Por Víctor Bustos
Dos noches seguidas fueron suficientes para atestiguar la fascinación que puede generar la dupla Tim Burton-Danny Elfman, una de las colaboraciones más fructíferas que se han dado entre un director y un compositor, al estilo de Steven Spielberg y John Willliams, o de Alfred Hitchcock y Bernard Herrmann. En el caso de Burton, todas sus películas han sido musicalizadas por Elfman (a excepción de “Ed Wood” y “Sweeney Todd”), razón por la cual sus obras más conocidas han sido de la mano del imaginativo realizador.
Considerado uno de los compositores más prolíficos en el mundo del cine y la televisión, Elfman ha conseguido en total cuatro nominaciones al Oscar por Mente indomable (Will Hunting), Hombres de negro (Men in Black), El gran pez (Big Fish) y Mi nombre es Harvey Milk (Milk). Es por eso que causó gran expectativa al anunciarse su presencia dentro del evento que aconteció el 8 y 9 de abril en el Distrito Federal, bajo el nombre de “Danny Elfman: música de las películas de Tim Burton”.
Una cita que logró convocar a un público variado compuesto tanto de niños, jóvenes y adultos, fans, cinéfilos y darketos, que acudieron para hacer un repaso de la obra de Elfman con 42 años de trayectoria, para escuchar quizá las piezas más conocidas pero también descubrir el sonido de la orquesta en vivo, acompañado de un coro de voces, o bien descubrir el uso del “Theremín”, ese extraño instrumento musical que produce sonidos fantasmagóricos.
Bajo la batuta del director John Mauceri al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional, dio comenzó la velada al ir desfilando imágenes de las películas de Burton en las tres pantallas gigantes del coloso de Reforma, mientras sonaba el tema de “Charlie y la fábrica de chocolates” (Charlie and the chocolate Factory), como pieza que sirvió de introducción.
Así fueron transcurriendo títulos como “Pee-wee’s Big Adventure” (titulada en video en México como La Gran Aventura de Simplón), “Beetlejuice”, “La leyenda del jinete sin cabeza” (Sleepy Hollow), “Marcianos al ataque” (Mars Attacks), “El Gran Pez” (Big Fish), culminando con la combinación de “Batman” y “Batman regresa” (Batman Returns), al mismo tiempo que la música se plasmaba con imágenes que se proyectaban de los bocetos originales del propio Burton de cada película.
Para la segunda parte fue creciendo la emoción entre los asistentes, arrancando con “El planeta de los simios”, y sus sonidos de tambores, le siguió “El cadáver de la novia” conmoviendo a la audiencia con el uso del piano, y con “Sombras tenebrosas” permitió apreciar lo poderoso de su música a pesar de lo fallido de la cinta, para seguir con “Frankenweenie” y su homenaje al cine de horror expresionista.
Al llegar “El joven manos de tijera”, una de las más bellas composiciones del autor, vino acompañada por la interpretación de la violinista Sandy Cameron que , enfundada en un traje de cuero negro y adornos metálicos, que recordaban al personaje interpretado por Johnny Depp, en frenéticos movimientos sacaba notas a su instrumento.
Finalmente el momento esperado llegó al sonar “El extraño mundo de Jack”, fue entonces cuando piso el escenario del recinto el propio Danny Elfman, para interpretar las canciones de la fantasía navideña, donde dio voz al personaje de Jack Skellington, y así apropiándose del escenario cual estrella como si recordara sus tiempos al frente de la agrupación “Oingo Bongo”, el artista deleito al público que lo aclamó de pie, y ya para terminar “Alicia en el país de las maravillas” cobró vida en música e imágenes con los coros en el que sobresalió la voz de un pequeño niño.
Para concluir la presentación Elfman volvió al escenario para entregar la canción de Oogie Boogie, también incluida en la banda sonora de “El extraño mundo de Jack”, completando un viaje musical que alimenta el mundo de Tim Burton tan lleno de fuerza visual y sonora, y sobre todo con la oportunidad de poder apreciar en persona a su propio compositor e intérprete en escena, una experiencia difícil de olvidar.