En la región de los llanos en Durango, aún existe el pueblo del oeste donde se filmaron decenas de westerns nacionales y extranjeros. El lugar es cuidado por el viejo Antonio. Un día, Gabriel Navárez, un niño de 13 años que vive en una ranchería cercana, se introduce clandestinamente al pueblo del oeste y descubre un mundo fascinante. Gabriel es sorprendido por el viejo Antonio y huye del lugar. Otra noche, en el cine ambulante que llega al pueblo, Gabriel descubre en la pantalla a un joven Antonio en medio de una formidable pelea en una película del oeste. Entonces decide regresar al pueblo para vencer el carácter huraño del viejo. Antonio termina por aceptar que trabajó en algunas películas de acción y enseña al niño los detalles de su oficio. Tras una larga preparación, un día regresa el padre ausente de Gabriel y se lleva al niño y a su madre a un lugar con mejores condiciones de vida. Gabriel se despide de Antonio pero le pide que le dé una última lección: el duelo con el que concluyen las películas del oeste, para aprender a morir. Finalmente, al atardecer y a la hora señalada, el duelo se lleva a cabo. (Imcine)