Por María Milla
Noticine.com-CorreCamara.com
“Loving Pablo” (2017) es la nueva película de Fernando León de Aranoa, que, tras haberse proyectado el año pasado en diferentes festivales, llega a las salas españolas el viernes. Este drama biográfico, basado en el libro “Amando a Pablo, odiando a Escobar”, escrito por la periodista colombiana Virginia Vallejo, narra la relación amorosa que Vallejo mantuvo con el narcotraficante en la década de los 80.
Con una acogida un tanto tibia en las pasadas ediciones de Venecia, Toronto y San Sebastián, “Loving Pablo” muestra, en otra película sobre su vida, la figura del narco Pablo Escobar. La cinta, que se presenta como un thriller criminal y amoroso, retrata el ascenso y caída del narco colombiano, cuya relación con Vallejo se extendió desde 1983 hasta 1987, aunque en el largometraje se prolonga hasta 1993.
En esta ocasión, el encargado de dar vida al jefe del cartel de Medellín es Javier Bardem, quien ha logrado una actuación muy convincente, así como una caracterización remarcable, sabiendo llevar acertadamente las distintas facetas de Escobar, una gran figura paterna dentro de su casa y un despiadado narcotraficante de puertas para fuera. En el papel de la periodista colombiana Virginia Vallejo, una Penélope Cruz no tan creíble, cuyos ataques de histeria llegan a parecer forzados por la larga duración de esos planos, y que luce más en planos multitudinarios que en sus escenas en solitario.
La historia está narrada desde el punto de vista de Vallejo, algo que debería haber dado mayor chispa a la película, siendo un punto novedoso en cuanto a las diversas versiones de la vida de Escobar que se han llevado al cine y a la televisión en los últimos años. Sin embargo, el hecho de tener una narración en off, que remarca lo que se está viendo en las imágenes de forma innecesaria, por parte de Penélope Cruz hasta pasada la primera mitad de la película no acaba de convencer.
En una trama en la que los momentos íntimos entre Escobar y la periodista, cuya relación nunca llega a alcanzar la fuerza dramática, romántica y de tensión que va presuponiendo a medida que avanza el relato y que deberían tener mayor impacto sobre los espectadores, son las escenas de acción las encargadas de levantar una película que, por momentos se llega a hacer pesada. Dos ejemplos de esto pueden ser la vibrante secuencia de montaje entrecortado en la que se suceden diversos asesinatos, llevados a cabo de forma fría y brutal, musicalizada con el tema “Señor Matanza” del grupo francés Mano Negra; o la otra gran secuencia de acción en la que los narcotraficantes detienen el tráfico para hacer aterrizar un avión en una autopista americana y comienzan a cargar la droga en distintos coches.
Quizá, uno de los principales problemas de la película es la decisión por parte de León de Aranoa de hacer que unos personajes colombianos se comuniquen en inglés, usando ciertos modismos en castellano, algo que hace recordar a la exitosa serie de Netflix “Narcos”, y que da lugar a un spanglish algo forzado. Esto ya le ocurrió al director en su anterior película “Un día perfecto / A Perfect Day”, y hace que el guion de “Loving Pablo” quede relevado a un segundo plano.
La película destaca notablemente en la caracterización de los personajes, principalmente con la transformación que sufre Bardem para convertirse en Escobar y su envejecimiento a lo largo de los años en los que se centra el film. Además de una fotografía muy lograda y unas localizaciones muy acertadas, con las que Fernando León de Aranoa muestra la sociedad de Colombia durante el ascenso del narcotraficante, metiendo en el relato a los espectadores en escenas como la precipitada huida de Escobar por la naturaleza, grabada desde un plano aéreo.
En definitiva, una película más sobre Pablo Escobar que, de haber llegado la primera o haber sabido sacar más partido al punto de vista desde el que se narra, podría haber llegado a algo novedoso y más memorable, pero que no logra terminar de arrancar.