Por Jean-Pierre Garcia
Desde Cannes 2021, en exclusiva.
Sean Penn está presente en la competencia oficial del Festival de Cannes con su más reciente película, casi en familia, pues está acompañado de sus hijos Dylan y Hopper Jack Penn. Todos vinieron a apoyar a su padre y a la película “Flag Day” («El día de la Bandera») en la que los tres actúan. Hubo muchos aplausos en el Gran teatro Lumière, aunque menos o pocos en la sala de prensa.
Se trata de una búsqueda, el camino de una hija muy decepcionada tras conocer la realidad de aquel padre que ella y su hermano querían tanto de niños. El Príncipe, el aventurero que les contaba historias muy lindas, viajes maravillosos (para justificar sus ausencias muy seguidas), el hombre que los hacía soñar y que aparece rápido como un ladronzuelo, un hombre sin ámbito, un hombre que abandona a su familia, y que acaba con quince años de prisión después de un asalto a un banco. La historia se desarrolla desde los años setenta hasta los inicios de los noventa.
A lo largo de la trama, compartimos este tema con la hija de este hombre, sus sufrimientos de adolescente y su decisión de no parecerse a su padre. Recorremos los diferentes tramos del conflicto de esta joven para sobrevivir y escapar de las continuas mentiras del padre.
Todo esto funciona un poco en la película de Sean Penn. Tiene sus buenos momentos, pero al final salimos un poco frustrados.
Lo que salva a “Flag Day”, al final, es la calidad del trabajo de los actores, sobre todo el del mismo Sean Penn y en especial el de su hija Dylan, cuyo papel es muchísimo más desarrollado que el de su hermano.
Sean Penn está de vuelta. ¡Seguro! Pero todavía tiene que ir más allá de historias de este tipo. Ojalá regrese a la energía de “Into the Wild”, su primer ensayo como director.