Por Leticia Carrillo
Relata el director Matías Meyer que tiempo atrás conoció al Premio Nobel de Literatura Gao Xingjian y platicaron sobre su cuento “El calambre”. El escritor chino le contó que dicha obra, que habla de un hombre que sufre una contracción cuando se encuentra solo en medio del océano y se da cuenta que sólo se tiene a sí mismo para salir avante de esa situación, en realidad es una metáfora de la censura de la que fue objeto por parte de las autoridades chinas.
De esta forma, detalló Meyer, nació la inspiración para realizar el filme homónimo, su segundo largometraje de ficción, en la que el paraíso natural mexicano de Chacahua y la ayuda de un nuevo amigo, serán piezas fundamentales para que un europeo supere la parálisis espiritual y creativa que lo aqueja.
“El calambre”, segundo largometraje de Matías Meyer, recibió el apoyo del Fondo Hubert Bals de Festival de Rotterdam, tuvo su estreno en el Festival de Morelia 2010, fue exhibido en los certámenes BAFICI, Expresión en Corto y Latinbeat Nueva York para finalmente proyectarse, a partir de este viernes 13, en la Cineteca Nacional.
La cinta es protagonizada por el actor francés Julien Cottereau, quien se desempeñó a lo largo de una década como payaso y mimo en el mundialmente famoso Circo del Sol. En “El calambre”, el personaje que interpreta Julien interactúa con el de “Pablo” (Pablo López Díaz), quien le ayudará a curar su espíritu a través del contacto con la naturaleza y la generosidad.
El también director de “Wadley” e integrante de la productora Axolote Cine, junto a los cineastas Rubén Imaz (“Cefalópodo”), María Novaro (“Las buenas hierbas”), y Michel Lipkes (“Malaventura”), manifestó las coincidencias de su trabajo con el de sus colegas:
“No hay, como tal, una especie de Manifiesto pero en Axolote sí compartimos algunas inquietudes como la de mostrar un rostro de México lo más parecido a lo que vemos todos los días en la calle, en el campo o en las montañas; referente al los tiempos y ritmos que se manejan para contar, queremos darle espacio al espectador para que pueda crear un poco su propia historia y que sienta la imagen, buscamos sensaciones, atmósferas. Pero este movimiento no es exclusivo de México, también lo encuentras en otros lugares, por ejemplo de Colombia salió una película, “El vuelco del cangrejo” (Óscar Ruiz Navia), que se asemeja a lo que nosotros proponemos”, detalló Matías Meyer.
Sin embargo, el realizador consideró que con “Wadley” y “El calambre” ha satisfecho una búsqueda autoral, por lo que su recorrido fílmico se dirige a un discurso “más universal” a través “Los últimos cristeros” -actualmente en edición-, “el western espiritual” que escribió junto a Israel Cárdenas (“Jean Gentil”) y que sigue los últimos días de seis guerrilleros envueltos en el conflicto armado que vivió México de 1926 a 1929.
Además, prepara su incursión en el terror con una adaptación del cuento “El dios Pan” (Arthur Machen): “apenas estoy leyendo pero me gustaría explorar en los códigos del género”, finalizó.