Por Rolando Gallego
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Hay algo que a la Disney le hace falta en estos momentos, y es poder remontar una parte épica de films del estilo de “El Señor de los Anillos / The Lord of the Rings” (2001) o “300” (2006), por citar sólo algunos ejemplos. Es que por un lado tiene los estudios de animación, su vínculo con Pixar y Marvel y también la adquisición de Lucas Films, que dotan al estudio de una diversidad única, pero aún le sigue faltando la posibilidad de generar franquicias con personajes emblemáticos que abran el juego de una construcción fílmica clásica y fantástica. Está claro que con “Maléfica / Maleficent” (2014), una nueva versión de la conocida historia de Perrault y los hermanos Grimm “La Bella Durmiente”, el camino se ha iniciado, pero el centro de la narración estará ubicado en el hada que da nombre al film y que por giros del destino pasará del lado “bueno” al lado “malo” de la historia.
Maléfica (Angelina Jolie) es el hada protectora de El Páramo, un paraíso natural en el que conviven los elfos, hadas, gnomos y demás seres mágicos que iluminan y maravillan la tierra. A ese lugar nunca ha ingresado un ser humano, hasta que un día un joven llamado Stefano (el adulto es interpretado por Sharlto Copley) es descubierto en el lugar, luego de tomar alguno de los tesoros ocultos y entabla una entrañable relación con Maléfica que roza lo amoroso. Años después Stefano traicionará a Maléfica y ella en su dolor, decide transformar el otrora luminoso, colorido y bello Páramo en un reino ominoso y oscuro, donde la alegría y la felicidad deben ser desterradas.
Con la ayuda de su fiel cuervo/hombre Devian (Sam Riley) armará un siniestro plan de venganza el día de la presentación oficial de Aurora (Elle Fanning), hija del Rey Stefano, propulsor de la traición a Maléfica, para desplegar su maldad sobre la niña, determinando que el día de su cumpleaños número 16, la aguja envenenada de una rueca la hará caer en un sueño mortal del que sólo podrá despertar si es besada por su verdadero amor.
El realizador Robert Stromberg, que salta de la especialización en efectos visuales a la dirección de cine, se apoya en un intenso trabajo en la paleta de colores, con el que intentará recrear imágenes oníricas y de ensueño, clave en los cuentos infantiles, y también en una iluminación que genera contrastes entre la bondad / maldad de Maléfica. Angelina Jolie marca su regreso a la pantalla grande con una recreación exacta del personaje animado de La Bella Durmiente, sabiendo que las miradas estarán sobre ella, esforzándose como nunca en lograr un tempo y una interpretación acorde a la situación.
Si bien por momentos esa maldad aflora en Maléfica, la fábula muestra el lado más benigno del personaje y quizás allí es donde no se genera un mensaje coherente con el resto de la película, pero que apuntará a lograr mayor adhesión del público infantil. Gran apuesta al cine épico y de aventuras con el que Disney asombra y potencia el aspecto más intenso de su factoría: el de liberar la imaginación para narrar la clásica historia del bien versus el mal.