Por Leticia Carrillo y Daniel Ramírez
Esta es la segunda y última entrega de las entrevistas que Correcamara.com realizó con siete personalidades del ámbito cinematográfico nacional para conocer su balance del cine mexicano del año que acaba así como sus expectativas, retos y deseos para el que comienza. Ellos son Alfonso y Carlos Cuarón, María Novaro, Paula Astorga, Julio Bracho, Gerardo Salcedo y Raúl Miranda.
¿Cuál es tu balance de 2008 del cine mexicano: qué aspectos positivos y negativos se pueden resaltar?
ALFONSO CUARÓN: Los directores ahorita están viviendo un gran momento, los creadores siguen evolucionando, los directores siguen haciendo sus películas, sus obras se están viendo en el mundo pero es triste para nuestro público porque no puede verlas en su propio país.
Por otra parte, la percepción en el extranjero del cine mexicano es muy positiva. De las películas que se esperan con más interés en el extranjero son las del cine mexicano, es un hecho que el cine mexicano es un presencia fuertísima en los festivales, son las películas con mayor expectativa. En todos los festivales importantes de los últimos años, un premio ha ido al cine mexicano, mínimo un premio y eso es algo bien interesante.
MARÍA NOVARO: Yo creo que es un año espléndido del cine mexicano, que nos gratifica de muchos muy pobres y de crisis muy graves con muy poca producción cinematográfica o con muy poca calidad. Ha sido un año de producción cinematográfica plural y vital, hay mucho entusiasmo y esto nos para un poquito mejor ante la crisis económica que se está viniendo encima, va a agarrar a una comunidad fortalecida que espero pueda enfrentarla.
PAULA ASTORGA: Creo que fue un año muy bueno, muy prometedor en el que se abrieron muchas puertas, creo que lo del Estímulo Fiscal 226 amplió enormemente la posibilidad de que muchos directores pudieran filmar. Hay una tanda importante de cine mexicano y si logramos hacer que siga caminando la Ley de Filmaciones que propone ahora el Gobierno del Distrito Federal, si mantenemos el 226 y el esfuerzo que está haciendo la comunidad por mantener vivos los festivales de cine habrá un buen panorama para el cine mexicano. Las instituciones están trabajando en espacios fundamentales para cimentar las bases.
JULIO BRACHO: Positivos, la diversidad de producción vía el 226, es muy bueno generar todo tipo de cine, desde el palomero hasta el cine de autor. Lo negativo es la repartición de la taquilla, es urgente que se legisle eso. Los cines ganan y ganan ¡está cabrón!
GERARDO SALCEDO: Los positivos son el buen momento que vive la producción, la diversidad de la misma, la intención por ofrecer desde el cine comercial más sencillo, hasta los productos de estudio como Arráncame la vida y finalmente, las búsquedas en el terreno del cine de autor y en el documental nos permiten comprobar que el cine mexicano es ante todo un fenómeno rico, amplio y diverso. Lo negativo tiene que ver con las condiciones de la exhibición. Pocas películas mexicanas son realmente atractivas. Los ingresos que generaron la mayoría de las películas exhibidas a lo largo del 2008 son bajísimos y es una pena que esté ocurriendo este fenómeno.
RAÚL MIRANDA: En cuanto a aspectos positivos, hay 40 películas en cartelera, acercándonos a una por semana, eso habla que se está produciendo cine, que está ingresando a las carteleras y eso es bueno, ojalá fueran 60 o 70. La cantidad no es un factor que permita que se cree una memoria de lo mexicano en términos cinematográficos, sin embargo, si tienes 100 películas es muy probable que tengas 10 ó 15 buenas o más, según el momento. Pero ahora están entrando 40 películas y estamos encontrando, desde mi punto de vista, entre 6 y 8 películas atractivas como Desierto adentro, Cumbia callera o Bajo Juárez, aunque no del todo bien logradas. Creo que lo positivo es que se esté produciendo, que haya cantidades que rebasan las 17 o 12 que hubo en los años 90.
Otro de los atractivos es que no hubo tantas coproducciones, son películas, netamente Mexicana.
Como la ciudad y el país están muy divididos en cuanto a estamentos sociales, me parece original que Cumbia callera se exhiba primero en los cines al norte del país y no en los del sur. Es probable que prenda más allá. Sería buena estrategia si los exhibidores lograrán colocar las películas de esta manera,
En cuanto a lo negativo, la exhibición es el cuello de botella, todo mundo sabe que las películas mexicanas duran unos cuantos días en cartelera y luego no se logran recuperar, la gente no va a verlas.
¿Cuáles son tus expectativas a cumplir, retos a vencer y deseos para el cine mexicano de 2009?
CARLOS CUARÓN: El reto a vencer es la relación entre el cine y la televisión, el cine en el mundo sobrevive de la televisión y el DVD pero básicamente de la tele. Es realmente patético lo que se paga por el cine mexicano en la televisión de nuestro país, eso no pasa en ningún lugar del mundo y hay otra cosa: en Francia hay una cierta cantidad de cine francés que se tiene que exhibir en las televisoras con unas ciertas tarifas de pago.
No nada más en ayudar a una industria, estás ayudando a la cultura de un país, estás ayudando a un pueblo. ¿Por qué en vez de ver una película mal doblada, no ver cine mexicano? Esas películas que tengan acceso al público, además es un público que lo ve, ese es el asunto.
CARLOS CUARÓN: Problemas siempre habrá, yo creo que lo que hay que tener es una actitud de más rigor, de más autocrítica y por lo tanto, de más calidad, eso en términos de los cineastas. En términos de las estructuras de producción diversificarlos, porque está bien tener el 226 pero Hacienda lo ha ido estrangulando con esta cuestión del IETU. Necesitamos no matar al 226 sino diversificar esos mecanismos de producción.
MARÍA NOVARO: Yo creo la normatividad y los fideicomisos y toda la operatividad del Instituto Mexicano de Cinematografía está funcionando por fin muy bien, eso tenemos que agradecerlo todos. Seguramente habrá acceso, -aunque haya disminuciones presupuestarias- más justo, más libre, más correcto a las formas de financiamiento y eso está muy bueno.
También las leyes que aplican a la Ciudad de México yo creo que son fundamentales, tanto la Ley de Filmaciones como la del Fomento a la Cinematografía; con la primera van a fluir mejor las filmaciones en la Ciudad, con menos corrupción, con más lógica, con más seguridad, y con la segunda, que me parece muy interesante porque va a garantizar en un buen circuito de salas de cine, una mayor exhibición de cine mexicano que es lo que hemos estado peleando durante años.
Con el Tratado de Libre Comercio se maltrata muchísimo al cine mexicano, no se le permite permanecer en cartelera y creo que de nuevo la Ciudad de México está poniendo el ejemplo de formas ingeniosas de estimular que la gente pueda ver cine mexicano en las salas de cine. Eso me tiene muy entusiasmada.
PAULA ASTORGA: Creo que los creadores deben estar muy comprometidos a seguir produciendo más y mejor; creo que los actores deben capacitarse; creo que los directores deben comprometerse con contar buenas historias, honestas y con identidad; creo que los guionistas deben profundizar en las historias que están contando, no copiar modelos hollywoodenses y buscar un cine que realmente nos “amarre” a nuestra identidad; creo que las entidades culturales federales no tienen que recortar el presupuesto en cultura ni en el cine que además, son parte de la imagen de nuestro país. Yo creo que más que mejorar en cada uno de los escalones de la comunidad cinematográfica, todos tenemos que esforzarnos.
JULIO BRACHO: Seguir por este camino y darle continuidad a los estímulos que se han generado, seguir construyendo, sacar del TLC el cine, eso creo que es muy importante y por ultimo, legislar lo de la taquilla para que los Cinépolis, Cinemarks y Cinemex sean mucho más equitativos o que reinviertan parte de sus ganancias en lo que les da de comer, o sea el cine.
GERARDO SALCEDO: Lo primero es encontrar los mecanismos a partir de los cuales el cine mexicano encuentre un mejor desarrollo, tanto en el terreno de lo financiero como en el terreno de la exhibición.
Y sobre todo que los estrenos mexicanos generen un mayor interés de parte del público. No puedo soslayar lo grave que esta resultando la piratería.
Y finalmente el gran reto es, sustantivamente, que a pesar de la crisis económica el cine nacional sea una verdadera opción.
RAÚL MIRANDA: Lo que esperaría es que las películas se exhiban más rápido porque vemos que como estrategia se anuncian en los festivales y nosotros no las conocemos. Se están exhibiendo en Cannes, en Berlín, en Venecia, en San Sebastián, en Canadá o incluso aquí en Morelia o Guadalajara y luego llegan a las salas medio año o dos años después. Hay una espectativa de ver las películas y las estamos conociendo muy tarde.
Además, que se incremente el número de películas estrenadas en cine y que se pueda llegar al medio centenar, pero que no entraran tantas películas con apoyo del IMCINE, que los productores privados se avienten a hacer más películas, aunque sé que lo hacen con mucho cálculo porque saben que es un riesgo fuerte. Pero hay películas que no requieren tanto dinero, esperemos que encuentren esas formas de retratar los imaginarios, los deseos, las posibilidades de nuevos comportamientos, de nuevas relaciones, por ejemplo, de las relaciones de pareja.
El cine mexicano está experimentando, pero que se atrevan en el aspecto génerico, que hagan más thriller o películas policiacas y de aventuras. El paisaje mexicano puede servir para hacer películas de aventuras o road movies, no quiere decir que no las haya, pero más en este sentido. Películas de adolescentes podrían funcionar siempre y cuando haya directores como el de Lake Tahoe, que pueden describir la sensibilidad de gente muy joven. Hacen falta películas de corte feminista, hace falta que las mujeres se avienten, que tengan una estética feminista, que sean provocadoras y demás.
Más allá de que las películas sean reconocidas, que Los bastardos y Lake Tahoe sean reconocidas en Europa, más que eso, que estén exhibidas en México, que sean parte de las cultura popular, que se vuelva a retomar el cine popular, que permee a todo el país.
Si se hacen películas sobre los grandes ricos de México, esas también son muy atractivas porque finalmente el espectador no vive esos mundos pero le gusta saber como se manejan los multimillonarios en el país. Debería hacerse thriller político o más cine de provincia, desarrolladas en Oaxaca, en Villahermosa, etc. No haría daño tampoco que algún director mexicano retome los estilos clásicos de filmar a la Rosellini o a la Ozu, o algunos otros.