Por Hugo Lara
Ha llegado a la cartelera mexicana la película “La maestra de kinder” (The Kindergarten Teacher, 2018), película estadounidense de Sara Colangelo que es protagonizada por la solvente actriz Maggie Gyllenhaal, y en el que también aparece en un papel secundario el mexicano Gael García Bernal. Esta es una nueva versión del filme israelí “Haganenet”, dirigido y escrito por Nadav Lapid en 2014. De entrada, hay que decir que tanto la versión original como su remake hollywoodense tienen varios aspectos interesantes que hacen que valga la pena ver ambas cintas.
La trama cuenta la historia de Lisa Spinelli (Gyllenhaal), una maestra de kinder, sensible y educada, que tiene inclinación por las artes, en especial por la poesía, por lo cual asiste a un taller de diletantes que dirige el poeta Simon (Gael García). En el kinder, Lisa descubre para su asombro que su pequeño alumno Jimmy Roy (Parker Sevak) tiene curiosas epifanías en las que declama poemas que se le ocurren. Lisa toma nota de esos poemas y los presenta como suyos en su taller de poesía, donde son celebrados por su maestro y sus compañeros. A partir de entonces, Lisa asume una obsesión por Jimmy, que le hace rebasar los límites de lo sensato.
En esencia, es la misma trama del filme original israelí, pero en el que se han introducido algunos cambios, como resultado de la buena adaptación que hizo la misma directora Colangelo. Hay que decir que el filme de Nadav Lapid cuanta con la sobresaliente actuación de Sarit Larry, quien posee presencia y belleza. Tanto Larry como Gyllenhaal hacen que el personaje de la maestra de kinder tenga una actitud contenida, incluso en el tránsito de su normalidad a su desquiciamiento por el niño. Esa actitud sobría se vuelve inquietante para el espectador, pues estamos frente a un personaje que se mueve de manera errática pero bien intencionada. Esto es un gran acierto del guión y la realización, pues retrata a un personaje que obra pensando que hace lo correcto todo el tiempo: proteger a un pequeño poeta, quien corre el riesgo de ser despedazado por un mundo de porquería, insensible y cruel. Y muchos coincidirían que el mundo es así.
Entre los cambios que se pueden notar entre una y otra versión, se incluye principalmente el contexto familiar de la maestra. En la versión de 2018 se ha construido un entorno familiar más complejo, en la que la maestra tiene dos hijos adolescentes conflictivos y rebeldes. Esto detona en Lisa que su interés aumente por el pequeño Jimmy, quien tiene la oportunidad aun de que su inocencia sea salvada, lo que se convierte en la cruzada de la mujer. Otro cambio es el hecho de que el niño, en la versión estadounidense, sea hijo de inmigrantes.
La película israelí tiene por su parte un ritmo ligeramente más sosegado, lo que le da más fuelle al filme en su transcurrir de drama a thriller psicológico.
“La maestra de kinder” es un caso representativo de la tendencia por hacer remakes de películas de distintas latitudes. Hollywood ha incrementado esta fórmula en su ávida búsqueda de guiones originales con garantías de éxito o, al menos, de obtener prestigio. Por eso, el Festival de Sundance le otorgó el premio de mejor directora a Colangelo en 2018, sin que afectara el hecho de ser una adaptación. También en México se ha aumentado la cantidad de remakes. Hay versiones nacionales de exitosas películas argentinas, brasileñas, chilenas y hasta rusas. Podría ser un debate interesante plantearse qué tanto aportan al cine mexicano las adaptaciones de guiones de otras cinematografías. ¿Estos casos no contravienen a la necesidad de estimular el talento local de guionistas que podrían desarrollar historias originales?. Por otro lado, las adaptaciones de exitosas películas extranjeras ofrecen garantías a los productores, quienes así reducen sus riesgos. Y el dinero suele mandar.