Por José de Jesús Chávez Martínez
Cada año hay expectativas para los premios Óscar y muchos comentarios al respecto sobre las favoritas y favoritos a los principales premios, evidentemente la mayor de esas expectativas gira en torno a la mejor película, y con “Emilia Pérez” (que era la clara favorita después de los galardones obtenidos en Cannes, en los Globos de Oro y en los BAFTA) desinflada con las duras críticas de analistas y aficionados, el campo quedaba libre para cualquiera de las nominadas este año.
Se hablaba de “Cónclave”, “El brutalista”, “La sustancia”, “Un completo desconocido” o “Wicked” como las más populares y más fuertes candidatas bajo su naturaleza de grandes producciones. La brasileña “Aún estoy aquí” o “Anora” (filme independiente) también se mencionaban con alguna posibilidad y fue esta última la que finalmente se llevó varias categorías, incluida la de mejor cinta del año, ¿merecida o inmerecidamente? En esta ocasión esta pregunta es difícil de contestar.
Sean Baker, director de “Anora”, se ha distinguido por ser un interesante cineasta independiente cuya obra manifiesta la preocupación por las problemáticas de personajes de estratos sociales bajos en la unión americana, solo que esta vez se decanta por utilizar marcadamente el tono de comedia en lo que sería el pináculo de su carrera, del cual no debería bajarse.
Anora o “Ani” (Mikey Madison), como quiere que la llamen, es una joven sexoservidora que conoce a Iván o “Vanya” (Mark Eidelstein) un joven millonario ruso, bueno para nada y simplón que la aborda en un table dance de Nueva York. El chico, que es simpático y derrochador, le propone un servicio por unos días a cambio de 15 mil dólares. Ambos pasan jornadas de placer y lujos, y van a dar a Las Vegas en el avión privado del padre del rusito, donde deciden casarse por la vía civil… resulta que Ani se ha enamorado.
La complicación sucede porque los cuidadores del chico y empleados de Nikolái Zajárov (Alekséi Serebriakov), padre de Vanya, se enteran del disparate de la boda y deciden anularla con la anuencia del jerarca magnate y su esposa, quienes viven en Rusia. Así, entran en escena tres singulares personajes mafiosos y aparentemente matones: Ígor (brillante Yura Borísov), un matón distraído y tranquilo, muy contrastante; Toros (magnífico Karren Karagulián), un enérgico decisor pero a la vez humorista involuntario; y Garnick (Vache Tovmasyán), un cómplice armenio, medio tonto, contratado por Toros.
Los tres llegan a la moderna mansión y enfrentan a una furiosa Ani, en tanto que Vanya huye cobardemente. Esta secuencia es una estupenda escenificación de comedia entre slapstick y marxiana, con dos caballerosos Ígor y Garnick que no desean dañar a la chica mientras ésta los golpea, y un desaforado Toros que, entre diálogos chispeantes y rabiosos, “explica” que el matrimonio debe ser anulado, así que convencen (más bien obligan) a Ani de ir a buscar al parrandero o de lo contrario padecerá la furia de los padres del junior, además de que le pagarán 10 mil dólares por la revocación nupcial.
Al leer la sinopsis de “Anora”, uno no se imagina lo jocosa que resulta su trama ni lo colorido de su presentación. Los gags se van dando con naturalidad en diálogos y en situaciones, entre comicidad fina y realismo urbano. Las sexoservidoras parecen eso, prostitutas que conviven en un burdel costoso y atienden a los clientes en interacciones muy verosímiles. Eso implica una dirección de escena bastante funcional y una sobresaliente interpretación de prácticamente todo el elenco. “Sangre, sudor y lágrimas” hubo en esta filmación, dijo Baker al recibir el Óscar. Mikey Madison igualmente logró imponerse a Demi Moore y a la brasileña Fernanda Torres, las otras dos favoritas, como mejor actriz principal, gracias a su entrenamiento en el pole dance y a su emotiva actuación llena de contrastes emocionales; en tanto que Yura Borísov fue nominado como mejor actor de reparto por su papel de desenfadado pero a la vez comprensivo y tierno matón. Pero quien también sobresale (y vaya que sí) es Karren Karagulián, interpretando a un muy gracioso capo que con elegancia trata de resolverle la vida a Varnya y a sus vanidosos y prepotentes patrones rusos.
Hay quien opina que la trama de esta cinta es muy similar al clásico “Pretty Woman” (Garry Marshall, 1990) donde una meretriz (“Vivian”, Julia Roberts) es contratada como dama de compañía durante una semana por un empresario millonario (“Edward”, Richard Gere), en un cuento de hadas de fin de siglo, a su vez inspirado lejanamente en el mito de Pigmalión. Sin embargo, “Anora” más bien tiene un hilo conductor más similar al de “Trainspotting” (Danny Boyle, 1996): en ambos casos la historia empieza como un divertido juego de excesos y termina de forma dramática y de auto descubrimiento. En pocas palabras, el final de “Anora” es muy bueno.
Baker afirma que en la localidad de Nueva York donde él vive y creció, hay una comunidad de rusos cuya cultura y estilo de vida llamó su atención, de ahí que se inspirara en ellos para construir el guion (que le valió otro Óscar) y también para integrar el elenco con actores de esa misma nacionalidad, desconocidos para las mayorías, pero muy talentosos. De ahí que se note un trato cariñoso a los personajes, diseñados con integridad moral y mucha esencia, lo cual se agradece, ya que solemos ver en películas hollywoodenses un retrato grotesco y hasta grosero de los rusos (obvio, son vistos como enemigos).
“Anora” estuvo en cartelera en algunas ciudades y después fue retirada, pero después del 2 de marzo fue reprogramada con éxito, gracias al efecto Óscar. Este año la Academia optó por el cine independiente e hizo bien porque no siempre todo lo que brilla es oro. Ahora bien, ¿“Anora” merecía el Óscar? Tal vez sí, tal vez no, pero vale mucho la pena verla.
Título original: Anora. País: Estados Unidos. Año: 2024. Dirección: Sean Baker. Producción: Alex Coco, Samantha Quan, Sean Baker. Guion: Sean Baker. Música: Matthew Hearon-Smith. Fotografía: Drew Daniels. Montaje: Sean Baker. Productoras: FilmNation Entertainment, Cre Film. Distribución: UIP Duna, Le Pacte, Neon. Reparto: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yura Borisov, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, Aleksei Serebryakov, Darya Ekamasova.