Realizarían en 2013 la película sobre María Félix y Jorge Negrete
Redacción. Dos leyendas del cine mexicano, María Félix y Jorge Negrete, serán el pretexto de una película basada en su relación, romance y matrimonio que lleva de título “Hecho en México” y que podría filmarse en 2013, de acuerdo a información revelada por el productor Leonardo Zimbrón (Viento en contra, No eres tú, soy yo) . Este proyecto, que se encuentra en incubación, aun no tiene un director ni reparto definido, bajo un argumento en desarrollo de Alfredo Félix-Díaz (El Pantera). Hace unos días se cumplió una década del fallecimiento de Félix y esto dio pie a que el productor diera algunos detalles de este proyecto a la prensa.
Los dos personajes, conocidos por su fuerte personalidad sellada por cierta arrogancia, tuvieron un inicio complicado cuando se conocieron, que al cabo de varios años pudieron limar hasta contraer nupcias. Juntos filmaron tan sólo tres películas: “El peñón de las ánimas”, “Reportaje” y El rapto”, las dos últimas del charro cantor antes de morir en un viaje por Estados Unidos, mientras Félix era su esposa.
Félix fue figura central tanto de la historia de nuestro cine como de la imaginación colectiva que la elevó a la calidad de mito. Nació en Alamos, Sonora, el 8 de abril de 1914 y falleció el mismo día pero de 2002. Inició su carrera en “El peñón de las Animas” (1942), al lado de Jorge Negrete, quien una década más tarde sería su esposo. Apoyada por una presencia y una belleza de excepción, pronto se convirtió en la estrella mejor pagada del cine mexicano y en un símbolo de la mujer inalcanzable, indomeñable como fuerza de la naturaleza, al lado de los actores más importantes de la Epoca de Oro y bajo las órdenes de varios de los realizadores más talentosos del país.
Por su parte, Negrete fue el arquetipo de figura gallarda y varonil, e ídolo indeclinable en la memoria popular. A lo largo de la década de los años treinta ganó gran fama como cantante, con su voz de corte operístico, y pronto incursionó en el cine, desde sus inicios en papeles protagónicos. Debutó en “La madrina del diablo”, en 1937, pero sería hasta 1941, convertido ya en cantante ranchero pese a su reticencia inicial, cuando su intervención en “¡Ay, Jalisco, no te rajes!” (1941), de Joselito Rodríguez, le permitiría alcanzar un éxito de dimensiones continentales y lo entronizaría como una figura de extraordinario arraigo, como no había existido otra en el cine nacional.
Juntos filmaron tan sólo tres películas: “El peñón de las ánimas”, “Reportaje” y El rapto”