Por Perla Schwartz
Si algo caracteriza el estilo cinematográfico del galo Michel Gondry es su toque onírico aderezado de un rico universo lúdico, su primer largometraje fue “Human nature” (2001), pero él saltó a la fama internacional con “Eterno resplandor en una mente llena de recuerdos” (2004), una propuesta laberíntica que oscila ida y vuelta, entre el presente y pasado, así como por los pensamientos y sensaciones experimentados por la pareja protagónica.
En la quinta edición del recientemente celebrado Shorts Shorts Film Festival se rescató un programa especial en torno a algunos de los cortos realizados por Gondry, todos ellos presididos por una gran factura.
En éstos, el director oriundo de Versalles, y a su vez autor de varios videoclips y comerciales da rienda suelta a su exuberante imaginación; asimismo muestra un pleno dominio de una estética personal, la cual se inscribe en el posmodernismo, debido a que juega con habilidad con la fragmentación y varias de las imágenes que plasma ofrecen múltiples lecturas.
En el cortometraje de animación “Tres muertos” (2004), como su título lo indica tres muertos optan por salir de su casa que se ubica en la luna, y se sientan en un cráter donde tienen la posibilidad de observar una variedad de matices de la luminosidad. En tanto, en “La carta” (1998), un tono nostálgico remite a los fallidos juegos amorosos de un adolescente y sus sueños más barrocos, lo que imagina se estrella contra los hechos.
También de 1998 es la fecha de producción de “Los 24 años de mi hermano”, un corto autobiográfico, que e4s construido a partir de fragmentos de películas familiares, y crea breves viñetas en torno al onomástico de su hermano Twist. En dicha reunión se dan cita un sinnúmero de personajes extraños y estrambóticos, que parecen que emergen directamente de la imaginación del propio Gondry.
Mientras que en “Un día” (2003), el filme más hilarante del conjunto, Gondry acompañado del actor David Cross, (éste último sale del retrete en forma de excremento) y persigue sin tregua al cineasta, en su afán de ser aceptado por su progenitor. La ironía permea a este cortometraje, que si habláramos de literatura, se encuentra muy cercano al realismo fantástico.
La selección se complementa con breves cintas, ambas del 2004 “Mientras más batería mejor”, Michel Gondry toca la batería en diversos lugares de Nueva York y la bella animación de “Tiny” en torno a la frustacion que implica ser rechazado por una chica en un baile.
Sin lugar a dudas, Gondry quien dirigiera a Gael García Bernal en “La ciencia del sueño” en el 2007, es un director propositivo y creativo del que habrá que esperar más avances. Y se agradece que Shorts Shorts lo halla rescatado, porque todo cortometraje implica el cimiento del universo fílmico de todo director.