Guillermo Arriaga se confesó “como pez fuera del agua” tras la avalancha de nominaciones que ha recibido su trabajo en la película Babel . Dijo tener muchas expectativas para llevarse el Oscar, pero pese a la ilusión se mantiene con los pies en el suelo, convencido de que “la calidad es lo que uno tiene que poner” y que la única importancia de los premios está en lo que facilitan.


  “En mi caso son un reconocimiento a la independencia que he seguido con mi obra y la llave que me permitirá seguir manteniendo esa misma independencia” , aseguró el escritor.


De cara a los demás, la importancia de los Óscar radica, en su opinión, en lo que “deje en las personas, en las reflexiones que puede generar, la controversia, el diálogo” .


Con o sin premio, Babel es ya esa fuente de comentario y controversia tanto dentro como fuera de la pantalla. Fuera de la pantalla porque la cinta aborda temas como la emigración, las minusvalías y los problemas de comunicación que existen en nuestra sociedad, y dentro por las diferencias entre González Iñárritu y Arriaga.


En entrevista con la agencia de noticias EFE, Arriaga dijo que “es un gran problema porque, pese a que los seres humanos tienen más en común que otra cosa, nunca hubo un momento de más sospechas, donde el otro es el adversario, el enemigo, el sospechoso” .


Las desavenencias internas culminaron con la separación creativa de González Iñárritu y Arriaga, ambos son muy discretos al hablar del tema, aunque fue publicado en la prensa de Hollywood que el realizador prohibió la asistencia de Arriaga a la pasada edición del Festival de Cannes por haberse arrogado demasiado crédito del éxito de 21 Gramos .


Al preguntarle por un futuro sin González Iñárritu, Arriaga rompió el incómodo silencio recordando que, ante todo, es escritor.


“Mi carrera literaria sigue viento en popa” , subrayó el literato, quien si bien no descarta la posibilidad de dirigir algún día, sabe que para él escribir es lo más importante, “el acto supremo” .