Por Luciano Castill
Especial. Festival de La Habana para CorreCamara.com
La Habana. Que solo le bastaba colocar las manos en cualquier lugar de su Habana Vieja para encuadrar a los personajes en una versión fílmica sobre “El Siglo de las luces”, desde que leyó la primera edición cubana de la novela de Alejo Carpentier, fue reiterado durante años por Humberto Solás (1941-2008). Bastó a Carlos Barba Salva aproximarse a esa preciosista adaptación cinematográfica como tema de su tesis universitaria para caer atrapado en el cautivante mundo del creador de ese clásico del cine iberoamericano que es Lucía. No soñaba entonces con integrar el equipo de realización de dos futuras películas del cineasta (Miel para Oshún, Barrio Cuba) y mucho menos que lo filmaría en varias entrevistas con destino a la aparición en el mercado español en DVD de sus cintas “Un hombre de éxito” y “El siglo de las luces”.
El largometraje documental “Humberto” que estrena el 35 Festival en el apartado «Cinemateca Latinoamericana» dentro de «Latinoamérica en perspectiva», deviene algo más que una aproximación, sensible y profunda a la vez, y un desmesurado tributo a la vida y la obra de este director a quien una proyección del Senso de Visconti significó el deslumbrante descubrimiento del camino a seguir.
Como las criaturas carpenterianas arrastradas por un torbellino de acontecimientos, Carlos Barba emprendió un itinerario que le condujo a recorrer cada título de su filmografía y también de La Habana a México, de allí a Bogotá y Santiago de Chile, sin excluir en este trayecto iniciático a Madrid y París, en busca de cuanta persona vinculada a la pasión desbordante de Solás pudiera aportar sus reveladoras vivencias. No obstante el impresionante resultado, habrá que esperar aún a la versión televisiva en capítulos para aprehender en toda su envergadura la abarcadora travesía del guantanamero Carlos Barba Salva.
Avizoramos en el horizonte, además, la transcripción de tantos testimonios pletóricos de riqueza, sin la edición exigida por la duración de un filme, en el libro definitivo que esperamos. A partir de ahora, el título “Humberto” provocará —como el nombre al que alude—, todo un cúmulo de imágenes imperecederas, gracias a la impronta de alguien que, acompañado por el apellido Solás, lo escribió en la historia de nuestro cine.
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