Por Hugo Lara Chávez

Clint Eastwood continúa su prolífica y fascinante carrera como director con “Jersey Boys. Persiguiendo la música” (Jersey Boys, 2014), un filme biográfico sobre Frankie Valli y su banda “The Four Seasons”, auténticas leyendas del rock&roll de los años sesenta cuyo sello fue  la peculiar voz del cantante, tan aguda y vibrante que hacía dudar si se trataba de un afroamericano o una mujer. Esta película es una adaptación del musical de Broadway del mismo nombre con música de Bob Gaudio, letras de Bob Crewe y guión de Marshal Brickman y Rick Elice.

Eastwood es un melómano apasionado que anteriormente había incursionado en este género con el memorable biopic del jazzista Charlie Parker, en “Bird” (1988). De esta manera, el director desarrolla en la pantalla una historia que había probado su solidez en el teatro desde sus primeras representaciones en 2005, y que pertenece al reciente auge del musical con títulos llevados al cine como “Mamma mia” (2008).  Entre los méritos de “Jersey Boys” hay que resaltar la buena estructura de la trama, que logra encadenar  las pegajosas canciones de Valli y “The Four Seasons” con el drama que corre en paralelo acerca de la amistad y los conflictos entre los cuatro miembros de la banda.

“Jersey Boys” narra los orígenes y el éxito  de la carrera de Frankie Valli y “The Four Seasons”, desde su adolescencia en un barrio proletario dominado por descendientes de italianos — en Newark, Nueva Jersey— hasta su ruptura y los primeros años de Valli como solista. Está situada mayoritariamente  en la década de los sesenta y la trama gira alrededor de Valli (encarnado con solvencia por John Lloyd Young, extraído directamente de la obra de Broadway), quien es reclutado en una agrupación amateur que lidera el hamponzuelo Tommy DeVito (Vincent Piazza). Junto a ellos también figura Nick Massi (Michael Lomenda). El último integrante es el brillante compositor Bob Gaudio (Erich Bergen), discreto y refinado, que se convierte en el mejor socio de Valli.

La narración apela sutilmente al “efecto Rashomon”, es decir, utiliza a los tres socios de Valli para que eventualmente se dirijan a la cámara para ofrecer sus diferentes puntos de vista sobre el desarrollo de las acciones, a veces de forma contradictoria. La trama funciona entre el humor y el drama, aun cuando existe la noción de dejar una imagen positiva de Valli y Gaudio, coproductores del filme. Pero al final, la apuesta del filme se inclina por una celebración de la música.

Otro acierto en el guión de “Jersey Boys” es que logra amarrar la estructura episódica que suelen seguir muchos filmes biográficos convertidos en pastiche de viñetas, deshilvanadas en la indecisión de asumir con claridad un ángulo, un tema y un periodo de la vida de su protagonista. En este caso,   “Jersey Boys” avanza principalmente sobre un conflicto en torno a la amistad y su descomposición, particularmente entre Valli y DeVito. Además, hay varias subtramas, ensambladas con pulcritud y sobriedad, que se refieren a la vida conyugal y familiar de Valli (es emotiva la escena cuando Valli deja a sus hijas tras la separación de su esposa), o al retrato de la frívola industria discográfica, o a la compleja red de relaciones dentro de la comunidad italiana, incluido un padrino de la mafia, Gyp DeCarlo, personaje tomado de la realidad que interpreta el imprescindible Christopher Walken.

La película tiene un ritmo ágil con una eficaz edición de Joel Cox y Gary D. Roach,  bien acompasado por temas como “Big Girls Don’t Cry”, “Sherry”, “Walk Like a Man”, “December, 1963 (Oh, What a Night)”, “Who Loves You”, “My Eyes Adored You” o “Can’t Take My Eyes Off You”, que harán las delicias de los aficionados a Radio Universal. Otro valor de producción es la notable recreación de época, con la fotografía de Tom Stern y el diseño de producción de James J. Murakami.

A sus 84 años, Eastwood es un mito vivo del cine estadounidense, como actor y realizador. En esta última faceta, es un sobresaliente especialista que ha comprendido plenamente el cine de género (casi ha se ha probado en todos), y la importancia de la narración dinámica que aprendió tempranamente de sus maestros Sergio Leone y Don Siegel. Esperemos tener Eastwood para rato.

Jersey Boys: Persiguiendo la música (Jersey Boys, Estados Unidos, 2014)

Dirección: Clint Eastwood. Producción: Clint Eastwood, Bob Gaudio, Tim Headington, Graham King, Robert Lorenz, Tim Moore, Denis O’Sullivan, James Packer, Brett Ratner, Frankie Valli- Guión: Marshall Brickman y Rick Elice. Fotografía: Tom Stern. Edición: Joel Cox y Gary D. Roach. Diseño de producción: James J. Murakami. Reparto: John Lloyd Young, Vincent Piazza, Erich Bergen, Michael Lomenda, Christopher Walken, Mike Doyle, Renée Marino y Erica Piccininni.

Por Hugo Lara Chávez

Cineasta e investigador. Licenciado en comunicación por la Universidad Iberoamericana. Director-guionista del largometraje Cuando los hijos regresan (2017). Productor del largometraje Ojos que no ven (2022), entre otros. Director del portal Correcamara.com y autor de los libros “Pancho Villa en el cine” (2023) y “Zapata en el cine” (2019), ambos con Eduardo de la Vega Alfaro; “Dos amantes furtivos. Cine y teatro mexicanos” (coordinador) (2015), “Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-201” (2011) con Elisa Lozano, “Ciudad de cine” (2010) y"Una ciudad inventada por el cine (2006), entre otros.