“Me da igual que digan que soy un gran cineasta, prefiero que digan que soy una buena persona”: Reygadas
Por Juan Manuel Badillo
Morelia. Dice Carlos Reygadas que no odia a los críticos, que tampoco tiene problema con la prensa, solamente con aquellos que escriben cosas “con muy mala leche”, como un tipo, contó, que escribió mal de su película y además dijo que lo odiaba, “a muchos de ellos deberían llevarlos con un sicólogo”. El director agregó que un crítico enseña más sobre quién es “por la forma en que critica, que de la película que pretende criticar”.
Explicó que se diga o se escriba que es el gran cineasta de México le da igual, “no siento nada, ni bueno ni malo, que te gusta platicar conmigo, prefiero que me digan que soy buena gente, la verdad”, dijo en entrevista.
El director presentó en el 10 Festival Internacional de Cine de Morelia, “Post Tenebras Lux”, la película por la que fue premiado como el mejor director del Festival de Cannes y por la que fue abucheado por la prensa especializa también en el mismo certamen.
De Reygadas y su cine se ha dicho que él es un genio, pero también que es un charlatán, que sus películas son un fraude y también que son obras maestras. “Mi juez soy yo y soy yo el que me juzgo, y entonces, ni son tan importantes los halagos ni tampoco las descalificaciones”, dijo.
El director de “Luz silenciosa” aseveró también que la historia está llena de referencias a grandes cineastas que nunca recibieron un premio y él simplemente no los necesita. “Ni los premios te hacen mejor, ni la ausencia de ellos te hacen peor”.
Carlos Reygadas, de 40 años, es abogado con especialidad en conflictos armados y su formación como cineasta, sus referencias, están en el cine mismo, en las películas, pero también lee filosofía, juega futbol, trabaja la tierra, “hago cosas muy prácticas, soy un tipo muy tranquilo”.
“Post Tenebra Lux” es posiblemente la película más personal de Reygadas. En esta historia de una familia acomodada que vive en el campo, fue filmada en su propia casa de Tepoztlán, en el estado de Moreos (a una hora al sur de la Ciudad de México) y actuaron sus amigos y conocidos; aparecen también sus hijos pequeños, sus animales de granja y sus queridos perros.
La película, explicó, sólo muestras las cosas que vive el cineasta todos los días. “Vivo en el campo, siembro maíz, y trabajo todos los días en el campo, y eso es lo que más me gusta, pero no vivo como hippie, sino como campesino”
Reconoció Reygadas que el cine es importante en la vida, pero no es lo único, hay más cosas que son “tan importante que el cine, por lo menos, como cuidar mi casa, sembrar, mis árboles, los trabajos que hago con madera, tener a mis perros, me gusta criar perros y cuidarlos”, dijo.
Sus películas también son polémicas por la forma en que son filmadas. Son en apariencia tan caóticas que parecen carecer de un guión que los respalde, pero es todo lo contrario, dice el mexicano, “tengo un método de trabajo muy preciso, pero es un método muy espontaneo”.
Reygadas escribe sus guiones muy rápido, en dos o tres días, dice, pero lo hace luego de pensar mucho tiempo, de reflexión, de leer, “y cuando siento que tengo la energía suficiente o la visión, me siento y escribo el guión y detallo todo, los espacios, los diálogos, los colores, los personajes, es como un guión técnico digamos”.
Dice Reygadas que él hace películas como los músicos escriben sus piezas musicales. “Ellos escriben el pentagrama y luego tiene que trabajar con una orquesta hasta reproducirla, pero el momento en el que realmente sienten que la obra está creada es cuando ya está en el pentagrama”.