Por Ulises Pérez Mancilla
“’Ángel Caído’” es una visión fresca y renovada de la eterna lucha entre el bien y el mal, con bases un tanto científicas sin dejar de lado lo divino”: así define Arturo Anaya su ópera prima que se estrena en los próximos meses con 200 copias. Protagonizada por Sebastián Zurita, Laisha Wilkins y José Alonso, se trata de la nueva incursión de una película mexicana en el género fantasía.
“Ángel caído” cuenta la historia de Liut, un niño huérfano que se descubre con un don mítico al saberse que es un Sephyro (hijo de un ángel y un ser mortal). Así, conforme pasan los años y de la mano del monje Angus, habrá de descubrir si él es el elegido para encarnar una épica batalla entre el bien y el mal, de la cuál podría desencadenarse el fin del mundo.
Altamente ambiciosa (los años de retraso se debieron a la confección de sus efectos especiales), la película, filmada en Aguascalientes hace por lo menos cuatro años, es sólo una pieza más del universo que representa “Ángel caído”, originalmente una trilogía literaria que el propio Anaya escribió a los 18 años y de la cual también se desprende un comic.
Correcamara entrevistó al creador del universo de los Sephyro, que cuenta ya con una amplia camada de seguidores en todo el país (principalmente fans del libro).
CorreCamara.com: ¿Qué te llevó a retomar “la eterna lucha entre el bien y el mal”?
Arturo Anaya: Siempre me han llamado la atención los temas místicos, etéreos, encontrar respuestas a las grandes interrogantes del universo, preguntas que quizá no tendrán nunca una verdad absoluta, al menos no en este plano. Escribir “Ángel caído” me permitió crear una versión fantástica donde las preguntas tienen respuestas, donde el cielo y el infierno tienen un lugar en la geografía del cosmos. Me inspiró mucho en la adolescencia John Milton y su “Paraíso perdido” y pensé: “¿por qué no hacer una película como una versión moderna de la eterna lucha entre el bien y el mal?”
CC: ¿En qué momento pensaste en la adaptación fílmica?
AA: Primero pensé en la película, después el libro comenzó a cobrar vida para finalizar en imágenes en el cómic. Mi sueño desde los 6 años ha sido hacer cine, y la historia como tal, la fui generando desde muy temprana edad, pero siempre con la constante de llevarla a la pantalla grande.
CC: Libro-película-cómic, ¿son obras complementarias? ¿qué valores propios tiene cada una?
AA: Cada una de las obras tiene valores que con el tiempo irán adquiriendo vida, el libro me permite contar la historia tal cual la imaginé sin restricciones, la película me dejó pintar con luz los sueños e imágenes que sólo viven en mi mente y cobran vida mediante la magia del séptimo arte. Con el cómic puedo contar los eventos previos a la trilogía y compartir con los seguidores la cosmogonía de “Ángel caído”.
CC: ¿Cómo fue tu trabajo con actores, especialmente con los debutantes en cine?
AA: Fue muy intenso y divertido, toda una experiencia compartir este proyecto con sangre nueva y mezclarla con primeros actores, creo que nos dejó mucho a todos, nos volvimos como una gran familia. Hubo mucha persistencia y un poco de suerte para encontrar a los actores perfectos para cada personaje, hacer que creyeran en la magia que pretendo en la historia fue lo más importante en este proceso.
CC: ¿Qué expectativas hay con esta primera parte de la trilogía?
AA: Estrenamos con 200 copias y la verdad es que en el cine mexicano no puedes tener expectativas, sólo fe, esperar y ver cómo reacciona la taquilla.
CC: ¿Cómo miras el panorama del género fantástico en México? Ya se han estrenado algunos intentos con resultados poco favorables ¿qué aciertos ves por un lado y por el otro, qué errores?
AA: Realmente me da gusto que se esté apostando por un cine de género en un país donde es tan difícil contar historias fantásticas, creo hay público para todo, no veo errores, veo lecciones y diferentes percepciones.
CC: Como cineasta, ¿tienes interés en intentar otro género, o seguirás por el camino de la fantasía?
AA: Si me apasiona el guión no me importa el género, para mi lo más importante es contar historias y si son fantásticas qué mejor.