Por Domingo Rojo

El veterano cineasta Arturo Ripstein había agradecido hace unos días el hecho de tener el honor de que su más reciente filme, Las razones del corazón (2011) haya sido seleccionado para inaugurar la muestra internacional de cine de la Cineteca Nacional. Igualmente, el reputado director de películas como El castillo de la pureza, Cadena perpetua, Mentiras piadosas, Principio y fin y La perdición de los hombres, también aprovechó para lamentar la falta de apoyo del público para el cine nacional e iberoamericano.

Las razones del corazón está inspirada en la novela Madame Bovary de Gustave Flaubert. Es un tono de tragicomedia, el filme se centra en una ama de casa frustrada por la mediocridad de su vida.

Por otra parte, Risptein atribuyó al público la falta de buenos resultados en taquilla para el cine mexicano e iberoamericano, según declaraciones recogidas por César Huerta para el diario El Universal..

“El público nos da la espalda y los exhibidores responden a eso. De repente ve uno las cifras de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España, y uno ve, por decir algo, que el éxito español es Torrente 4 con un millón 600 mil personas, pero la más exitosa es Cars 2 con seis millones.

“La diferencia es abismal, no es culpa de nosotros (directores y productores), sino del público, a ellos hay que prepararlos, la cultura es fundamental, no es accesoria, no un bien de ornato”, explicó

Las razones del corazón se había estrenado en el pasado  festival de San Sebastián y su exhibición en la muestra de la Cineteca es la primera en territorio mexicano.

Risptein estuvo acompañado en la premiere por la guionista y su pareja Paz Alicia Garciadiego,  el productor Roberto Fiesco, los actores Alejandro Suárez, Arcelia Ramírez, Patricia Reyes Spíndola, Pilar Padilla, Marta Aura, Paola Arroyo y la directora de la Cineteca, Paula Astorga, quien hizo un breve recuento de la historia de la Cineteca Nacional.

A la proyección asistieron, según Risptein, un par de jóvenes cineastas
(en alusión a Fiesco y Astorga) que tendrán la responsabilidad de cargar con el cine mexicano. “No hay
(ahora) una industria realmente como antes, no les toca a estos jóvenes
hacer películas, sino obra. No digo sus nombres porque si se me olvida
alguno es grosero, pero aquí por lo menos en esta sala hay dos, son
gente que van a llevar sobre sus espaldas al cine”, comentó el ganador
del Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1997.

Ripstein recalcó la importancia de que el Estado incremente recursos para el cine y vislumbró la necesidad de que la tv apoye a las películas mexicanas. “Un Estado mecenas es un Estado que puede sacarnos del oprobio; a mayores fondos, mayor cantidad de películas y a mayor cantidad de películas mayor cantidad de malas, pero también, de buenas”, dijo.

“Y sería interesante exhibir esas cosas en televisión; si es un cine con una cierta ambición de ser arte, entonces es cultura, y la cultura nos puede alejar de la barbarie”, subrayó.

Respecto a la cercanía de su película con la novela de Flaubert, Ripstein comentó que su película se acerca ligeramente a “Madame Bovary” debido a las adaptaciones, añadiendo que cuando Paz Alicia Garciadiego, autora del guión le sugirió la historia dio un rotundo sí para su creación. Subrayó que hacer una revisión de la novela refiere que se busca hacer una adaptación fiel de un original.

Esta semana, Ripstein recibirá un homenaje en el marco de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, que este año estará dedicada al cine y la literatura.

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