Redacción. El director de cine mexicano Eugenio Polgovsky acompañado por la actriz Irene Jacob, presentó su cortometraje documental ganador del “Ariel” 2014 en la UNESCO, como parte del Tour “Noches de Oro” organizado por los premios Césares de la Academia de Cine Francesa. El tour consiste en la exhibición en ciudades europeas de los mejores cortometrajes del mundo premiados por distintas academias de cine. La presentación oficial de las Nuit d’Or fue el 15 de junio y la proyección de “Un salto de vida” 17 de junio a las 21:00 en la UNESCO.

“Un Salto de vida” destaca por ser el único representante del género documental entre la selección de 32 cortometrajes de ficción del mundo entero, así acompañan al “Ariel” mexicano, el Oscar, el Goya y Donatello italiano entre muchos otros. De acuerdo a información enviada por Self México a CorreCámara.com

“Un Salto de vida” fue producido por Greenpeace y Tecolote Films, este cuenta la historia de la que alguna vez fue la cascada más bella de México, la séptima más grande del mundo conocida como “El Salto de Juanacatlán” también conocida como “el Niágara mexicano”. El cortometraje rescata la memoria de sus habitantes que hoy sobreviven y son condenados por las aguas contaminadas por el corredor industrial establecido desde hace 4 décadas a 25 kilómetros de Guadalajara. Las aguas del río Santiago antes fueron su fuente de vida, sustento y eran visitadas por el turismo mundial.

La actual catástrofe ambiental hoy se cobra la vida de numerosas personas, también todas las especies endémicas del río Santiago que ya no existen, fueron borradas. La imparable y anónima descarga de sustancias tóxicas continua hasta el presente y a estas se suman los lixiviados (líquidos que escurren desde  las basureras y los drenajes de numerosos fraccionamientos que llegan al río, etc.)

La reacción ejemplar de una familia frente a esta impunidad e indiferencia ha sido el nacimiento del colectivo “Un salto de vida” formado por una familia –Graciela, Enrique y su hija Sofía– y su comunidad, quienes se ha dedicado a transmitir y construir una esperanza frente a esta destrucción por medio de un mensaje humanista, de conciencia y rescate por un mundo que hoy parece perdido. Ellos son un verdadero ejemplo para la humanidad, son auténticos héroes que al luchar por su propia vida buscan rescatarnos a todos, incluidas las generaciones por venir.”

“Esperamos encontrar en México una forma de exhibición del cortometraje, para lograr cerrar el círculo de vida al que el cine se suma y que el mensaje de sobrevivencia del colectivo haga germinar numerosas conciencias, somos todos nosotros los que tenemos que reaccionar, el sentido común es suficiente, el respeto por la vida.” La idea de este cortometraje es que “después de la proyección cada uno continúe la historia, empresarios, estudiantes, médicos, políticos… ver que ser ecologista es hoy una necesidad para permanecer como especie”.

La familia Enciso le ha dado un nuevo sentido a la palabra “ecologista” donde en vez de ser una marca se vuelve una necesidad, y en vez de ser algo individual es algo que se hace en equipo. Greenpeace es una organización ejemplar que con su proyecto DETOX logró que numerosas empresas se comprometan a sanar sus procesos de producción, esto ha sido algo extraordinario donde se ve que hay empresas responsables cuyo único interés no es solo el económico.

Los ríos son los principales reguladores de vida del planeta, su palpitación pasa a través de ellos hacia el mar donde todos estos contaminantes se dispersan al mundo entero, no estamos lejos, estas aguas al final nos alcanzan a todos. Tenemos que volver a respetar a los ríos como lo hacían los antiguos, que los adoraban con ofrendas en vez de arrojarles tóxicos que son simples ganancias monetarias, o ahorros, porque los tóxicos que van a dar a las aguas de los ríos son ahorros que las empresas al no tratar sus propias aguas, porque sí, tratar las aguas que se usan en los procesos de producción del plástico, telas, coches etc. cuesta.

Cada empresa que usa las aguas del río debería limpiarlas y regresarlas aptas para la vida no para que vayan a cobrar una factura de muerte por donde pasan o para que el gobierno las purifique con dinero público, pues fueron ganancias de procesos privados de producción. Ahí están los estudios del IMTA, de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad que prueban lo que se ve a simple vista, ahora solo falta que el sentido común se ponga en acción.

“El futuro de todos nosotros y las magníficas especies, hijos e hijas de la madre naturaleza dependemos de esta agua sagrada”.  Eugenio Polgovsky