Por Andrés Bayona
La magnitud del éxito de “Pantera Negra” desde su estreno debe ser analizada a partir dos puntos de vista: desde el contexto en el que fue realizada, así como desde su excelente mensaje político e histórico. Como mencioné en mi reseña de “Coco”, es bastante inusual que Hollywood represente a las minorías como merecen en la gran pantalla. Ha sido bastante el debate alrededor de los motivos por los que esto sucede, entre ellos el riesgo que representa en la taquilla.
Sin embargo, a pesar de que “Pantera Negra” es la primera película de superhéroes protagonizada, escrita, dirigida y musicalizada por afroamericanos, ya es la quinta cinta en recaudar más de 200 millones de dólares en sus primeros tres días de estreno. Este espaldarazo al talento afroamericano llega después de recientes éxitos como “Straight Outta Compton”, “Get Out” y “Girls Trip”, los cuales fueron elogiados por la crítica y por la audiencia, no sólo gracias a ser excelentes películas, sino también por su relevancia política y social.
“Pantera Negra” arranca en Oakland en 1992. Podría parecer una locación extraña para arrancar esta cinta, pero esto se debe a que las raíces de su director, Ryan Coogler, provienen de ahí, además de su carrera en el cine. Posteriormente, la historia nos transporta al ficticio reino africano de Wakanda en donde el héroe, T’Challa (Chadwick Boseman), es el rey de esta tecnológica y avanzada tierra, conocida por otros como “el tercer mundo”, quien protege a su gente, tiene la fuerza de múltiples hombres y es virtualmente indestructible. T’Challa está rodeado de mujeres líderes, inteligentes y guerreras (Danai Gurira y Lupita Nyong’o por mencionar algunas), quienes lo ayudan a cumplir con su misión y, así, garantizar la armonía y seguridad de su comunidad.
Los líderes de Wakanda llevan años trabajando por hacer del reino el mejor lugar del mundo. No aceptan ayuda de ningún lugar del mundo, pero tampoco se ofrecen a ayudar a nadie, a pesar de la abundancia de sus recursos. Es acá en donde arranca el conflicto central de “Pantera Negra”, cuando sus defensores deben enfrentar a Erik Killmonger (Michael B. Jordan), quien llega a vengar la indiferencia de Wakanda ante el sufrimiento de otros hermanos alrededor del mundo, los cuales han sido ignorados por T’Challa y sus guerreros.
De acuerdo, “Pantera Negra” está cargada de efectos especiales, escenas de acción y batallas enérgicas, propias del universo de Marvel, pero a diferencia de otras en su género, cuyas ideas fueron significativamente buenas, como la trilogía de “Batman” o la franquicia de “X-Men”, “Pantera Negra” contempla preguntas, comentarios políticos y morales que no habían sido explorados de esa forma anteriormente. Creería que lo más cercano sería “Capitán América: Guerra Civil”, la cual usó la guerra entre Capitán América e Iron Man como una metáfora a los complejos debates políticos acerca de la regulación del gobierno y de su política extranjera.
Desde la historia hasta las actuaciones y su dirección, “Pantera Negra” ha sido indestructible, incluso desde antes de su estreno. Y, créanme, no es necesario ser aficionado a este tipo de películas para disfrutarla. Hemos leído hasta el cansancio sobre innumerables opiniones acerca del significado y de la importancia de tener afroamericanos protagonizando películas de superhéroes, y estoy seguro de que “Pantera Negra” no sólo sentará otro precedente acerca de este debate, sino que continuará siendo exitosa en un sinnúmero de categorías.
Sólo basta preguntarse: ¿será que películas como ésta pueden cambiar significativamente las cosas para los afroamericanos en Estados Unidos? Ya veremos. Por el momento celebremos que “Pantera Negra” es una de las mejores películas de superhéroes de los últimos años y, para mí, uno de los mejores momentos que he pasado en el cine en la última década.