Por Jean-Pierre Garcia
Desde Cannes 2021 (exclusiva)
Dentro de la competencia oficial del actual Festival de Cannes, el amestro italiano Nanni Moretti presentó en la jornada de ayer “Tre Pianni”, su más reciente filme.
Una calle en Roma, de noche, en una zona residencial. Una mujer sale a la calle. Carga una maleta pesada. Nos damos cuenta que está embarazada y muy cerca de parir. Busca un taxi, en vano. Llega un auto y el conductor no se detiene, sigue y la mujer se da cuenta que el auto atropella una señora. El vehículo entra violentamente en una casa. El ruido atrae a varios curiosos.
Vamos a seguir la vida de tres familias involucradas en esta serie de eventos: la de la mujer a punto de parir, la del joven que conducía el auto, la de las personas cuyo edificio fue a mitad destrozado por el auto. Estas tres familias las vamos a descubrir en tres momentos: inmediatamente, cinco años después del accidente, y cinco años más, para medir así las transformaciones de una sociedad en un periodo reciente.
Esta historia no es creación directa de Nanni Moretti, aunque el guión sí. Es la adaptación de una novela israeli que trasladó a Roma los acontecimientos de Tel-Aviv.
En Cannes se armó, como de costumbre, un discreto debate entre críticos profesionales y cinéfilos oportunistas, con un objetivo preciso: matar al padre, sacrificar a unos de los maestros del cine, sin razón aparente. Muchas veces en tal periódico que fue duro con una pelicula mostrada en el Festival, se transforma en apoyos auténticos al momento de su exhibición en salas. Por eso, muchos vendedores deciden firmar contratos más allá de Cannes, pues pueden aumentar sus precios en lugar de verlos reducidos por aquellas broncas.
Lo mismo pasó este año con “Tre Pianni”.
En lo que respecta a mi opinión sobre “Tre Pianni”, debo precisar que aunque no es la más fuerte de las películas de Nanni Moretti, la historia me pareció muy buena. Primero, porque abraza de modo muy lúcido las relaciones padre-autoritario e hijo y en consecuencia la relación de un hijo con su madre que (desde su punto de vista) no lo apoyó o defendió. El tema no es nuevo pero sigue muy pertinente en el mundo de hoy, cuando se sabe que los herederos del 68 no fueron tan buenos padres como se lo imaginaron. Y en este caso el padre es juez (todo un símbolo) y la madre abogada. El hijo es el conductor (bien emborrachado) que atropelló y mató por accidente a la señora en la noche inicial.
La historia se desarrolla con varios matices más oscuros en las otras familias, se completan, se enredan y dibujan un pequeño panorama de la decadencia y de los valores de hoy. Todo esto funciona con mucha fluidez, en un tono muy justo. Para no contar todo lo que pasa es preciso saber que paso a paso en estos tres momentos o capítulos de la historia se plantean eventos clave para los individuos que somos.
Nanni Moretti no nos habla de una situación llena de conflictos sociales, no nos dice que es tiempo de cambiarlo todo. Sino que cada cual ha de mirar en las realidades de cada día y tratar de ir más allá de conflictos pequeños para conseguir una mirada fuerte y comprometida : ser feliz nos resulta bien complicado. Y quien tiene hijos o hijas sabe bien que las actitudes y actos de los adolescentes significan mucho más que las pseudo crisis de esa edad. Se tratan de vidas que a veces se pueden perder totalmente. Moretti aborda de eso y muchas más realidades: amores adolescentes o violacion de menores, abandonos disfrazados de mujeres por esposos celosos pero ausentes, locura de ciertos seres como escape saludable…
Moretti sigue siendo un gran cineasta y a mí me gusta mucho que siga cantando con su cine. Cuando murió unos de los más grandes actores franceses o sea Michel Picoli. Todos en este país hablaban de Habemus Papam del maestro Moretti. Viva Italia y su cine, ¡Viva Moretti !