Por Javier Tapia Sierra.
El realizador portugués Pedro Costa, es un artista enigmático, complejo y profundo en cuyas películas los aspectos olvidados de Portugal se aferran con fuerza. Lisboa con su pasado, su tristeza y la miseria en la que los marginados viven en sus calles, son las constantes de un director que prefiere hundirse en la vida antes que flotar con falsedades. Costa, nacido en 1959 fue testigo del auge y caída de la dictadura de António de Oliveira Salazar y los esbirros que de una u otra forma continuaban con las prácticas del régimen salazarista. Este pasado con su intensa carga política, espiritual y filosófica ronda en cada aspecto de la filmografía del director.
En “Caballo Dinero” (en portugués Cavalo Dinherio) de forma cruda y contenida se retoma la vida de Ventura, protagonista del anterior filme de Costa, “Juventud en marcha (Juventude em marcha, 2006)”. Ventura un migrante de Cabo Verde, expulsado de su casa de Lisboa, enfermo con problemas mentales y una tristeza que poco a poco lo consume, es nuestro guía en un mundo oscuro y patético teniendo como escenario el hospital en dónde se encuentra recluido.
A medio camino entre el documental y la ficción, el relato es un testimonio del olvido y la desesperanza de un Portugal ensimismado y cuyas cicatrices, producto del deterioro económico y social, parecen seguir abiertas y dispuestas a nunca cerrarse en un ambiente que, a pesar de su dureza, exhala poesía por todos sus poros.
Eso sí, la poesía que habita en “Caballo Dinero” es una poesía melancólica, dura y sombría que parece robarse la luz de los personajes que deambulan por el hospital, oscilando entre la vida y muerte y cuya comunicación con el mundo se percibe en forma de susurros. Murmullos de aquellos que se han perdido y no saben cómo volver a casa, a la vida o sepa Dios a dónde volver, porqué el mundo es una estatua rota que se cae a pedazos y no hay forma de repararla.
Las tomas estáticas que conforman la película con su sobria y elegante fotografía son bellas postales que retoman mucho de la escuela expresionista alemana con el uso de luces y sombras que impactan en la psicología del espectador, que ordenadas de forma caótica parecieran ser las alucinaciones sinsentido de un loco más allá de las pensadas y estructuradas coreografías que son.
La presencia casi nula de música, salvo en algunas escenas claves con las que el director nos da más pistas para comprender la pobreza espiritual en a que se ven obligados a vivir los marginados, nos ayudan a comprender que Costa creo con “Caballo Dinero”, a través de una experimentación estricta y formal una meditación silenciosa y ascética de la vida moderna que a menudo tiende a olvidar su doloroso pasado, sea producto de una dictadura, de una guerra o del silencio con el cuál todos los días los condenados de la tierra conviven.
“Caballo Dinero” se estrena en 11 de Diciembre en la Cineteca Nacional.
Título original: CavaloDinheiro. País: Portugal. Año: 2014. Lenguaje: Creole de Cabo Verde / Portugués. Duración: 104 minutos. Director: Pedro Costa. Reparto principal: Ventura, Vitalina Varela, Tito FurtadoGuión: Pedro CostaFotografía: Leonardo SimõesEditor: João Dias. Sonido: Vasco Pedroso, Olivier Blanc. Productor ejecutivo: Rodrigo Dâmaso. Productor: Abel Ribeiro Chaves. Compañía productora: OPTEC, Sociedade Optica Técnica