Por Perla Schwartz
  

Tributo amoroso al cine, tributo a toda esa serie de mundos desconocidos que puede contener una película, cuestionamiento de si el cine ha de sobrevivir al embate de la alta tecnología: éstas son algunas de las directrices del segundo largometraje de Federico Veiroj (“Acné”), “La vida útil”.
  

Esta película que recibió una mención especial en FICUNAM y que actualmente se proyecta en Cineteca Nacional, filmada en su mayor parte en blanco y negro con el objeto de acentuar el dejo de nostalgia, en su primera parte se ambienta en las instalaciones de la Cinemateca Uruguaya, un lugar detenido en el tiempo, con pocos espectadores, pero con trabajadores que se entregan a ella en cuerpo y alma, una institución con fuertes problemas financieros, que se niega a desaparecer.
  

El protagonista es Jorge (Jorge Jellineck), quién es crítico de cine en la vida real. Él se maneja en la Cinemateca como una especie de hombre “multiusos”. Lo mismo se encarga de la proyección de las películas que de arreglar las butacas, de grabar los mensajes promocionales, de apoyar la programación, de presentar al director invitado o de intervenir en el programa radiofónico semanal dedicado a la institución.
  

A Jorge le duele que su amado centro de trabajo se encuentre en declive. En ese momento en “La vida útil” se despliega la gran vuelta de tuerca y Jorge se convierte en personaje de su propia ficción, en miras de superar su estatismo y vivir una ambivalente historia de amor. Y junto con él, los espectadores recorreremos los rincones de Montevideo y algunos de sus lugares como el Palacio Legislativo o la Universidad.
  

Para este segmento, Veiroj con encuadres muy precisos y adoptando recursos narrativos de la Nouvelle Vague, nos conduce a una itinerancia, donde la vida cotidiana se entrecruza con varios homenajes fílmicos. Es el periplo de un hombre que se va sobreponiendo a sus propios miedos y está dispuesto a vivir hasta sus últimas consecuencias, sin desdeñar las enseñanzas que le ha dado el cine.
  

“La vida útil” ganadora del Gran Coral del Festival de Cine de La Habana 2010 y recientemente del Premio FIPRESCI del Festival de Cartagena, se inserta en todos esos filmes donde el cine es el gran personaje; pienso en “La noche americana” (1973) de Francois Truffaut, en “Cinema Paradiso” (1988) de Giuseppe Tornatore o “Splendor” (1988) de Ettore Scola.
  

¡Vivan las películas cinéfilas!
  

“La vida útil”. Uruguay, España, 2010. Dirección: Federico Veiroj. Guión de él mismo en colaboración con Inés Bortagaray, Gonzalo Delgado y Arauco Hernández. Fotografía: Arauco Hernández. Música: Leo Marsilah, Eduardo Fabini, Macunaima. Intérpretes: Jorge Jellinek, Manuel Martínez, Paola Venditto. 67 minutos.
  

Por Redacción