE, institución que articula las políticas públicas de fomento a la producción y difusión, cinematográficas en México, tuvo esta idea. Después de analizar este Anuario todos entenderemos un poco más de qué se trata este negocio, qué es lo que está sucediendo en nuestra industria, tanto en nuestro país como en el extranjero. IMCINE debe hacer llegar este Anuario a todos lo que de alguna forma u otra nos dedicamos al quehacer cinematográfico, es sin duda un valioso indicador del comportamiento de nuestra industria.
Todavía en los años sesenta, cuando existía la Compañía Operadora de Teatros, tenían prohibido informar las entradas de los cines, era una especie de secreto de estado. En aquel entonces, con la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, se logro establecer en los años setentas un reporte que llamamos “Taquillómetro”, el cual se hacía en stencil y se repartía con un propio, que nos informaba todos los lunes las entradas de los cines del D.F. y zona metropolitana. Claro, las entradas de la provincia seguían siendo un misterio.
Ya Hace varios años todos los exhibidores y distribuidores utilizamos el sistema de Información denominado NIELSEN o RENTRACK. En la noche todos los cines y todas los Distribuidores, sean grandes, medianos o chicos, conocemos todas las entradas de todos los cines del país.
Este valioso volumen es, una más de las aportaciones del Instituto Mexicano de Cinematografía para ayudar a que la gente que conformamos la industria y la comunidad cinematográfica podamos vernos y escrutarnos a nosotros mismos, como un espejo que no pretende embellecer ni engañar.
Desde mi punto de vista, permite tomar distancia de los apasionamientos y comprender la relevancia de las instituciones que hemos conformado, en particular el IMCINE como la entidad que representa a nuestro cine como activo cultural pero también económico. Los que estamos comprometidos con nuestro cine y nuestra industria, estamos llamados a examinar este anuario y hacer una evaluación seria sobre el balance que queremos de la cinematografía nacional, entre su valor como producto comercial y su trascendencia como expresión de nuestra cultura e identidad.
Metiéndonos un poco en el anuario, nos hacemos las siguientes preguntas:
¿Por qué, aún cuando año con año se incorporaran al mercado de la exhibición entre 200 y 350 pantallas, el promedio por sala va a la baja? Crece la oferta, pero no el mercado.
¿Por qué los estrenos de películas mexicanas representaron solo el 15% del total de estrenos en 2010?.
¿Por qué en México los ingresos de una película por su exhibición en theatrical representa el 90% y la venta de los derechos para televisión y dvd sólo el 10%, cuando en otros países pueden alcanzar 50% cada uno?.
Respecto a la publicidad, la televisión es el principal medio por el que la gente se entera de las películas que se estrenan. Ahora, recuerdo una anécdota del viejo Productor de televisión Valentín Pimstein que decía…”EL CANAL 2 APAGADO, TIENE EL 4% DE RAITING”.
Para terminar quisiera citar una frase de Eliseo Subiela:
“EL CINE ES EL SUEÑO QUE SE TIENE CON LOS OJOS ABIERTOS”.
No me resta más que felicitar a Marina Stavenhagen y a todos sus colaboradores por este espléndido trabajo.
* Discurso de José Díaz, director general de Cinemas Lumiere, pronunciado durante
la presentación del Anuario estadístico 2010 del cine mexicano, el
martes 22 de marzo en los Estudios Churubusco. Además de Díaz, participaron como presentadores el cineasta Víctor Ugalde, la productora Mónica Lozano, Ricardo Alvarez, director de ProMéxico, y la investigadora Leticia Hinojosa. La mesa fue moderada por la comunicóloga Gabriela Warketin.
