Texto y fotos por Lía Rueda

“Vértebra” de Felipe Alfaza, bajo la dirección de Luis Alcocer y con la impecable actuación de su autor.

Renovarse, renacer, construirse, resucitar, rebrotar, resurgir. Con estos verbos arranca Felipe Alfaza un ritual psicomágico donde se enfrenta a todos los miedos, abusos y violencias que, durante su infancia, lo tatuaron de por vida. Nos comparte una experiencia autobiográfica que narra con profundo sentimiento y actúa desnudando el alma por completo. Con tremendas tablas, juega con el tiempo para llegar al origen de las tremendas fracturas que sufrió su alma y su cuerpo: fracturas de vértebras y cervicales. ¿Puede una emoción influir en el dolor físico? La respuesta, nos cuenta Felipe, es un sí rotundo.

Aún después de morir, las familias, al igual que los huesos, se deforman, se desgastan y se rompen. Ese cordón umbilical que supuestamente une a la madre con el hijo, aunque se recupere, nunca quedará igual, porque el dolor ya está hecho. Las estructuras y los dolores de los huesos carcomen poco a poco y paralizan, porque el dolor persiste en la memoria o en el recuerdo de una vértebra (o en el de su madre).

La música pop de Lady Gaga, Rihanna y Katy Perry lo salvó de su depresión. Dicen que cuando nace un homosexual, se le asigna una diva pop, y en su caso, el mito se cumplió.

Esta representación escénica da vida a un sueño constante que lo persigue y lo aterra. Por medio del ritual psicomágico, trata de sanar su herida más profunda, donde esconde un secreto: cuando pelea con su madre, el dolor de vértebras y cervicales se intensifica hasta el colapso. Una herida que no puede sanar por completo, pero el trabajo de estiramiento y fisioterapia lo han alineado lo suficiente, algo que se puede ver en sus impresionantes movimientos corporales.

¿Qué hay dentro de un ser humano que no es aceptado por su propia madre?

Sin duda, es un monólogo-performance donde Felipe comparte con el público lo más frágil de su corazón, extrayendo todo el odio y el miedo. Con solo ver sus gesticulaciones, transmite absolutamente todo, sin que quede la menor duda de creer en lo que narra y actúa.

Con un texto tan potente, no se necesita una gran escenografía. Utiliza pocos elementos, pero sirven perfectamente para el ritual que ejecuta en escena. Junto con la música, la iluminación y su actuación, logra que el espectador se quede asombrado.

Defender tu género es algo que debe ser aceptado, y más por una madre. ¿En qué siglo estamos viviendo?

Una obra con temática LGBTQ+ para mayores de 18 años. Un monólogo hecho con tanta pasión que, para algunas personas sensibles, podría ser abrumador. Lo que Felipe trata de decir en escena, lo hace con todas sus vértebras.

“Vértebra” se presenta en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky, ubicado en Paseo de la Reforma esquina Campo Marte. Miércoles a las 20:00 h. Duración: 95 min.