Por Arturo Garmendia

Con la iglesia hemos topado…

Desde el siglo pasado el aborto ha sido un tema polémico y altamente sensible, porque la iglesia católica lo ha convertido en un asunto de principios: la mujer no puede decidir al respecto, la mujer no puede tener nunca ese poder. Se disfraza como una defensa de la vida –en abstracto- pero detrás de esa retórica lo que hay en juego es eso: el miedo a que la mujer tome una decisión trascendental sin permiso de los hombres. Por la negativa absoluta de la iglesia, la batalla por su despenalización ha sido un proceso lento en el mundo y mientras tanto ello ha implicado y sigue implicando el sufrimiento y la muerte de millones de mujeres que se ven obligadas a practicarse abortos clandestinos en malas condiciones y con graves riesgos para su salud.

Las legislaciones han cedido en la medida en que el aborto ha rebasado la discusión filosófica y moral y se ha convertido en un grave y urgente problema de salud pública que hay que resolver a como dé lugar: no tiene sentido que siga siendo una causa de mortalidad materna. Defender la vida probable a costa de la vida concreta es poco convincente, como tampoco tiene mucha justificación el hecho de poblar el mundo de hijos no deseados con todas sus graves implicaciones.

En estas circunstancias, no es extraño que en el cine haya sido un tema poco tratado y resulta verdaderamente sorpresivo encontrar el nombre de Sergei M. Eisenstein ligado a un tema tan polémico. Pero así es: en 1929 el director ruso, en compañía de sus colaboradores habituales, Grigori Alexandrov y Eduard Tissé, inició en Zurich, Suiza el rodaje del cortometraje Miseria y fortuna de la mujer, que desgraciadamente quedó inconcluso. Revisaremos a continuación los avatares de este proyecto.

Génesis y tránsito del proyecto

El año de 1929 resultó catastrófico a escala mundial, obligando a todos los países a replantear su política económica. La naciente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas no fue la excepción y, en el plano cinematográfico, condujo a la “exportación” de sus mejores cuadros a Occidente, con una misión bien definida: celebrar cuantas co-producciones fílmicas fueran posibles, en aras de obtener divisas frescas; divulgar los avances y logros del cine socialista y captar toda la información posible sobre la elaboración de filmes sonoros, terreno en el que la URSS estaba muy retrasada. Así, al Congreso Film und Foto, celebrado en julio de ese año en Stuttgart, Alemania, acudieron nada menos que los cineastas Dziga Vertov, Alexander Dovjenko y Esther Shub 1. El primero iniciaba así una gira por diversos países europeos, presentando su más reciente filme, El hombre de la cámara (1929).

El arquitecto y artista plástico soviético El Lissitzki, se encargó de administrar la gira de Vertov, y fue quien le puso en contacto con el productor Lazar Wechsler 2, lo que condujo al establecimiento de un compromiso para que el ruso filmara en aquel país un cortometraje sobre el aborto.

El tema de la liberación femenina le era caro al director de El hombre de la cámara, al grado en de que repetidas ocasiones había solicitado permiso a las autoridades cinematográficas de su país le permitieran tocar el tema, sin haberlo conseguido hasta entonces. No fue sino hasta el año de 1937 en que pudo realizar su filme Kolybelnaja, sobre la problemática femenina. 3   

Eisenstein y sus camaradas arribaron a Berlín el 21 de agosto de 1929, con el propósito de sonorizar su más reciente película, La línea general (1930). De inmediato, el director entra en contacto con los dramaturgos Luigi Pirandello, Erwin Psicator y Bertolt Brecht; los cineastas Fritz Lang, G. W. Pabst y Erich von Stroheim y el científico Albert Einstein, entre otras personalidades Lazar Wechsler no tardó en ponerse en contacto con los soviéticos. Y dadas las circunstancias le ofreció el proyecto sobre el aborto, mismo que fue aceptado.

Es de suponerse que ya se habían hecho ya algunos preparativos para el rodaje en virtud de la brevedad del tiempo disponible: escasos diez u once días- Aún así, el tiempo fue insuficiente. El 19 de septiembre de 1929 Eisenstein vuela de Zurich a Berlín, dejando a Alexandrov y Tissé atrás para acabar Miseria y fortuna de la mujer. Estos no pudieron, sin embargo, cumplir con el encargo, y Wechsler hubo de contratar a un equipo alemán para dar fin a la filmación y el filme se estrenó el 21 de marzo de 1930 en Zurich, en el cine Apolo, causando gran escándalo y siendo finalmente prohibido.

Está claro que Wechsler era un hombre progresista, entusiasta de la revolución y el cine socialistas, pero uno se pregunta cómo es que se atrevió a abordar un tema tan polémico, sin advertir que la cinta causaría escozor y corría el riesgo de ser censurada, como finalmente ocurrió. La explicación puede estar en el hecho de que durante los años veinte la URSS gozó de una gran liberalización de las costumbres y de una libertad de expresión sin precedentes, que favoreció el desarrollo de todas las artes. Por ejemplo, en el cine comercial (favorecido por la NEP) pudieron verse cintas como Cama y sofá (1927) de Abram Room, que fue sumamente popular, incluso en Occidente. Fue una de las primeras aproximaciones a la vida cotidiana en la URSS, lejos de los estereotipos heroicos de la glorificación épica de la revolución. Esta comedia abordó por vez primera en su país temas tan espinosos como el adulterio y el aborto, y resultó sumamente polémica pues trataba de la convivencia de dos hombres y de una mujer, quien resulta embarazada. 4 Este filme es un documento sociológico de primera magnitud para estudiar el estado de la cuestión sexual en la URSS en esa época, cuando las ideas de Alexandra Kollontai aún parecían posibles.  5

El padre, desempleado

En efecto, en 1920, durante el gobierno de Lenin, la Unión Soviética legalizó todos los abortos y liberalizó su política sexual, pero esta política fue revertida en 1936 por José Stalin, quien revocó parte de las medidas que garantizaban la plena igualdad de la mujer y su emancipación completa. Fueron penalizados nuevamente la homosexualidad (1934) y el aborto (1936); se reactivó la propaganda en favor de la familia y se reintrodujo la educación separada entre los sexos. El divorcio no se prohibió, pero se cobró por los trámites y se hizo mucho más difícil obtenerlo. La moral tradicional volvió a imponerse en las relaciones familiares y personales. Fue sólo la masiva participación de las mujeres soviéticas en la guerra contra el nazismo lo que les devolvió los derechos conculcados a la muerte de Stalin, en 1955.

Como efecto normal, el aborto había sido legalizado en todos los países que constituían el bloque soviético en 1936. Después del derrumbe de la Unión Soviética en 1991, el aborto sigue siendo legal en todos ellos. En 1960, también como producto de su revolución, el aborto se legalizó en Cuba y así permanece hasta nuestros días.

En Occidente, la legislación a favor del aborto empezó a introducirse a mediados de los años sesenta del siglo pasado, como conquista del movimiento feminista que se desplegó mundialmente en esa década. 6  En México no existe un impedimento legal al aborto en la Constitución federal, y todos los códigos penales estatales lo permiten en casos de violación. Salvo los códigos de Guanajuato, Guerrero y Querétaro también lo permiten para salvar la vida de la mujer; catorce de los treinta y un estados expanden estos casos para incluir deformidades fetales graves; y el estado de Yucatán desde 1922 incluye factores económicos cuando la mujer ya ha dado a luz a  mujer hasta las doce semanas de embarazo. Esta legislación, como la de Cuba, es una de las más liberales sobre el aborto en Latinoamérica.

Los niños, con hambre

Miseria y fortuna de la mujer

El cortometraje, de 20 minutos de duración, se divide en dos partes, la primera de ellas rotulada como MISERIA. Muestra dos casos en que las protagonistas deben acudir al aborto. La cinta abre con la descripción de una ciudad desolada: calles vacías, monótonas fachadas, ventanas cerradas. Acaso alguna persona transita por una esquina lejana…Corte al rostro de un hombre con la  mirada desesperada. Intertítulo: Uno de muchos. Su mujer. La mesa con unos cuantos cacharros y unos mendrugos de pan. 3 niños, silenciosos, entre los 5 y los 12 años de edad. La mujer se lleva un mendrugo a la boca. Su mano desciende hasta tocar su vientre… Ha tomado una decisión. Se levanta, toma su sombrero y sale a las calles inhóspitas.

Intertítulo: Muchas mujeres han recorrido ese camino.

 Con aire clandestino, la mujer se ha detenido ante una puerta. Saca un papel de su bolso y comprueba que está en la dirección correcta antes de entrar. Intertítulo: Días después, los resultados. La mano exánime de la mujer, postrada en un lecho El hombre sale a la calle, apresurado. Llega a un teléfono público y hace una llamada. Una ambulancia se dirige a su hogar. Los enfermeros suben a la mujer a una camilla. Uno de ellos le cubre la cabeza con una sábana. Tiene el aspecto de una Dolorosa. La sacan en andas y la suben a la ambulancia, ante la mirada angustiada de su familia.

Intertítulo: OTRO CASO.

Un grupo de trabajadores se afana en una obra en construcción. Se acerca una mujer joven, rubia y de cabello rizado, portando una cesta en la mano. Suena un silbato: se  interrumpen las labores. Uno de los trabajadores, que desciende de una torre, se encuentra con la mujer. Se saludan alegremente. Ella dispone una servilleta sobre un banco y coloca el refrigerio que trae en la cesta. Se sientan a que el hombre coma.

Otras víctimas inocentes: los niños

La mujer lo mira arrobada y no se atreve a decirle algo. Se le acerca y algo le murmura al oído. El hombre, feliz, le acerca la cara al vientre y la acaricia. Suena el silbato y las labores deben reanudarse. El hombre le muestra orgulloso la torre en que trabaja, antes de despedirse. La mujer recoge su cesta y agita la mano diciendo adiós. El hombre sube a su puesto y ella le sigue con la vista. El hombre llega a la cima, mientras un capataz manipula algunos interruptores eléctricos. De alguna manera, el hombre se precipita en tierra ante la mirada angustiada de la mujer. Los obreros rodean a su compañero caído y lo miran con compasión. La mujer suelta su cesta y corre hacia el grupo. Se abre paso hasta su compañero caído y se lleva la mano al vientre. Rostro demudado de la mujer.

Intertítulo: DESPUÉS DE QUE EISENSTEIN Y COMPAÑÍA abandonaron el proyecto, escenas y diálogos fueron añadidos. Una actriz diferente fue substituida en la secuencia del aborto ilegal, que fue filmada por un equipo alemán respetando las instrucciones del director y edición de la versión original. ”La integridad del trabajo de Eisenstein no se perdió”.

Una mujer joven morena y de cabellera corta, supuestamente la misma de la escena anterior, recorre el mismo camino de callejuelas solitarias que transitó la mujer del primer episodio, para llegar a la casa de la comadrona, que le da la bienvenida y la introduce a su miserable habitación. Simultáneamente su muestra una clínica dotada con moderno instrumental quirúrgico. A ese ambiente es introducida una mujer en camilla, de blancas sábanas. Mientras, la primera mujer es conducida a un jergón sin tender, donde la higiene más esencial está ausente. La partera la hace desvestirse y tenderse mientras cierra los postigos de la ventana y enciende una bombilla de vacilante luz. En la clínica hay una limpieza perfecta. Los médicos se asean concienzudamente, se colocan guantes y tapabocas y los instrumentos se esterilizan minuciosamente. En la buhardilla de la partera hay una palangana desportillada en la que se vierte agua caliente en la que se lava las manos, para secarse con un trapo cualquiera. Después se dirige hacia su paciente para separarle las piernas y proceder a ejecutar su labor. En el quirófano, se encienden poderosas lámparas.

Intertítulo: El arte de la medicina.

Se administra anestesia a la paciente, que queda dormida. Intertítulo: Recuperación. En la clínica, un cuarto privado lleno de flores. Una enfermera, amable, toma la temperatura de la paciente. Intertítulo: Prácticas brutales. La paciente, que no ha sido anestesiada, se debate en el lecho del dolor.la comadrona retira una sábana ensangrentada. La paciente profiere un grito inaudible. La comadrona se angustia. La mujer pierde el conocimiento Ojos desorbitados de la partera. La pierna de la paciente se desliza sobre la cama y queda inmóvil

SOBRE LA LÓBREGA FACHADA DE UNA CARCEL

SE INSCRIBE EL SIGUIENTE TEXTO:

Todos los años centenares y millares de mujeres arriesgan perder sus vidas o su salud debido a un aborto secreto. De esta forma ellas entran en conflicto con ellas mismas, ya que al querer someterse a una abortista se están arriesgando a una severa detención. Mas el mayor riesgo para ellas es un daño a su salud, del cual este será el resultado:

Detalle de los cascos de un caballo y las ruedas de una carroza fúnebre que conduce un ataúd. Plano general de la carroza que se aleja hacia el camposanto, seguida por un hombre que lleva a un niño pequeño de la mano.

Notas sobre un proyecto inconcluso

De los 20 minutos que dura el cortometraje, sólo 12 fueron rodados por el equipo eisensteiniano, y lo primero que hay que decir es que la diferencia con el resto del metraje es notable- La calidad de la imagen, el cuidado del encuadre son superiores en la primera parte, pero además el discurso sobre las causas que inducen a la mujer a someterse a un aborto son mucho más convincentes que el forzado contraste entre las dos opciones que muestra el desenlace: un aborto antihigiénico a manos de una comadrona o una operación bien atendida con los mejores adelantos médicos.

Sin duda, se trata de un trabajo de encargo, pero ello no quiere decir que el equipo soviético no haya improvisado un producto acorde con su habilidad y trayectoria: la selección de los actores y locaciones es adecuada y la atmósfera en que se desarrollan las dos pequeñas anécdotas es convincente y significativa. En cambio, el anónimo equipo alemán muestra sin demostrar, dice lo que es obvio y no se preocupa por conmover o convencer. La piedra de toque para distinguir el oro del oropel está en la misma materia del relato: la relación de la madre con el feto. En las dos viñetas filmadas bajo la supervisión de Eisenstein es claro que la perspectiva de un aborto implica un conflicto para la madre y el gesto de abrazarse el vientre muestra ese deseo de protección al producto, aún cuando conscientemente sepa o decida que debe separarse de él. En cambio, las otras dos mujeres abortistas viven la experiencia de una manera egoísta, es decir, sólo en función de la presencia o ausencia del dolor físico. Y es que ahí donde Eisenstein y sus compañeros ven un drama humano, el equipo alemán sólo está haciendo propaganda. .A una causa justa, desde luego, pero de una manera no muy efectiva, capaz convencer sólo a los ya convencidos.

Queda por elucidar la cuestión de la autoría del filme. De acuerdo a lo que hemos narrado, Eisenstein abandonó el rodaje en determinado momento y dejó en manos de sus asistentes la tarea pendiente, que en un par de días más fue imposible terminar. Pero esto no era algo inusual: la relación de trabajo entre Eisenstein y Alexandrov era de larga data y muy estrecha y ya en el pasado en ocasiones el maestro había dejado que sus allegados filmaran determinados momentos, sin contar que, por ejemplo, Octubre fue terminada por Alexandrov después de que Stalin decidió censurar la versión final de Eisenstein.

Mi hipótesis es que estos trabajos de encargo fueron fruto de un trabajo de equipo, como realmente lo eran, y que la autoría declarada era en cierta manera una forma de justificar gastos del viaje ante sus autoridades, Debemos entonces verlos más bien como subproductos de una relación personal y laboral que fue sumamente fructífera.

Miseria y fortuna en México

En el número 36 de la revista mexicana Contemporáneos se publicó un artículo de Sergei M, Eisenstein (Principios de la forma fílmica), incluso antes de su publicación en Londres. El cineasta se encontraba entonces con su equipo filmando en México y alguna influencia ha debido tener su presencia en el hecho de que en ese mismo número se informara de la constitución de un Cine club auspiciado por la revista, cuyo comité ejecutivo estaría formado por Bernardo Ortiz de Montellano, Agustín Aragón Leyva, Emilio Amero, Carlos Mérida, Roberto Montenegro, María Izquierdo, Manuel y Lola Álvarez Bravo, en el que cada quien asumió una tarea. Sin embargo, la iniciativa no prosperó por divisiones internas y rencillas.

No fue sino hasta el siguiente año que se logró programar la película Natalidad, “un documental sobre el aborto”, el que consideramos pudiera haber sido precisamente el cortometraje eiseinsteniano del que venimos hablando. En abono a esa hipótesis, considérese el siguiente testimonio del director del Cine club, el poeta Ortiz de Montellano, en carta a otro poeta-cinéfilo, Jaime Torres Bodet, a la sazón diplomático radicado en París: ““Al fin llegó la película Natalidad de Zurich, expedida por la casa Shentter de París. Ya la vimos y pronto, con su exhibición, inaugurará el Cine Club sus sesiones. Interesante, espeluznante, excelentes fotografía y montaje. Una serie de nacimientos que humanizan los ojos. El Cine Club espera resarcirse de los gastos hechos para traerla y yo espero enviarte, lo más pronto que pueda, los 400 francos que pagaste por ella.”

Todo parece indicar que con la exhibición de Miseria y riqueza de la mujer se iniciaron las sesiones de Cine club en México.

NOTAS

1 Esther Shub (1894 – 1959) Pionera del cine soviético. Hizo carrera como editora de la productora Goskino. Colaboró con Eisenstein en la reedición de la versión soviética de Dr. Mabuse, de Fritz Lang. En 1927 terminó su filme documental de montaje más representativo, La caída de la dinastía Romanov, primero de una trilogía que se continuó con La gran vía y León Tolstoi y la Rusia de Nicolás II (1928). Seleccionó para Eisenstein material documental de la Revolución de 1917, con el fin de que éste compusiera secciones importantes de su filme Octubre (1927).

2 Lazar Weschler (1896 – 1981) fue un productor de cine polaco, hijo de padres rusos, naturalizado suizo en 1923. Establecido en este país, fundó en 1924 la productora Praesens Films, Por tal motivo ha sido llamado “el padre del cine suizo”. En 1929 contrató a Sergei M. Eisenstein y sus colaboradores, Alexandrov y Tissé para realizar el cortometraje Miseria y fortuna de la mujer. En 1932 filmó Vientres helados, con base en un guión de Bertolt Brecht; en 1944 su filme María Luisa recibió un Oscar; y en 1948 rodó en Alemania La búsqueda, sobre la situación de los huérfanos de guerra, bajo la dirección de Fred Zinnemann, con el debut cinematográfico del actor Montgomery Clift

3. La noticia de la asistencia de Vertov al Congreso entusiasmó a otros invitados, como el cineasta alemán Hans Richter, quien declaró que los filmes rusos estaban “furiosamente a la moda” Vertov sería, en el evento, “el primero de esa especie capturado vivo”. Thomas Tode. En Archivos No. 84.  Órgano del Instituto Jean Vigo, Perpignan, Suiza, abril de 2000.

4. He aquí el argumento de Cama y sofá, escrito por Víctor Skolovski: “Volodia, que no tiene trabajo y necesita un lugar para vivir viene a quedarse con su amigo Kolia y su esposa Liudmila, durmiendo en el sofá. Sin embargo, cuando Kolia sale a trabajar, los otros dos empiezan una aventura. Kolia inicialmente está indignado, pero finalmente los tres acuerdan una relación polígama, solo que Kolia es relegado al sofá. Liudmila eventualmente queda preñada y los hombres discuten sobre quién es el padre de la criatura y cómo encarar la situación, inclinándose por el aborto. Para resolver las cosas Liudmila los deja a ambos y empieza a vivir de una manera independiente”,

5. Alexandra Kollontai (1872 – 1952) Tras la toma del poder la Kollontai fue elegida Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública. Fue una de las políticas que más trabajaron para conseguir los derechos y libertades de las mujeres, modificando aspectos de las leyes que hacían a la mujer una subordinada del hombre, le negaban derecho al voto y la hacían ganar menos salario y trabajar en peores condiciones que los hombres. La Revolución consiguió poner las bases para una igualdad real entre hombres y mujeres, liberalizando las relaciones familiares y sexuales. Se aprobó el divorcio y el derecho al aborto y se otorgaba a las mujeres beneficios sociales en forma de salarios de maternidad, guarderías y hogares para los niños. Escribió una gran cantidad de libros y ensayos sobre la emancipación de la mujer. Formó parte de la corriente “oposición obrera”, contraria a las reformas stalinistas. Fue embajadora de la URSS en Noruega, México (1923) y Suecia.

6. A mediados de 1982 el 10% de la población mundial vivía en países donde la práctica del aborto estaba prohibida, en todas sus circunstancias y otro 18% de la misma, habitaba en aquellos países en los que estaba permitido solamente para salvar la vida de la mujer. La mayor parte de los países latinoamericanos, la mayor parte de los africanos, casi todos los países musulmanes de Asia y cinco de los europeos (Bélgica, Irlanda, Malta, Portugal y España) pertenecen a estas dos categorías. El 72% restante de la población mundial estaba gobernado por leyes que, o permitían el aborto por razones sociales amplias (por ejemplo India, Japón, Reino Unido, República Federal Alemana y la mayoría de los estados socialistas de Europa Oriental} o lo permitían por lo general dentro del primer trimestre.  Ver la Pág., Web htttp://www.reproductiverights.org/pdf/pub_fac_abortionlaws_spanish.pdf

7. Carta de Bernardo Ortiz de Montellano a Jaime Torres Bodet. México, septiembre 25 de 1932.  En Epistolario. UNAM, 1999.

FICHA TÉCNICA

Miseria y fortuna de la mujer (Frauennot – Frauenglück). Producción: Praesens Films (Lazar Wechsler). Dirección: Grigori Aleksandrov. Supervisor: Sergei. M. Eisenstein. Guión: G. Alexandrov, S. Eisenstein. Fotografía: Eduard Tissé, Emil Berna. Edición: Sergei M. Eisenstein, Eduard Tissé, Lazar Wechsler. Música original: Martin Uhl. Intérpretes desconocidos, con excepción de Johannes Steiner. Suiza, 1929. Puede ser visto en You Tube: Eisenstein. Miseria y fortuna de la mujer, 1929.

Por Arturo Garmendia

Arturo Garmendia se inició como crítico cinematográfico en 1967. Es pues uno de los decanos del ramo, pero además es cineasta y escritor. Sus tres cortometrajes (Horizonte, Chiapas, Junio 10, testimonio y reflexiones y Vendedore ambulantes) fueron incluidos en el coloquio Descongelar la revolución, organizado por el Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, en 2021 y pueden verse en la plataforma You tube con el link  https://www.esteticas.unam.mx/coloquio-descongelar-la-revolucion Además es autor, entre otros libros, de las colecciones de cuentos El niño y La Bestia y Las dos Fridas, a la venta en Amazon.com.