Leticia Carrillo/Enviada
  

Guanajuato, Gto.- Alejandro González Iñárritu subrayó, en la conferencia de prensa que ofreció dentro del Festival Internacional de Cine Expresión en Corto, que estaba muy interesado en volver a filmar en México pero primero tendría que “encontrar con precisión” la historia que le gustaría contar “porque en este país hay mucha riqueza y diversidad, mucho drama para poder explorar, cuestionar y analizar pero de que está la tentación, está”.
  

En este sentido, Alejandro González Iñárritu resaltó que los cineastas enfrentan un enorme reto al abordar en sus cintas la realidad política mexicana pues “la velocidad en la que ocurren los hechos hacen prácticamente imposible analizarlos con perspectiva y conocimiento, y el asunto no es hablar el narcotráfico y la violencia sino de un problema más profundo que no se ha tocado”.
  

Y habló sobre el papel que están jugando de los medios de comunicación en esta dinámica social: “la violencia, la ignorancia, el miedo y el tremendismo los han secuestrado y esto no está intoxicando a todos, se navega en una superficialidad tal, que la gente entiende los hechos pero no las raíces de esos problemas”.
  

Por otra parte, el autor de ‘21 gramos’ afirmó que “en estos tiempos hacer una buena película es una tarea heroica porque la industria fílmica está pasando por uno de los momentos más difíciles”.
  

El cineasta mexicano ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes agregó que “el cine americano en general, es maniqueo, de rostros cómodos, de una sola fotografía y narrativa” y lo describió como “el “carbohidrato cinematográfico” al que el público del mundo se ha aficionado tanto “que cuando una película no lo tiene, es decir melodrama fácil, soluciones sencillas y cosas predecibles; cuando se sumerge en un mundo más humano e íntimo, se siente incómodo, no le gusta tocar temas tabúes como el dolor y la muerte”.
  

Sin embargo, el director de ‘Babel’ indicó que la relación “de negocios” que él ha sostenido con los estudios hollywoodenses “ha sido muy sana, he tenido la fortuna de trabajar con los estudios y no para los estudios, he sabido utilizar sus fortalezas como el financiamiento y la experiencia que tienen acerca de la distribución, ha habido un respeto absoluto a mi obra, yo soy el responsable absoluto de mis películas con todas sus virtudes y defectos”.
  

El cineasta comentó que después de filmar ‘Amores perros’, “a diario” recibe ofertas para dirigir cintas de los grandes estudios de Hollywood “pero no he encontrado mayor satisfacción en ellos que en lo que yo hago”, y agregó:
“después de Babel todo mundo pensó que iba a hacer un proyecto más grande pero quise realizar una película que transcurriera en una sola ciudad, con un personaje central, hablada en mi idioma y que tuviera una estructura lineal”.
Así, el realizador de Biutiful dijo de su trabajo: “mi función con el cine es provocar, incomodar, hacer que el público rompa sus esquemas”.
  

Por otra parte, el director nominado al Oscar informó que la productora Cha Cha Chá Films –que posee junto a Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro- tiene varios proyectos en puerta pero ninguno iniciará filmaciones en el corto plazo, por lo que se reservó hablar de ellos.
  

Finalmente, acerca de la relación que tiene con los directores arriba mencionados, así como con Carlos Reygadas (‘Luz silenciosa’) y los actores Diego Luna (‘Abel’), Salma Hayek (‘Frida’) y Gael García Bernal (‘Déficit’) expresó: “yo valoro mucho la amistad profunda, la sabiduría, la sencillez y la parte humana; nos da un gusto profundo vernos, compartir momentos y dudas; somos afortunados de formar parte de una comunidad internacional de cineastas, vivimos cosas parecidas; ellos te ayudan profesionalmente pero más que eso, te dan mucha solidez a la hora de estar solo con los madrazos allá arriba”.
  

EN LA IMAGENS: Alejandro González Iñárritu durante su presentación en el Festival Internacional de Cine Expresión en Corto.