Por José de Jesús Chávez Martínez
Continuamos con la revisión del MyFrenchFilmFestival, en esta ocasión comentando tres de los cortometrajes incluidos en la muestra del festival de cine francés gratis por internet, hasta el 14 de febrero. Tres historias que abordan las experiencias de algunos personajes que buscan un lugar dentro del abanico social, debido a su condición de marginales. Estas obras provocan y sugieren seguir repensando el problema de la inclusión y el reconocimiento de grupos ciertamente minoritarios (ya ni tanto) desde la intimidad de los sujetos.
Luna
Babz o Sabrina (Joanie Martel) es una mujer de mediana edad, expresidiaria, que trabaja como mesera y al parecer también estudia porque se le ve haciendo operaciones en un libro de matemáticas mientras viaja en el autobús urbano. Tiene problemas de obesidad y de autoconfianza. Un compañero de trabajo que es homosexual, Raul (Alexandre Lavigne), trata de ayudarla, pero a la vez la critica con fuerza, con esa energía a veces desmedida que suelen derrochar algunos gays, lo cual la hunde más en sus complejos. Un día llega a la cafetería el señor Ayouch (Reda Guerinik), un asiduo comensal del lugar, hombre joven de aspecto inmigrante (tunecino o argelino) y amistoso que mira con cierto interés a Babz y le pide más café. La atracción parece mutua, lo que origina un juego de insinuaciones de parte de Raul para que Babz se lo ligue, pero igual la ayuda del mesero gay no es tan útil por su peculiar estilo de “colaborar”. Babz decide entonces emprender la aventura sola y tratar, con hechos, de cumplir su deseo: “me merezco la luna”.
“Luna” aborda la condición de muchas personas solitarias que carecen de seguridad para encarar las relaciones personales, no porque sean feas, como dice Raul, sino porque cuando les hablan “miran al suelo”. Este cortometraje expone, pues, en buena medida lo que es la timidez y cómo afecta seriamente a quien la padece y cómo alguien, en este caso Babz, debe luchar intensamente para sobreponerse a semejante yugo y sin ayuda de nadie. También muestra lo que significa esta condición de apocamiento mental: ni más ni menos que “cargar con el peso del mundo” (otra frase del lapidario Raul). Disfrútalos gratis en MyFrenchFilmFestival
Título original: Lune. Año: 2020. Dirección y guion: Zoé Pelchat. Producción: Mélanie S. Dubois. Fotografía: Derek Brascombe. Edición: Charles Grenier. Música: Maxime Fortin.
El amor duele
Otra historia de imperfecciones emocionales que deriva en una sensación de inseguridad que ha de paliarse con el uso de la violencia. Un asunto de psicología social, porque hay una fuerte influencia de un personaje sobre otro, que es abordado en este filme corto de Elsa Rysto. Troy (Andranic Manet) es un “estudiante” universitario que lidera una pandilla de excéntricos buscadores de peleas sin razón aparente, a no ser por el placer de golpear y ser golpeado, aunque es una motivación altruista, según Troy, porque, al ser vapuleado, permite que otros desquiten su coraje y se sientan mejor.
De pronto, la pequeña Sam (Noée Abita), una estudiante tranquila y aparentemente tierna, con una mamá que es insoportable por ser normal, se involucra con Troy gracias a que su amiga Lucile (Manon Valentin), ronda a Maiky (Victor Le Blond), un integrante de los pendencieros. La pareja dispareja hace conexión rápidamente al pedir Troy que Sam lo golpee, algo así como una muestra de cariño y de hombría, un comienzo de la relación enfermiza que ha de decantar en mayores acontecimientos y más peleas sangrientas. Días después, Lucile advierte a Sam que Troy es un loco, igual que Maiky, y que se aleje, pero la pequeña ya ha sido inducida a un punto sin retorno, a ser la mini guardaespaldas de su violento novio.
Película “americanizada”, por el simple hecho de que “Troy” es un nombre estadounidense y musicalizada con canciones de rock and roll. Por ejemplo, unas coplas de una balada de Brenda Lee en la banda sonora: “Si parece que todas las cosas están perdidas sonreiré y nunca contaré el costo; Si me amas, deja que suceda, no me importará”. Esta cinta refleja las tensiones (ser atleta, ser popular, ser estudioso, etc.) que enfrenta la juventud actual y sus reacciones impensadas, irracionales y hasta bellas. Disfrútalos gratis en MyFrenchFilmFestival
Título original: Love hurts. Año: 2020. Dirección: Elsa Rysto. Producción: Pierre-Yves Jouradin. Edición: Suzanne Van Boxsom y Charlotte Soyez.
Dustin
Este cuasi documental muestra un pasaje de la vida de dos chicos transexuales (o travestis) en medio de la búsqueda de su identidad, de la aceptación, del respeto y del reconocimiento a nivel social y personal. Dustin pasa una noche en un antro con sus amigos gays Félix, Juan y Raya (el otro trans), y vive momentos de incertidumbre al intentar mantener la unión de los cuatro, entre drogas, escarceos sexuales, manoseos, bailes al ritmo de la música tecno y rechazos de los empleados del lugar.
A la mañana siguiente conocen a una publicista, Lucie, que se solidariza con ellos y los acompaña a su departamento para seguir bailando, bebiendo y drogándose. Ahí comentan con su nueva conocida las dificultades de su existencia, sin trabajos fijos y enfrentando los cuestionamientos sobre su condición. Después llega Nico, un traficante de cocaína, que rechaza a Félix y se interesa por Dustin y ambos pasan un rato agradable. Cuando Nico se va, Dustin sale a la calle y termina por recibir, al fin, el reconocimiento de alguien.
Es una muestra muy cercana, vivencial, del mundo de estos personajes que se debaten en la marginación, entre dudas y falta de legitimidad, aun cuando su posición sea precisamente legítima y natural. Así también naturales las actuaciones de personajes reales en una obra llena de ternura, altamente recomendable.
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Título original: Dustin. Año: 2020. Dirección y guion: Naïla Guiget. Producción: Jean Etienne Bratt y Lou Chicoteau. Edición: Nathan Jacquard – Vincent Tricon. Fotografía: Claire Mathon. Con: Dustin Muchuvitz, Félix Maritaud, Raya Martigny, Juan Corrales, Lucie Burleteau, Erwan Fale y Nicolas Bachir.