Por Leticia Carrillo/Enviada


Urandén de Morales, Michoacán.- Los niños de la isla michoacana Urandén de Morales -ubicada en las orillas del Lago de Pátzcuaro- conocen a la perfección a personajes como Harry Potter aunque nunca han ido al cine. Y a pesar de esto, ahora son parte del equipo creativo y de producción de un cortometraje animado que tiene como protagonistas a un hombre con superpoderes y a un árbol que concede deseos y cuenta cuentos.


Esto ha sido posible gracias al taller de animación en stop motion que ofreció en dicha comunidad el Festival de Cine en el Campo, quien también visitó la isla de de Yunuhen y la localidad de Ucusanastacua con el objetivo de realizar tres obras creadas casi en su totalidad, por los pequeños de la comunidades, y que serán exhibidas en el marco de la tercera edición del certamen fílmico, a celebrarse del 30 de abril al 2 de junio próximo.


“El taller ‘Mira y te cuento’ consiste en que los niños deben contar una historia con los elementos de su comunidad; una vez que han construido la narración y los personajes, tienen que hacer la escenografía y los demás elementos que permiten generar la animación. De los 60 niños inscritos, hicimos equipos que se turnan en el desarrollo del proyecto; nosotros los ayudamos en la cuestión de la iluminación y el manejo de cámaras”, explicó a CorreCamara.com, Fernanda Rivero, directora del Festival de Cine en el Campo.


Rivero señaló que una vez terminada la etapa de producción, los trabajos, con una duración de casi cinco minutos, son enviados a la Ciudad de México donde pasan por un nuevo proceso de animación para posteriormente ser editados.


La promotora cultural detalló que los talleres impartidos en Yunuhen y Ucusanastacua son de animación tradicional o 2D, por lo que las escenografías usadas en Urandén fueron sustituidas por dibujos que son recortados y animados en computadora.


“Para los niños es algo novedoso y la gente de las comunidades se ha abierto a esta iniciativa porque ven que es una actividad que ayuda a la imaginación de sus hijos y los ayuda a reflexionar sobre el lugar en donde viven y las condiciones que los rodean”, abundó la directora del festival sobre la recepción que han tenido los talleres en estas poblaciones.


Fernanda Rivero comentó que estos talleres tienen una naturaleza itinerante como la del propio festival, y recordó que en 2009 visitaron una comunidad huichol en Zacatecas, en donde produjeron un documental con la participación de los adultos del poblado, así como otro cortometraje animado.


Por su parte, la artista plástica Jimena Schlaepfer, quien se desempeña como coordinadora del taller, contó que el cortometraje producido en ‘stop motion’ trata sobre los esfuerzos que hace Monochoa, el personaje central de la historia, por limpiar el Lago de Pátzcuaro que ha sido ensuciado por el puerquito Moncho, quien ha provocado con sus acciones, la hambruna y la muerte de los pobladores de Urandén.


Al fracasar en sus intentos, Monochoa le pide al árbol Erandi, que concede deseos y habita en la parte media de la isla, convoque a los animales del lugar para que lo ayuden a traer agua limpia de los manantiales cercanos, a quitar la basura y el lirio invasor. El árbol acepta y una vez que el lago ha recobrado su esplendor, Monochoa le solicita a Erandi que se convierta en mujer y se case con él para poblar de nuevo a Urandén.


“Antes de empezar a grabar dedicamos una semana a crear el guión del corto. Les preguntamos a los niños lo que les gustaba o no de la isla y sus principales problemáticas. Nosotros les dimos asesoría pero ellos fueron construyendo la historia, les permitimos que incorporaran a personajes fantasiosos, con poderes mágicos”, precisó Schlaepfer.


La coordinadora destacó que los elementos fantásticos incorporados en el relato por los niños cuentan con influencias provenientes de la televisión o del contacto con sus familiares que migran a Estados Unidos: “en un primer impulso ellos hubieran hecho un corto sobre carreras de coches o el basquetbol pero nuestra idea es que tomen conciencia sobre su entorno al tiempo que exploran en sus inquietudes porque nosotros hemos visto que aquí hay mucha preocupación por el lago pero poca conciencia ecológica”, puntualizó Jimena Schlaepfer.