Por José de Jesús Chávez Martínez
Con «Depredador: la presa» (Pray, 22022) suman ya seis películas cuyo protagonista es un extraterrestre que nunca ha sido muy bien definido en términos originarios: sociales, planetarios o psicológicos. Solo sabemos que es un ente (o muchos, pues son una raza) con una fuerza descomunal y que maneja una tecnología muy avanzada en cuanto a la nave intergaláctica en que se transporta, como en el letal armamento que utiliza, además de una especie de camuflaje avanzadísimo que lo vuelve invisible.
El problema es su constitución mental, ya que es muy agresivo y violento, además de manejar un código de honor basado en un espíritu “guerrero” en el que parece viajar por el universo buscando mundos y enemigos a quienes vencer y tomar sus cráneos y columnas vertebrales como trofeos. Cuando llega a la Tierra hace gala de su mayor ímpetu gandalla con los terrícolas, inferiores a él en casi todos sentidos. Uno se pregunta si de verdad puede existir alguien tan inteligente en el universo, con capacidad cognoscitiva e inventiva para desarrollar artefactos tan complejos y a la vez ser un matón muy aprovechado. Se requiere una mayor investigación acerca de este sujeto (o grupo de sujetos) para dilucidar si existe la posibilidad de una naturaleza tal. En su descargo, hay que decir que el sentimentalismo no cabe en él, como en el caso de personas frías y calculadoras, aunque no hay variaciones de personalidad en esa raza de otro mundo. Además es enorme y feo con ganas.
Fue el director John McTiernan quien dio a conocer a este personaje en 1987 en “Depredador” (“Predator”), cinta que estelarizó ni más ni menos que Arnold Schwarzenegger mediante una historia que primero plantea una intervención militar estadounidense en El Salvador y que luego deriva en la invasión del monstruo para masacrar al batallón enviado, dejando en un duelo final a Arnold versus la criatura. No hay mucha lógica en la trama, pero sí mucha acción angustiante y un establecimiento de la criatura como marca registrada exitosa.
Después vinieron otras películas variopintas y grotescas, donde el invasor llega a la ciudad para luchar contra Danny Glover y Gary Bussey (¿?) y luego se encuentra en unas ruinas aztecas (¡¿?!) con Alien, el otro celebérrimo monstruo/animal con quien sostiene una encarnizada y letal batalla, además de una segunda parte. Hay otra historia que muestra a un grupo de gañanes internacionales (entre ellos un samurai y ¡un narco del cártel de los Zetas!, interpretado por Danny Trejo) enviados a otro planeta muy similar a la Tierra, en una especie de juego mortal ideado por los depredadores para luchar contra ellos. Y una más en la que la bestia inteligentísima enfrenta a un grupo de veteranos de guerra con problemas mentales, lo que los vuelve peligrosos.
La última entrega aborda la primera llegada del monstruo (esta vez encarnado por el ex basquetbolista Dane DiLiegro) a la Tierra en el siglo XVIII para molestar e intentar cazar a una tribu comanche, o a quien se le ponga enfrente, en Estados Unidos. Aquí se muestra la cultura, el misticismo y creencias del grupo indígena que trata de entender el significado de la nave espacial del incursor y posteriormente enfrentarlo con sus centenarias técnicas de combate. La bella Naru (Amber Midthunder) es una aspirante a guerrera que a escondidas practica maniobras de lucha y manipulación de armas, pero el grupo la mira con cierto desprecio ya que su hermano Taabe (el debutante Dakota Beavers) es un habilidoso guerrero y líder de otros jóvenes también diestros.
Tratando de probarse, Naru va en busca de un puma que ha estado atacando al clan, pero es secuestrada por colonos franceses (voyageurs) que también capturan y torturan a Taabe. Entonces llega el depredador para tomar lo de siempre: rivales para aniquilarlos y probar su supremacía. Los franceses y los jóvenes guerreros comanches sufrirán las consecuencias, aunque Naru y su hermano enfrentan valientemente al alienígeno y logran dañar corporalmente con armas arcaicas al poderoso invasor, cosa que ni Schwarzenegger logró en una lid cuerpo a cuerpo.
Esta puede ser la película más lograda de la saga en cuanto a una lógica argumental que mantiene la sorpresa y la tensión ante lo desconocido, como cualquier otra cinta decente de ciencia ficción. Igualmente aborda con consideración la cultura comanche respecto de elementos culturales como las viviendas, las vestimentas, su lengua y sus creencias; por ejemplo, al ver la nave en el cielo, los indígenas la identifican como “El pájaro del trueno”, figura mítica de gran poderío y fuerza, que también está presente en otros grupos de América del Norte.
La mejorada hechura de este filme está desde el título en inglés, simplemente “Prey” (“Presa”, sin aludir directamente al extraterrestre), y en la dirección del joven Dan Trachtenberg en la que es apenas su segunda película, teniendo su debut como realizador con la eficaz “Avenida Cloverfield 10” (“10 Cloverfield Lane”, 2016), también de ciencia ficción. Trachtenberg maneja con sobriedad a un reparto prácticamente desconocido (solo Amber Midthunder tiene un cartel destacable) que cumple con las expectativas del script, además de mantener constante la incertidumbre narrativa.
Esta obra, que fue poco promocionada, resulta ciertamente una sorpresa para los amantes del híbrido ciencia ficción-terror y de esta saga en particular. Quizá no está para ser galardonada, pero cumple eficiente y mayoritariamente con su cometido. No se pierde el tiempo si se deciden a verla. Está en la plataforma Disney.
(Y ya vienen dos entregas más: “Depredador, asesino de asesinos”, animada, a estrenarse en junio de este año, y “Depredador: Tierras Baldías”, en noviembre, también de 2025; ambas encabezadas por Trachtenberg. Esperemos que cuando menos estén a la altura de “Prey”).
Título original: Prey. País: Estados Unidos. Año: 2022. Dirección: Dan Trachtenberg. Producción: Jhane Myers, John Davis, Marty P. Ewing. Guion: Patrick Aison, Dan Trachtenberg. Basada en los personajes de Jim Thomas y John Thomas. Música: Sarah Schachner. Fotografía: Jeff Cutter. Montaje: Angela M. Catanzaro, Claudia Castello. Productora: 20th Century Studios, Davis Entertainment. Distribución: Hulu (Estados Unidos), Disney+ (resto del mundo). Elenco: Amber Midthunder, Dakota Beavers, Dane DiLiegro, Stormee Kipp, Michelle Thrush, Julian Black Antelope.