Por Carolina Lainez

La pantalla mostraba demonios, no una o dos veces, sino tres, ello a pesar que eran los mismos, y es que aunque los organizadores de Macabro tenían contemplado el horror, no pensaron que éste se encontraría también en los problemas durante sus exhibiciones.

Al principio,  tras media hora de proyección, el filme debió ser cambiado del doblaje en audio al subtitulaje en pantalla para permitir a la audiencia escucharlo en su idioma original. Una vez que los subtítulos aparecieron, comenzaron las terribles pausas, justo en el climax del filme, tras los gritos, los aplausos y las rechiflas de un público ya exaltado.

Las fallas ocasionadas en la sala 3 de la Cineteca Nacional no impidieron al público gozar la lluviosa tarde de jueves, aunque esto implicara formarse en una fila que comenzaba en la sala y terminaba en las cafeterías del lugar, la tan esperada saga italiana que Macabro Film Fest presentó como plato fuerte que atrajo a más de un hambriento.

Hablamos nada más y nada menos que de “Demonios” (Démoni, 1985), cinta de culto que trata sobre dos jóvenes amigas que deciden ir al preestreno de una película de terror y viven una auténtica pesadilla al quedarse atrapadas en el cine con los demás espectadores.

Gozando de estupendos temas  de fondo musical y efectos especiales, la película del director Lamberto Bava y el legendario productor Dario Argento, cobra un ritmo interesante y una forma imaginativa; con monstruos, motos, sangre y baba verde, para plantear la destrucción de la humanidad debido a una infección.

El terror y las tomas roji-oscuras que caracterizan a uno y otro respectivamente se dan cita aquí para provocar asco y terror, y son además, la expectativa del respetable para su segunda futura entrega “Demonios 2, la pesadilla regresa” (Démoni 2, The nightmare returns, 1986) que se exhibirá en el mismo recinto el sábado 31 en punto de las 17:00 pm.