Por Jaime Ramírez Ortiz
La entrega del Oscar está cada vez más cerca y las apuestas sobre los posibles ganadores, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, no se han hecho esperar. Con mayor razón porque ya se han consumado la mayoría de las ceremonias de premios que anteceden a la estatuilla dorada de la Academia de Hollywood, dejando muy claro quiénes son los favoritos para el próximo 2 de marzo. Y como CorreCámara no puede quedarse atrás, he aquí una pequeña muestra de las tendencias que hasta ahora se han delineado en las categorías principales:
Paradójicamente, mientras la terna de actor de reparto es la que parece ya contar con un seguro ganador, su equivalente femenina se vislumbra como el recipiente para la obligada sorpresa de la noche. En el primer caso, Jared Leto ha estado imparable como un transexual en “El club de los desahuciados” (Dallas Buyers Club) y todo indica que poco podrán hacer sus competidores para obstaculizar su camino al podio. Lo único que podría pasar es que el conservadurismo de los votantes pese en la decisión final, caso en el que Michael Fassbender se vería beneficiado, en especial porque son pocas las categorías en las que la favorita al Oscar principal, “12 años esclavo” (12 Years a Slave), podría llevarse el triunfo.
Es ese mismo factor el que podría colocar a la keniana nacida en México, Lupita Nyong´o, al frente de las actrices secundarias, pues un segundo galardón consecutivo para Jennifer Lawrence, de apenas 23 años de edad, suena bastante improbable. De hecho, no sería extraño que “Escándalo americano” (American Hustle) termine retirándose de la ceremonia con las manos vacías, pues la historia es testigo de que numerosas menciones no son garantía de triunfo -¿recuerdan la derrota de “El color púrpura” (The Color Purple) en once categorías?-. En un descuido, quizá la mayor sorpresa de la edición la represente un segundo Oscar para Julia Roberts, quien sigue siendo una de las mayores sweethearts de Hollywood. Sin duda, una terna en la que cualquier cosa puede ocurrir.
Ahora bien, en el terreno de los protagónicos la pelea se ubica prácticamente entre dos nombres en cada una de las categorías correspondientes. En la femenina, aunque la balanza se inclina evidentemente hacia la estupenda labor de Cate Blanchett en “Jazmín azul” (Blue Jasmine), la polémica reciente sobre las nuevas acusaciones que ha recibido Woody Allen por abuso sexual hacia su hija adoptiva pueden terminar afectando su imagen, pues la propia Dylan Farrow embarró a la actriz australiana en el escándalo. En ese caso el Oscar podría mirar a Amy Adams, cuya quinta derrota podría resultar de peso para los académicos. Sin embargo, si Kate Winslet necesitó seis nominaciones para hacerse de la victoria, no habría por qué para tocarse el corazón ahora, en especial porque Adams seguramente regresará en futuras ediciones de la ceremonia. ¿Acaso Judi Dench dará entonces la sorpresa?
Por su parte, ha sido prácticamente unánime la impresión de que Matthew McConaughey está insuperable en “El club de los desahuciados”, en una interpretación que tiene todo para seducir a Oscar, incluida la impresionante transformación física del actor. No obstante, de nuevo juega un papel importante que “12 años esclavo” quiera sumar estatuillas en caso de ser elegida como la mejor película del 2013. En última instancia, uno de los pilares del filme es su protagonista, Chiwetel Ejiofor, y debido al poco empuje del director en la competencia, su nombre tiene mayor fuerza de la que muchos quisiéramos suponer. En su contra está que sólo cuatro actores de color se han llevado la victoria aquí (Sidney Poitier, Denzel Washington, Jamie Foxx y Forrest Whitaker), y de más está decir que Ejiofor no cuenta con la reputación de sus antecesores como para que su nombre se encuentre en el codiciado sobre. Y no habrá que quitar de la mira a Bruce Dern quien, por razones de carácter emocional, con 77 años podría terminar convirtiéndose en el ganador más longevo dentro de esta quinteta.
Quien muy seguramente sí tendrá la dicha de subir al escenario es nuestro compatriota Alfonso Cuarón, cuya labor tras la cámara en “Gravedad” (Gravity) ha opacado absolutamente el trabajo de cualquier otro cineasta en esta temporada de premios. Martin Scorsese, Alexander Payne y David O´Russell, por “El lobo de Wall Street” (The Wolf of Wall Street), “Nebraska” y “Escándalo americano”, respectivamente, carecen de posibilidades de triunfo, lo que coloca a Steve McQueen, gracias a “12 años de esclavo” como la única piedra en el camino para el realizador mexicano, especialmente porque esta última cinta se perfila como la gran ganadora de la edición, no tanto por la cantidad de estatuillas que terminará embolsándose (honor que en definitiva alcanzará “Gravedad”), sino por sus probabilidades de triunfo en la categoría principal.
Llegamos así a la pregunta del millón: ¿Las varias estatuillas que alcance “Gravedad” culminarán con su triunfo como mejor película? Las respuesta hasta el momento es que no, por su género, por la ausencia de su guión en la categoría correspondiente y porque la Academia puede percibirla más como un logro técnico que artístico. “12 años esclavo” entonces entrará al quite, pero es una incógnita cuántos Oscares respaldarán esa decisión. Apenas el año pasado, “Argo” salió victoriosa en la terna central con solo dos galardones más (guión adaptado y edición), una decisión que esta vez parece que se repetirá con la película de McQueen (la predicción concreta: película, guión adaptado y actriz de reparto).
Lo anterior refuerza la pregunta de para qué nominar hasta diez títulos en la categoría mayor si, al final, la verdadera competencia está solo entre dos o tres filmes. Esta vez, ni el sutil encanto de “Philomena”, ni la exquisita ironía de “Nebraska”, ni la valiente denuncia de “El club de los desahuciados”, ni los excesos irreverentes de “El lobo de Wall Street”, ni la oportuna originalidad de “Ella” (Her), ni la tensión documental de “Capitán Phillips” (Captain Phillips), ni el histrionismo coral de “Escándalo americano” han cambiado esa costumbre. Sea como sea, es un hecho es que los seguidores de Cuarón mantendremos la esperanza, con los dedos cruzados, hasta el último minuto de la ceremonia…
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