Por José de Jesús Chávez Martínez

Melissa Barrera, cantante y actriz mexicana, comenzó su andar en la farándula en un popular concurso televisivo de canto, donde finalmente no obtuvo el triunfo. Después incursionó en la actuación en algunas telenovelas, antes había estudiado actuación para teatro musical en Nueva York, y su parteaguas fue la serie de Netflix “Club de cuervos” (2017), la cual, al parecer, le abrió las puertas a la gran carpa hollywoodense para volver a participar en otra serie: “Vida” (2018); así también en la película musical “In the heights” (2021) y tener un rol principal en la popular “Scream” (2022), que fue secuela de la saga iniciada por el ya fallecido cineasta Wes Craven.

En esta ocasión, Barrera interpreta a Liv, una joven abogada que decide emprender un viaje al norte de Canadá sin conseguir tomar su vuelo porque ha sido cancelado debido a las condiciones climatológicas, por lo que decide y logra convencer a dos hombres de que acepten llevarla en una avioneta que se dirigiría al mismo lugar: Inuvik, Canadá. Durante el trayecto, Liv en un principio se muestra algo amistosa con sus compañeros de viaje, pero después es cortante y se queda dormida. Sin embargo, su despertar es abrupto pues la aeronave se desploma sobre una laguna y ella queda como única sobreviviente en medio de la nada, salvo el bosque y sus elementos silvestres.

La miniserie comienza entonces como un prometedor thriller de supervivencia con infructuosos intentos de Liv para conseguir alimentos, agua y refugio, y más adelante para buscar un camino hacia la salvación. No obstante, la trama se va llenando de flashbacks que explican la personalidad solitaria, esquiva y hasta grosera de nuestra heroína, producto de una formación familiar en la que su madre Lucia (Florencia Lozano), pintora argentina, liberal (con algún trauma psíquico) e irresponsable abandona el hogar, dejando a la pequeña Liv con esa amargura y a cargo de su taimado padre Tomás (Juan Pablo Espinosa).

Es entonces cuando no se sabe a qué hacerle caso, si a la difícil situación en el bosque o a los traumas psicológicos. Cada vez que Liv logra un pequeño avance de resistencia en la espesura, se atraviesan recuerdos de la infancia y de cómo la entonces niña Liv (Joselyn Picard) vive aislada y sin amigos, rechazando incluso a su padre. La emoción de la trama se diluye y entran algunos engarces filosóficos y recuerdos del amorío con su colega de oficina Danny (Jeff Wilbusch), a quien seduce pero a la vez humilla. Todo esto a lo Aronofsky, o algo así.

Esas remembranzas intentan dar fortaleza al personaje de la joven litigante y tratan de ser vinculados con la situación precaria que vive en la maleza norteamericana. Se muestra que Liv es sumamente inteligente y que por ello va dando con claves para salir del bosque sin tener experiencia en campismo. Sin embargo, ni una ni otra cosa explota definitivamente en seis capítulos que bien pudieran haberse reducido a tres secciones o a una película de dos horas. Las partes más interesantes de la serie se dan cuando se nos explica por qué Liv decide viajar a tan remota ciudad, y también casi al final, cuando Tomás se le aparece a Liv en la ribera de un río y le explica algo del sentido de la vida, antes de despedirse para siempre de ella (el recuerdo de él más bien, pues se le aparecen varios personajes con quienes “dialoga” en medio de su soledad entre coníferas).

Finalmente, otro elemento esencial es la notable interpretación de Melissa Barrera que cubre todo lo que le exige el guion en cuanto a diversas emociones, en especial cuando se porta soberbia y tajante, pero no menos intensa cuando estalla en júbilo al conseguir agua y fuego, o cuando ve con desesperanza que todo puede ser fatal en esa aventura involuntaria. Barrera pinta para grandes cosas y sin hacer tanto ruido como otros y otras. Ojalá.

Esta serie está en los primeros lugares de popularidad en Netflix. Le falla el guion, pero a cambo ofrece una buena fotografía y edición, bellos escenarios, algunas ideas existencialistas, pasajes de incertidumbre que atrapan por momentos y un reparto muy cumplidor.

Título original: Keep breathing. Año: 2022. Dirección: Maggie Kiley.  Productores ejecutivos: Martin Gero, Brendan Gall, Maggie Kiley. Fotografía: Jon Joffin. Edición: Lizzy Calhoun. Diseño de producción: Cheryl Marion. Música: Blake Neely. Productoras: Wide Awake Productions – Warner Bros. Television – Netflix. Intérpretes: Melissa Barrera, Jeff Wilbusch, Austin Stowell, Florencia Lozano, Juan Pablo Espinosa, Mike Dopud, Joselyn Picard, Getenesh Berhe, Michelle Choi-Lee.

Por José de Jesús Chávez Martínez

Comunicólogo egresado de la UAM Xochimilco. Profesor investigador en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Occidente Unidad Culiacán, con las líneas comunicación y educación, y el cine como dispositivo didáctico, de las cuales se han desprendido diversos artículos científicos y tres libros. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII). Desde 2021 es colaborador de correcamara.com