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Ante el estreno esta semana de “Rambo: Last Blood”, la candidata al Oscar Adriana Barraza ha comentado que la película de Sylvester Stallone aparte de humanizar al personaje del irredento exsoldado estadounidense es equilibrada al reflejar la realidad de México, país donde se desarrolla la acción y el personaje central combate a narcos.

Barraza, que se ganó un prestigio internacional por sus dramas, cuenta a EFE que no dudó apuntarse a esta película de acción: “Recibí la sugerencia de un querido amigo, el director Adrian Grunberg, y cuando me dijo: ‘no sé si estarías interesada en leer el guion, hay una invitación para que hagas un personaje’, dije: ‘Guau, ¡claro!’. ?Sabes qué? Me encanta la versatilidad en los trabajos y pensé, oye, un icono como Stallone, y Rambo, que ha sido parte del cine ya iconográfico… pues claro que me encantó”.

La actriz y maestra de actores defiende que a diferencia de otras muestras del género, algunas del propio Stallone, en “Last Blood” el guión está muy trabajado: “El personaje era muy conmovedor y hay una cosa que me gustó mucho: ver al héroe de una manera humana. Este héroe que tiene ya una edad, que tiene muchas dudas de sí mismo, que tiene una maraña de pensamientos y de emociones… Verlo dudar, verlo flaquear: eso me parece tan importante porque nos conecta como seres humanos con los personajes”.

Sobre su personaje, Adriana Barraza explica que mantiene una relación muy próxima con el de John Rambo: “Es una mujer con muchos pantalones, que es capaz de decirle a este hombre que viene de la guerra, con esta situación tan complicada: ‘Espera, para un poquito, ya no estás en la guerra, solo en tu cabeza’. Y es capaz de darle estos consejos maternales, pero también de ponerse fuerte. Eso me encantó”.

La veterana artista toluqueña detalla que de Stallone siempre le gustó “Copland”, que en su opinión demuestra que no solamente es un actor de acción, y que en el set, el astro “es un señor completamente disciplinado, y yo amo la disciplina, que sabe muy bien su negocio, y, sobre todo, que se entrega en las escenas”.

Aunque la película se filmó en Bulgaria y España, la acción se desarrolla en México, el país natal de Barraza, quien considera que a pesar de que los narcos villanos del film son mexicanos, hay personajes positivos como el suyo propio que muestran que hay “otro” México bien diferente. “Voy a partir de que, obviamente, no se puede tapar el sol -afirma- con un dedo. Pero creo que en esta película están representados, grosso modo, los dos tipos de mexicanos. El personaje de Paz Vega, el de Yvette y el mío, que somos los mexicanos que nos levantamos todos los días a trabajar, no importa si vivimos de este lado de la frontera o el otro. Y, obviamente, está ese grupo de personas sumamente violentas, que puede ser de un cartel o de cualquier otro innoble evento. Pero también quiero decir que, afortunadamente, en esta película estamos nosotros para representar a los millones y millones de mexicanos que somos honrados y personas de bien. Desafortunadamente, esta pequeña parte, porque es pequeña realmente en relación a la cantidad de personas que somos en México, es tan terrible, tan profundamente terrible y malvada que llama mucho la atención. Yo espero que esta película le pueda dar al espectador las dos versiones de nosotros”.


Oscar Jaenada.
 

Oscar Janeada, extiende su vínculo con México

El actor español Oscar Jaenada se ha convertido en una figura internacional, en todo el sentido de la palabra, ya que alterna trabajos españoles con latinoamericanos y de Hollywood. Ahora estrena “Rambo: Last Blood”, donde años después de “Cantinflas”, una de las películas que más premios le ha dado”, vuelve a hacer de mexicano, al lado de otro español, Sergio Peris-Mencheta, que hace de su hermano y como él capo de un cartel de narcos. “Fue una maravillosa casualidad. Cuando pregunté y me dijeron que era él me llevé una gran alegría. Nos llamamos y nos estuvimos riendo. Hemos pasado muchas cosas juntos en los últimos años, y fue con el primero que viajé a Nueva York y a Los Angeles. Lo mejor de Rambo, y eso creo que se va a ver, es la relación entre estos dos hermanos”, afirma.

“No nos planteamos -añade en declaraciones a El Periódico- ver quién era más malo de los dos (risas). Queríamos que tuvieran maldad pero dentro de una cierta lógica. Hay momentos en los que uno de los dos tiene que pasar por bueno, siendo los dos unos hijos de puta… La verdad es que nos reímos muchísimo. Creo que hemos conseguido una maldad distinta a la que hay en otras películas de la saga. Fue una maravilla tenerlo como hermano”.

Jaenada, cuya vinculación con México acaba de extenderse gracias a la serie “Hernán. El hombre”, sobre la controvertida gesta del conquistador español Hernán Cortés, que terminó de filmar este verano, tuvo la oportunidad de codearse con Sylvester Stallone. De él explica que le impresionó su capacidad de control sobre la película, en cuyo guión también colaboró: “La jerarquía en un rodaje como este cambia. Aquí no la define el director, aquí el importante es Rambo. Sylvester Stallone llegaba al set como amo y señor de la franquicia. El cambiaba cosas constantemente, aunque ya hubiéramos ensayado, y la verdad es que quedaba mejor. Es un tío que tiene mucho cine en la cabeza y mucho poder. Con él te das cuenta de que el cine está en sus venas. Todo en él es cine”.

En la entrevista, el actor español, ahora popular en buena parte de América Latina a través de su impactante personaje de Luisito Rey, padre de Luis Miguel en la serie biográfica del cantante, se lamenta de la falta de difusión de su película “Cantinflas” en España. “El cine -cuenta- en este país es muy extraño. Cuando los productores mexicanos me dijeron que no se iba estrenar ‘Cantinflas’ pensé que eso era imposible, una película seleccionada para los Oscar, con un actor español… Vale que no me nominen al Goya, porque la película no era española. Vale, ya me llevé el Premio Platino. Pero, ¿qué no se estrenará la película? Invertí mucho trabajo y sobre todo la quise hacer porque es lo que veían mis papás… Una vez me encontré con Antonio Resines y me dijo que le había gustado mucho mi trabajo, le expliqué que aquí no se iba a estrenar. Él me dijo que hablara con el productor Enrique Cerezo, que también le había gustado. Y al final creo que estuvo en los cines, pero en una sala o dos durante una semana… Me dio mucha pena lo que pasó con ‘Cantinflas'”.