Por Leticia Carrillo


El director Julián Hernández, dos veces ganador del Teddy Bear del Festival Internacional de Cine de Berlín, estrena este fin de semana su más reciente filme, Rabioso sol, rabioso cielo, en el que aborda al amor como “una epopeya ancestral, como una lucha mítica en la que la pérdida y la muerte son fases inevitables del dulce dolor que ayuda a tocar la felicidad absoluta”.


Correcamara.com participó a la conferencia con el realizador en Morelia, Michoacán, en el marco del festival de cine de esa ciudad. Hernández, de forma muy amena, comentó sobre sus expectativas con el público mexicano respecto a Rabioso sol, rabioso cielo; la razón de ser de los sui generis títulos de sus películas, y sus nuevos proyectos, entre los que está incluida Juan Fidencio Crisol, una ópera postrevolucionaria.


PREGUNTA: La versión de Rabioso sol, rabioso cielo que llegará a los cines va a durar casi una hora menos…


JULIÁN HERNÁNDEZ: Sí, por las características de la película, es una buena estrategia para la exhibición comercial. Decidimos que hubiera cinco copias con una duración de aproximadamente dos horas pero en la Cineteca Nacional estará en su versión original de 191 minutos. No le corté planos a la película sino que decidí eliminar un fragmento completo que dura alrededor de una hora.


P. ¿Cuáles son tus expectativas con el público mexicano?


JH: Es muy complicado… este año ha sido quizás uno de los más representativos sin que hayamos llegado a comprender lo que ocurre con el cine mexicano porque ha habido muchos estrenos y han durado en cartelera películas que muchos pensaban no iban a quedarse ni una semana. Pero luego te preguntas ¿por qué esa película que era tan buena en términos comerciales: una historia atractiva, que tenía una fotografía interesante, fracasa y otras duran un mes?


Ante eso, en nuestro caso, a lo que podríamos apelar es lo que ha ocurrido con películas anteriores, que sin haber salido con una gran publicidad o promoción, se han mantenido en cartelera. El cielo dividido, duró como mes y medio en los cines con funciones completas y en esta caso, yo desearía que ocurriera lo mismo.

P: ¿Es tuya la frase “El cielo siempre se acuerda de los hombres capaces de sentir amor”, que vemos en el cartel de la película?


JH: Sí, originalmente era un diálogo pero después lo transformé en un texto que aparece escrito en la pantalla, es una de las pocas frases que se dicen los personajes a lo largo de toda la película y que resume de lo que va: hablo de los hombres no como género sino como humanidad y de lo que han tratado mis películas anteriores, soy un realizador bastante monotemático y mis películas siempre hablan de la búsqueda del amor y esas cosas.


P: Los títulos de tus películas son muy poéticos y tienen que ver con el cielo…


JH: Ahora hay una posibilidad de que pueda hacer otra película que casualmente tiene también el cielo dentro del título, cuando yo estaba proponiéndome para dirigirla dije: “Además, ya tengo tres películas que tienen al cielo en el título y esta sería la cuarta, lo que significa que tengo que hacerla”. (risas)


Pero la cosa del cielo fue un poco accidental, en el caso de Rabioso sol tenía el título pero pensé que le faltaba algo, que tenía que trabajarlo. Es un título que saqué de algo que dice Rosellini sobre Francisco, juglar de Dios, una película de los cincuenta en blanco y negro –quizá por eso la primera de las mías es en blanco y negro-, él dice que quiso hacer un filme sobre la rabia del sol, sobre la maldad del sol.


Después de ver mi película y de lo que trataba, le agregué el Rabioso cielo, porque también pensé que le podría dar al espectador la oportunidad de pensar que esta es parte de una trilogía (con Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás dejarás de ser amor, y El cielo dividido) que aunque no fue concebida de esta manera, algo hay de eso.


P: ¿Pero además de Rosellini hay algo o alguien a quien hagas referencia o quieras rendir tributo con tu títulos?


JH: No, desde la escuela fue un asunto como de tratar de protegerme porque siempre he hecho este tipo de películas que apelan a otro tipo de entendimiento, que se mueven más en el campo de las emociones, de lo que puedas percibir del poder de una imagen.


Desde ese entonces pensaba que tenía que hacer un título que les dejara claro a todos de lo que va la película para no tener que explicar la anécdota. Hice títulos como: Hubo un tiempo en que los sueños dieron paso a largas noches de insomnio y poco a poco se han ido derivando, pero creo que Mil nubes… era más clara en cuanto a lo que ocurría en la trama de la película; El cielo dividido me parecía mucho más representativo, aparte de ser un homenaje a una película que a mi me gusta mucho (Geteilter Himmel, de Konrad Wolf), y Rabioso… es más como de sensación.


P: ¿En qué proyectos estás trabajando ahora?


JH: Tengo tres proyectos; con lo que ganamos en Atmósfera, el corto que hicimos en el Rally Malayerba de este año, a mediados de marzo de 2010 estaría filmando Rencor tatuado, escrita por Marú Huacuja del Toro, que es una comedia negra con la que se reirán mucho.


P. Damayanti Quintanar (Paradas continuas) la protagonista de Atmósfera ¿te gusta para Rencor tatuado?


JH: Damayanti me gusta para muchas cosas en realidad, por ahí tengo un corto que se llama Alarido y que forma parte de la tetralogía sobre el erotismo, el sexo y el amor, en el que están también Bramadero.


Además, voy a filmar un corto para los festejos del centenario de la Revolución, se llama Mariscal Crisol y tiene que ver con Alberto Mariscal y su película Crisol (1965), es un héroe de los tantos que existen en la historia revoluciones, como la película del Indio Fernández, Un dorado de Pancho Villa (1967), es un hombre que después de haber participado en una revolución se da cuenta que todo aquello por lo que ha luchado es un fracaso; ocurrirá en el zócalo de la Ciudad de México y en el reparto van Gabino Rodríguez, Giovanna Zacarías, Javier Oliván y una estrella de la tele que quiero meter pero no digo quién es.


P: ¿En estos proyectos sí va a haber diálogos?


JH: Sí, la comedia de las que les platiqué es hiperdialogada, me resultó muy interesante porque he hecho películas en las que creo he logrado transmitir emociones a partir de las imágenes y ahora quiero ver si realmente tengo la habilidad de amalgamar estos elementos, que la parte visual y la oral sean igual de interesantes, en un guión en la que la acción está contenida en el diálogo.


P. ¿Y la duración?


JH: Tiene que tener una duración comercial porque Roberto (Fiesco, su productor) ya me dijo que tengo que hacer películas más cortas y porque también quiero probar las mieles de que la película dure mucho tiempo en cartelera y la gente se ría, como lo he hecho con ustedes (risas).


También les cuento que estoy preparando una ópera, se llama Juan Fidencio Crisol, es el mismo personaje que mi corto Mariscal Crisol; escribo el libreto para que el compositor de mis películas, Arturo Villela Vega, construya la ópera para el año que venga. Ya tenemos el prólogo y los primeros cuadros pero aún no sabemos en donde la vamos a estrenar.


P. ¿Cómo se dio tu acercamiento con la ópera?


JH: Estudié ópera dos años porque yo quería ser cantante, intenté entrar a la UNAM y luego tuve un maestro particular pero abandoné los estudios porque me enamoré. Ya estoy muy viejo pero puedo seguir cantando, era tenor dramático, arriba del lírico, del lírico spinto y después siguen los heldentenor, especializados en las obras de Wagner y cosas más densas, que son los grandes voces, la mía fue una voz bastante lírica.


P. ¿Vamos a escuchar alguna pieza interpretada por ti en alguna de tus películas?


JH: No, esto lo hice porque Arturo Villela me lo pidió.