Por Davo Valdés de la Campa
Desde Cannes
La Semana de la Crítica comenzó oficialmente con la presentación de “Sleeping Giant” del canadiense, Andrew Cividino en el Teatro Miramar. Con esto La Semaine cumple 54 ediciones y se convierte en una de las secciones con más tradición dentro de Cannes. Según las mismas palabras de Cividino, la trama de “Sleeping Giant” es el encuentro de dos filmes clásicos que muestran diferentes procesos de la infancia: “Stand By Me” y “The Lord of the Flies”. La película se centra en las vacaciones de Adam, un niño que pronto dejará de serlo, durante el verano en Lake Superior, con su familia. Su inocente visión del mundo pronto será resquebrajada por la influencia de dos jóvenes mucho más experimentados que él: Riley y Nate, niños precoces que rompen la cotidianidad vandalizando los alrededores, saltando peñascos, robando alcohol, destruyendo cosas.
La película aborda la infancia como un momento violento y contradictorio. Por un lado se muestra la posibilidad lúdica de la destrucción y el gozo de romper las reglas, quizá porque en el lago no existe un control parental tan rigido como en las ciudades, como si de pronto las vacaciones se convertieran en un momento carnavalesco que permite ciertas cosas que usualmente no se permitirían. La película navega en una atmósfera erótica sutil de ambiguedad sexual y al mismo tiempo muestra el paisaje del lago no necesariamente paradisíaco sino infernal como el camino de tránsito hacia la adultez. En algún punto Adam se entera de un secreto familiar que lo lastima y lo lleva a desencadenar una serie de acciones que cambiará su visión del mundo y la vida de sus amigos para siempre: las mentiras y los secretos ya son acciones sin repercusiones, sino que pueden convertirse en algo mucho más grande y perturbador. Sleeping Giant habla de como de pronto esas travesuras dejan de ser cosas de chicos y se convierten en crímenes o en acciones con consecuencias reales en el mundo.
El personaje de Adam es el centro de la historia. A través de las relaciones que entabla con su círculo más cercano se van desentrañando algunas verdades del mundo. Primero la pantalla de la familia perfecta se difumina cuando su padre comienza un amorío con una mujer que conoce en una fiesta del pueblo. Después sufre quizá las primeras confusiones sobre la preferencia sexual y la amistad. Pero sin duda uno de los elementos más simbólicos es el de un gran acantilado que circunda el lago, de más de 30 metros de altura que pocos se han atrevido a saltar. Conforme pasan los días las relaciones se complican y el ambiente se vuelve tenso. He ahí la similitud con “The Lord of the Flies”. Los niños pueden ser crueles, honestos pero brutales.
La película se presentó con gran parte del reparto, la gran mayoría actores no presionales, especialmente los jóvenes cuya naturaleza violenta y encantadora llevaron a que Cividino apresurara los planes de filmar esta película, ya que según él no quería que crecieran más y se perdiera esa escencia de tránsito entre la niñez y la adolescencia que ellos poseían en ese momento. “Sleeping Giant” es una película que muestra de manera cruda y al mismo tiempo natural -y descarada a momentos- los impulsos destructivos de la adolescencia. Pero también nos recuerda lo que Joseph Conrad llama “la línea de la sombra”: el momento exacto en el que se pierde la infancia para siempre.
“Sleeping Giant “compite en la selección oficial de largometrajes de la Semana de la Crítica y también es candidata a la Cámara de Oro, un premio que el jurado entrega a primeras películas ya sea de la Selección Oficial, de la Quincena de los Realizadores o de la Semana de la Crítica.