Por Hugo Lara
Desde Cannes

“Irrational Man”, la más reciente película del prolífico Woody Allen, tuvo su premiere fuera de competencia en esta 68 edición del Festival de Cannes, a donde acudió el director junto con sus actores. Es un filme cien por ciento dentro del estilo de Allen, que visita otra vez varios de los temas y situaciones que se han visto antes en varios de sus filmes, como “Crímenes y pecados menores” (1989) o “Match Point” (2006), donde el cineasta se regodea en diálogos sofisticados e intelectuales, así como en dilemas graves sobre la existencia, el asesinato, el destino y la casualidad, siempre con una pátina de humor corrosivo y mordaz. La película no alcanza la cumbre de lo mejor de su filmografía, pero mantiene un nivel aceptable para sus seguidores, con la acostumbrada rapidez de su puesta en escena y escenas que sorprenden.

Abe (Joaquin Phoenix), profesor de filosofía, llega a ocupar una plaza en una universidad ficticia de la culta Costa Este de Estados Unidos, Braylin College. Su personalidad depresiva es al mismo tiempo cautivante, capaz de entablar conversaciones llenas de conceptos filosóficos que atraen el interés de Rita (Parker Posey), una profesora de ciencias cuyo matrimonio va en picada, así como el de una de sus brillantes alumnas, Jill (Emma Stone). Poco a poco, Abe ese interna en un camino en el que busca darle claridad a su vida a cualquier precio, lo que lo hará cruzar un punto sin retorno muy peligroso, con sangre de por medio.

Como sólo Allen lo puede hacer, propone un juego de diatribas y acertijos a través de la voz de sus personajes, capaces de citar a grandes pensadores como Kierkegaard, Nietzsche o Dostoyevski (y la inevitable referencia a su “Crimen y castigo”). Este proceso racional que experimenta Abe (muy bien encarnado por Phoenix, de lo mejor de la película) lo va conduciendo hacia un estado de presunta liberación que lo sitúa en el polo opuesto, es decir, a lo más primitivo de su ser.  La paradoja que entraña esta transformación adquiere su mayor intensidad hacia el desenlace, en la confrontación con Jill.

“Irrational Man” en suma es una película poblada de las filias y fobias de su director. No sorprenderá a aquellos que busquen algo nuevo de este gran cineasta, pero podrán hallar cosas ya tratadas por él con diferentes enfoques y combinaciones. Y esa ha sido la clave de su permanencia.

 

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.