Por Perla Schwartz
El mundo contemporáneo es una especie de Torre de Babel, se encuentra habitado por una muchedumbre solitaria, cada quien habla su propio idioma, la incomunicación impera, se habla con el vecino tan sólo para lo indispensable. No existe la realización de la utopía, toda batalla está perdida de antemano.
Tal es la tesis central del prolífico Jean-Luc Godard en su más reciente entrega “Un filme socialista”, una coproducción franco-suiza que forma parte de la programación de la 52ª Muestra Internacional de Cineteca.
“Un filme socialista” está construida a modo de una sinfonía en tres movimientos, enmarcada en una dialéctica de la fragmentación, cada movimiento es una especie de rompecabezas para ser construido y deconstruido.
El primer movimiento, presenta un crucero que navega por el Mediterráneo, hay bellísimas tomas marinas, los pasajeros hablan en diversas lenguas, están cercanos y equidistantes a un mismo tiempo. Cada quien se encuentra inmerso en su propio mundo. Una segunda parte, Godard la dedica a Europa, a partir de dos hijos que confrontan y cuestionan a sus padres para que ellos les expliquen tres conceptos, que conciben como ambiguos y en momentos, hasta anacrónicos: Libertad, igualdad y fraternidad, el lema central de la Revolución Francesa, lema que con el paso del tiempo se ha desgastado.
Y finalmente, un tercer movimiento de esta sinfonía ideológica—cinematográfica (muy en el estilo de “Elogio del amor” y “Nuestra música), “Nuestras humanidades”, donde el cineasta presenta fragmentos de hechos y sucedidos en Egipto, Palestina, Odessa, Grecia, Nápoles y Barcelona.
Aquí hay cabida más a la decepción y la desazón, que una luz de esperanza. “Un filme socialista” es una película con un acentuado carácter intelectual. Que maneja conceptos de varios pensadores como: Nietzsche, Walter Banjamín o Hannah Arendt, es el intento de Godard, de explicarse el confuso mundo del siglño XXI, él no llega a tener una respuesta precisa, puesto que maneja varias hipótesis.
En algunos momentos, su visión es un tanto antisemita, a quien esto escribe le molestó su cuestionamiento que es muy extraño que los judíos hayan creado Hollywood. El otrora miembro de la Nouvelle Vague es radical y contestatario, su cinta es para una élite dispuesta a captar un corpus de ideas inteligentes, pero en momentos, confusas.
Un filme socialista
Francia, Suiza, 2010. Dirección y guión: Jean Luc Godard.Fotografía: Fabrice Aragno y Paul Grivas. Intérpretes: Catherine Tanvier, Patti Smith, Alain Badiou, duración: 106 minutos.
Jean-Luc Godard