A los 99 años falleció este domingo 13 de febrero, de un infarto, el compositor don Manuel Esperón, una leyenda del cine mexicano que fue autor de canciones arraigadas en la memoria popular, como ‘Amorcito corazón’, ‘Mi cariñito’ y ‘¡Ay Jalisco, no te rajes!. Los restos mortales del maestro fueron velados la tarde de hoy en el Palacio de Bellas Artes, en cuyo vestíbulo se le rinde un homenaje de cuerpo presente con la asistencia de familiares, amigos y compositores. Entre los asistente aparecieron Irma Dorantes, Armando Manzanero, Alex Lora, Felipe Gil, Humberto Cravioto, Memo Méndez Guiú y Roberto Cantoral Zucci, entre otros.
Músico, actor, argumentista y sonidista. Su nombre completo fue Manuel Esperón González y nació en la Ciudad de México, el 13 (aunque también se menciona 3 como el día de su nacimiento) de octubre de 1911.
Aún muy joven, por mera afición, musicalizó proyecciones en el cine Mina, y más tarde cursó estudios en la escuela nocturna de música y en la escuela de ingeniería del Instituto Politécnico Nacional, pero decidió tomar la profesión musical en forma definitiva.
Más tarde conoció a los hermanos Soler, con quienes se incorporó en una de sus giras por Latinoamérica, y poco después trabajó en las radiodifusoras XEG, XEX y XETA, en las que se desempeñó como director artístico.
En el mismo terreno, dirigió musicalmente a los cantantes Pedro Infante y Jorge Negrete, desde los inicios de éstos, actividad que lo acercó al cine, donde haría una de las carreras más prolíficas de que se tenga memoria, y le permitió incursionar en él en calidad de actor, en cintas como Bajo el cielo de México (1937), La liga de las canciones (1941) y Balajú (1943), y como sonidista, para cintas como Santa (1943), María Candelaria (1943), Las abandonadas (1944), El monje blanco (1945), No basta ser charro (1945), Crimen en la alcoba (1946), Nadie muere dos veces (1952) y Bambalinas (1956).
Ello si bien su aportación fundamental ha sido como músico, para múltiples cintas, entre las que se cuentan Canción del alma (1937), Allá en el trópico (1940), ¡ Ay, Jalisco, no te rajes ! (1941), El peñón de las Animas (1942), Allá en el Rancho Grande (1948), La mujer del puerto (1949), Ahí viene Martín Corona (1951), Amor en cuatro tiempos (1954) y Amor en la sombra (1959), entre muchas otras. También argumentista ocasional, para la cinta Mariachi (1976), trabajó para los estudios Disney, como colaborador de la musicalización de la cinta Los tres caballeros.
Asimismo, a lo largo de su brillante trayectoria obtuvo múltiples reconocimientos, entre los que destacan los tres premios Ariel, recibidos en 1947, 1955 y 1995, por su participación en las películas Cantaclaro (1945) y Cuando me vaya (1953) y por el conjunto de su fructuosísima trayectoria, respectivamente, así como la medalla al Mérito Cinematográfico y el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
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