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Este domingo, en la última jornada de la Berlinale, tendrá lugar el último pase de “César Chávez”, la nueva película del mexicano Diego Luna como director, una ambiciosa producción épico-biográfica sobre el lider sindical agricola chicano que dedicó su vida a luchar por la mejora en las condiciones de vida de la mano de obra, en su mayoría emigrante, que trabaja en los campos estadounidenses. El popular “charolastra” se impuso esta semana duras jornadas de promoción entre los medios internacionales presentes, con un hueco para recibir a NOTICINE.com y en charla exclusiva compartir el esfuerzo que ha significado hacer la película, que se estrenará en EEUU a finales de marzo.

– Puede chocar que su primera realización de ficción, “Abel”, era un drama familiar que podríamos calificar de intimista, mientras ahora con “César Chávez” hace todo lo contrario, una gran producción de masas. ¿Su opera prima le ayudo a capacitarse para este desafío?

No estoy seguro de cómo fue el camino, pero sí que es cierto que una película me llevó a la otra. Haber hecho “Abel” me permitió explorar temas que yo quería examinar, jugar un poquito con la estética y encontrar mi lenguaje. Después este film fue natural. Nunca vi el tamaño de la cinta, porque si no me hubiera dado miedo, pero me aventé porque me parecía importante contarla. Había que estar seguro también de que llegaba con la información necesaria a contar la historia porque estoy hablando de gente real, algunos viven, quienes se encuentran trabajando y luchando por la causa en la que creen. Yo quería no sólo respetar, sino honrar y celebrar su trabajo, vida y convicción. Pues sí, era una presión. Pero yo estaba realmente pensando en todo esto y no en el tamaño de la película, ni en el presupuesto ni en la cantidad de actores. Para mí lo más importante fue hablar de la vida de unos héroes que hicieron algo excepcional y el largometraje tiene que cumplir las expectativas de ellos. Es decir, cuando ellos la vean digan ‘ok, me gustó, me da gusto que me hayan representado así’. Para mi este era el verdadero reto.

– Sorprende que siendo Chávez un ciudadano estadounidense desde su nacimiento no haya habido un director “gringo”, incluso latino, capaz de llevar su vida al cine y haya tenido que ser un mexicano como usted el que la cuente…

Intentaron varias veces hacer la película pero nunca se pudo. Nosotros también nos encontramos con muchas trabas. La cinta no se dejaba en términos de financiación hasta que decidimos irnos a México y hacerla allí. Cuando tomamos esa decisión, la cosa se liberó (suspira), pues el 70% del financiamiento, más o menos,  viene de México y ya después se sumaron los socios de Estados Unidos, es decir, cuando vieron que era una realidad, porque había la duda de ‘¿se hará?, ¿si llevan intentando hacer esa película muchos varios años?’. En cambio, en México fue al revés, dijeron ‘¡Claro!, hay que hacerla aquí. Hay que contar esta historia porque tiene que ver con México. Y por qué hemos dejado que una frontera nos divida y nos aliene, pero hay mucho en común y nuestras historias deberíamos compartirlas’. Entonces en ese esfuerzo estamos, el de conectar a la comunidad mexicoamericana con México y entendernos como parte de una cosa más grande.

– Hay en EEUU un sector conservador o derechista en los medios que claman contra el cine que califican de “liberal”, llegando incluso a situaciones como la muy reciente de la “LEGO película”, a la que han calificado de “anticapitalista”. El cartel de “César Chávez” muestra a Michael Peña con el puño en alto. ¿No teme ataques hacia su película por ese contenido social y progresista?

No, no me da miedo, me daría pena si lo hiciesen, porque es absurdo. Es un pedazo de la historia de su país, porque enseña que el cambio es posible. Hoy en día hace falta pensar y reflexionar de dónde viene nuestra comida, que hace falta que suceda para que ese vegetal llegue a nuestro plato y qué hay detrás de eso. La película está hecha para todos aquellos que sí que les importa, básicamente. La historia de César Chávez no se pierda en el paso generacional, porque aquellos que les tocó vivirlo y estuvieron cerca del movimiento, lo recuerdan, sin embargo, si tú hablas con las nuevas generaciones no necesariamente saben quién es César Chávez, sobre todo si te sales de California o de otros estados fronterizos. Para mí él fue otro Martin Luther King, un personaje que fue capaz de cambiar la historia. Y es importante que su experiencia no se pierda y se recuerde el gran logro que significó, ya que hoy hay una urgencia por un cambio en muchos sentidos. También siento que no sólo esto hace que funcione en los Estados Unidos, sino que también tenga éxito fuera.

– Ahora que ya estrenó mundialmente la película aquí en Berlín ante una audiencia mayoritariamente europea, ¿cree que puede lograrlo?

En la proyección del Festival de esta Berlinale fue claro, la gente se emocionó, aplaudió muchísimo, se quedaron todos, después subió Dolores Huerta (la cofundadora con Chávez del Sindicato de Trabajadores Agrícolas de América) y los espectadores se le entregaron completamente. Ahí te das cuenta que el film es universal. Hay que dejarnos contagiar con este tipo de historias que indican que el cambio está en nuestras manos.

– Usted actúa en películas, ha dirigido “César Chávez”, produce otras e incluso le queda tiempo para hacer monólogos en teatro… ¿Cómo es capaz de compatibilizar todo?

Sí, duermo poco, pero soy muy feliz trabajando y contando historias. Pero no lo hago yo todo. Trabajo con la gente que quiero. Me rodeo de las personas que admiro y tengo la gran oportunidad de que mi trabajo me permite reflexionar en aquello que me preocupa e inquieta. Voy a defender este lugar y posición, porque soy muy afortunado, pero no olvido que hay que trabajar para estar aquí y para tener estas grandes oportunidades. Lo rico de mi trabajo no es una carrera de 100 metros en la que vas tú solo, sino que es una carrera de relevos, de trabajo en equipo, de complementarse y enriquecerse con las distintas voces y no hay que olvidarlo. No sólo se trata de mí…

– Usted y su amigo y socio Gael García Bernal mantienen posturas muy claras respecto de la violencia y los problemas sociales de México. ¿Podemos pensar que alguna vez van a llevar esos temas al cine directamente?

Produjimos “Miss Bala”, de Gerardo Naranjo, y fue una respuesta inmediata a algo que estábamos viviendo. Reflexionamos sobre ese sentir de estar en medio de una guerra que no entendíamos. Y sí, seguramente haremos películas que tengan que ver con la realidad con la que vivimos. Pero ahora mi objetivo está en “César Chávez” y en lograr que el 28 de marzo todo el mundo vaya a ver el film a los cines estadounidenses y defendamos esta oportunidad de que el cine que se exhibe en las salas de Norteamérica nos represente, que haya historias que tengan que ver con nosotros.


FOTO: Michael Peña, America Ferrera, Diego Luna. Berlinale SpeciaL.